Capitulo 9: Mágico azul

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Chloe lo podía sentir. Su vida empezaba a mejorar: estaba ayudando a su mejor amigo, había dado su primer beso y fue maravilloso, empezaba a simpatizarle a la morena y ahora había recuperado a su Adrien. Sus problemas familiares no desaparecían sin embargo ahora los resistía más.

Alya comia con su amiga mientras platicaban de como soñaban su futuro y sobre todo del cambio repentino que mostraba últimamente la que antes era una rubia irritante.

-Se que suena mal pero presiento algo malo en Chloe aunque no se bien de que se trate.- comento la azabache tirandole una gran mordida a su croissant.

-Yo creo que cae bien.- pensó en voz alta la morena y aunque lo habia dicho sin querer, no se inhibia pues eso era lo que pensaba y no tenia nada de malo. Si, así era Alya.

-Dios mio.- la morena volteó a ver que era lo que su amiga observaba atonita. Chloe reía de singular manera junto con Adrien que se veia igual que ella. Viró de nuevo a su amiga. Tenia la mirada gacha y su rostro sonrojado.

-Tranquila Marinette, realmente no creo que Adrien guste de Chloe.- señaló recordando aquellas palabras que había dicho Chloe cuando lo hayo charlando con Adrien aquel día. Negó un momento, Adrien gusta de Ladybug.

-¿En serio crees eso?- inquirió con una leve sonrisa.

-Marinette eres asombrosa y si no es Adrien, veras que es alguien mejor.- en ese momento la azabache solo pudo imaginarse esa brillante sonrisa gatuna. No estaría tan mal pero realmente deseaba con fervor que fuera el.

De todas maneras Alya fue a la suite de Chloe, para asegurarse de que la rubia no rompiera el trato hecho: nada de tratar de conquistar a Adrien.

Subió con su bolso de investigaciones por ese elevador que ya conocía de techo a piso, desde ese rayón que alguien le había hecho en la parte inferior de la decoración de oro hasta la mancha de café (americano según sus sospechas) que decoraba la esquina de la alfombra carmesí.

-¿Chloe?- toco la puerta y en vez de un hombre con traje la recibió alegre una rubia que la jalo del brazo.

-Alya, justo la persona que esperaba.- entonó emocionada.

-¿En serio? Pense que solo habíamos quedado los jueves para vernos, no los martes.- soltó intrigada mientras se sentaba en el enorme sofá.

-Bueno, veras vamos a ayudar a Chat Noir.- salto y dio pequeños aplausos mostrando emocion.

-¿Chat Noir?- imagino como encontró a su mejor amiga con el héroe el otro día. -Marinette...

-No tontita. Deja que llegue y ambos te explicamos.- Alya se sentía totalmente confundida y odiaba eso. Sentirse fuera de lo que sucedía era horrible.

-No entiendo lo que pasa.- entonó frustrada con duda.

-Ni yo.- exclamó una voz masculina ya conocida a sus espaldas.- Dijiste que querias hablar conmigo A SOLAS.- remarcó el rubio. -No es por ser grosero contigo canela. Pero entre ella y yo tenemos un secreto y no me gustaría que una linda reportera como tu lo difunda.- soltó en espíritu liberal. Alya no sabia si sentirse molesta o soltar una carcajada.

-Sigo sin entender nada.- musitó más para ella que para los demás.

-Alya te presento a Adrien Agreste mejor conocido como Chat Noir.- la morena y el rubio abrieron los ojos como plato.

-Chloe pense que no...- esta lo interrumpió.

-Chat te presento a Alya, la chica que te ayudará a encontrarte con el amor de tu vida Ladybug.- esto tenia que ser una broma, no sólo estaba ayudando a quitarle su primera opción a su mejor amiga si no que ahora sabia que también su segunda. Era la peor amiga del mundo.

Chloe, eternal // Ladrien// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora