Capitulo 11: Jamas te olvidaré

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7 años atras:

-Mamita ¿Que haces?- preguntó con inocencia.

-No te he dicho millones de veces que no me molestaras animal.- bramo con furia Rebecca, la madre de Chloe. La mujer vestía ropa fina y pieles, un tocado alto y maquillaje al más no poder.

-Te ves muy bonita.- musitó en voz baja con temor a ser golpeada.

-Exacto, no como tu ¿Que son esos trapos que traes puestos? Pareces india.- señaló de forma despectiva a su hija. Chloe solo bajo la mirada para analizar si era cierto.

-Pero mami, Adrihoney me dijo que me veo como princesa.- trato de sonar feliz, su madre llena de rabia por el comentario tomo una de las coletas rubias de la niña y la jalo con fuerza hasta el espejo. No mostraba arrepentimiento ni ningún tipo de piedad hacia la niña.

-¿Crees que te ves como "princesa?- grito imponente. -Ridícula.- soltó la coleta mientras Chloe no dejaba de llorar.- ¡Escúchame bien!- Ahora le tiraba de la oreja. -Los hombres Agreste siempre dicen eso. Te conocen, los conoces, te enamoran con palabras de Shakespeare y en un momento...- trono sus dedos disfrutando de ver como las córneas de la infante se habían tornado rojizas. -Te cambian por una par de ojitos lindos olvidándose por completo y teniéndote que quedar con las tontas sobras.- entonó con veneno.

-¿Pero que tienen de malos mis ojos?- pronunció con dificultad debido a que sus fosas nasales se empezaban a congestionar por el llanto.

-Velo tu misma.- dijo su madre saliendo de su habitación.

Una vez sola se dedicó a observarse en el espejo y en un segundo su vestido blanco como la luna se humedecido con las lágrimas de un amor doloroso y mortal que le tenía a su madre. Quería arrancarse sus horribles ojos del rostro para no humillarse más pero sabía que no lograría nada, jamás lo haría.

Se colocó uno de los vestidos que esa mujer que se hacía llamar su madre le compro, colores dorados como el sol y decoro su rostro con maquillaje excesivo para que nadie le prestará atención a sus detestables ojos. Tomo aire para aliviarse del llanto y dio una sonrisa en el espejo para asegurarse que nadie notará lo destrozada que estaba. Bajo al lobby en donde su amigo ya lo esperaba para salir a la noche de gala de sus padres.

-¿Lista Chloe?- entonó alegre el niño cuando la vio salir del elevador. Su sonrisa se apago cuando vio como la niña salia cabizbaja. -¿Esta todo bien?- preguntó suavemente mientras la observaba preocupado.

-¿Crees que soy linda?- alzó su vista hacia el niño.

-Ya te dije que luces como toda una princesa, lunita.- guiño el ojo, por primera vez Chloe sintió que Adrien no había dicho las palabras indicadas pero como siempre se tuvo que conformar con ese cumplido que el decía en forma fraternal, no amorosa. El no se sintió bien al ver que sus palabras solo la habían hecho sentir peor. El se acercó y le colocó un tierno beso en la orilla izquierda de su labios. Los ojos de Chloe se expandieron cuando el suave contacto sucedió. Al verla con los ojos como plato Adrien no hizo más que reir. -Por el cielo.- soltó entre carcajadas. -Me encantan tus ojos, son tan... expresivos.- y ahora ella sentia que en realidad tenia la mirada más encantadora. Suspiro. Definitivamente no quería perder a Adrien por un par de ojos lindos.

...

-Hoy hay niña nueva.- soltó su amigo moreno emocionado.

-Nino siempre es lo mismo, te emocionas y luego no les hablas.- río Chloe, el era su mejor amigo en la escuela y lo adoraba porque siempre la hacia reir con sus disparates.

-Es que no quiero que ese par de lindos ojos tuyos piensen que los estoy engañando con otros.- ella sabia que se lo decía en forma de amigos pero en realidad le encantaba que la hiciera sentirse bonita. Una diva y un Dj.

Chloe, eternal // Ladrien// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora