Capítulo 23

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"Vete al Diablo Yong Hwa"

Después de que todos se fueron de la casa a las casi una de la mañana nos dispusimos a limpiar, Ha Na y yo recogimos los trastos y los lavamos mientras jugábamos con el agua, los papás de Yong recogían la sala y acomodaban las cosas en su lugar, mientras que Yong recogía cada uno de sus regalos y los subía a su habitación, y debo decir que aunque no eran muchos eran bastante grandes así que lo vi subir y bajar unas 10 veces las escaleras.

Después de subir el último bajó y se recostó en el sillón soltando uno que otro suspiro de cansancio, después de que Ha Na y yo terminamos los trastos se despidió y se fue a su cuarto a descansar, Sun Hee y Abonim también se retiraron, una vez que terminaron lo que hacían diciendo que definitivamente ya estaban envejeciendo, agarrándose de su cintura y subiendo lentamente las escaleras, solté una risita al ver como subían y les prometí que los compensaría con helado de Vainilla, a ellos dos les encanta.

Una vez que no hubo nadie mas que Yong y yo me acerqué a él, tenía los ojos cerrados y un brazo recargado en su frente, me arrodillé detrás de él y me recargué en la codera y empecé a admirar su rostro, creo que nunca me había sentido de esta manera, Yong me ha hecho sentir cosas que jamás había sentido, ni siquiera cuando empezó lo de Min-Ho me sentí así y eso me alegra en sobremanera por que se que Yong es el indicado para mi.

— No me mires tanto me vas a gastar — dijo Él sorprendiéndome.

— Creí que estabas dormido — dije sonriendo.

— No, solo quería que todos se fueran y nos dejaran solos — dijo sin abrir los ojos.

— Bueno, ya no hay nadie mas que nosotros dos — dije y él se incorporó

— Bien porque tengo algo que decirte, es muy importante lo que te diré — dijo y yo me puse nerviosa.

— ¿Así? Bueno dime, soy toda oídos — dije y él me miró serio, demasiado diría yo.

Su silencio me estaba poniendo nerviosa y comencé a jugar con mis dedos, no se que es lo que me quiere decir pero presiento que no será nada bueno, lo digo por la manera en que me mira y luego baja la cabeza, pero si es algo que podemos pasar juntos aceptaré dichosa en sufrir por un momento. Los minutos corrían y él no decía nada, me estaba desesperando conforme avanzaban los minutos así que yo rompí el silencio.

— ¿Pasa algo? ¿Estas bien? — dije preocupada por su expresión seria.

— ¿Me quieres? — su pregunta me tomó por sorpresa — Porque yo no te quiero... — dijo haciendo una pausa hizo que mi corazón se detuviera, me levanté de golpe y él me miró.

— ¿Que? Estas bromeando ¿cierto? — dije con un nudo en la garganta.

— Estoy hablando muy en serio, estuve meditando muy bien las cosas pero creo que tomamos una decisión muy apresurada y... —

— ¿Decision apresurada? — dije interrumpiendolo — Yong ¿que me quieres decir? Mejor explicate por que no entiendo — pedí confundida.

— Lo que quiero decir es que no podemos seguir con esto — declaró.

— ¿Con esto? ¡¿De que diablos estas hablando?! — exclamé enojada.

— Elizabeth, yo no quiero seguir siendo más tu novio, pensé que podía con nuestro pasado pero, cada día que pasa siento que me ahogo y no puedo respirar con tranquilidad, así que por favor no hagas esto difícil y dejemos las cosas como estaban y terminemos con esto ahora — finalizó, pensé que bromeaba pero al ver su rostro serio me di cuenta que no era así, así que la sangre subió a mi cabeza y sentía mi rostro arder del coraje

— ¿Sabes que? no te creo ni la mitad de lo que dices, sé que algo pasó por eso dices eso pero, si eso es lo que quieres no preguntaré la verdadera razón del porque lo haces y... —

— Es la verdadera razón no hay ninguna otra — dijo ahora él interrumpiendome — así que terminemos las cosas y vete a casa Elizabeth —

— ¡Bien! — exclamé y tomé las llaves del auto que el secretario Kim me había llevado hace dos días — Si eso es lo que quieres, eso haré pero si te arrepientes no me busques, porque un hombre tan cobarde como tu no vale la pena — dije y él solo me miraba serio.

— Elizabeth, no lo hagas más difícil, solo te lastimaras más —

— Yo no me lastimo Yong, tú eres el que me lastima — dije comenzando a sollozar y una lágrima resbaló por mi mejilla y la limpié en cuanto la sentí, entonces vi que él se quizo acercar a mi y yo di un paso atrás.

— Elizabeth... —

— No te me acerques — supliqué — Está bien, me voy, pero recuerda estas palabras por el resto de tu vida — tomé aire para decirlo — Yong Hwa te amo — dije ya llorando — Y ahora has roto mi corazón y jamás te lo voy a perdonar —

— ¿Que sucede aquí? ¿por qué tanto grito? — dijo Sun Hee que bajaba las escaleras junto a Ha Na y Abonim.

— Lo siento — les dije girandome a verlos, Sun Hee me vio llorar y se preocupó, pero le hice la seña de que no bajara.

— Elizabeth, Yongie ¿Que pasa? — le preguntó a su hijo.

— Nada mamá — dijo él sin emoción alguna.

— ¿Nada? — dije enfadada por su actitud — Bien, no pasa nada, ya no pasa ni pasará nada, esto definitivamente se acabó — dije mirándolo y él seguía sin expresión.

— ¿Como que se acabó? — dijo Ha Na sorprendida.

— Que se los explique él porque yo me largo de aquí — dije caminando a la puerta y antes de irme grité — ¡Vete al Diablo Yong Hwa! — salí dando un fuerte portazo.

Jugó con mis sentimientos, solo jugó conmigo.

Me repetía eso una y otra vez mientras estaba en el auto, aún no lo había encendido, no sé cuanto tiempo lloré en el auto pero cuando vi que abrían la puerta de la casa arranqué, me fui de ese lugar que ahora me causaba dolor el siquiera recordar los días que había pasado ahí. De pronto comenzó a llover, creo que el cielo está de mi parte y llora conmigo, siento mi corazón partirse en mil pedazos, siento como las fuerzas se van de mi cuerpo y no hay nada que pueda hacer para recuperarlas.

De pronto siento que mi cuerpo pesa y recordé que solo había dormido 3 horas ese día y ya eran casi las dos de la mañana, así que el cansancio estaba llegando a mi, mis ojos amenazaban con cerrarse, mi vista empezaba a tornarse borrosa, así que con todo y mi coraje decidí detener el auto y descansar pero cuando menos lo pensé mis ojos se cerraron y cuando los abrí, vi una luz segadora frente a mi y pude ver que era un camión el que venía en mi dirección, así que como pude gire el volante para no chocar con el, pero cuando lo hice mi auto había chocado con algo logrando que mi auto saliera de control y se volteara saliendo así de la carretera, dando vueltas hasta llegar abajo, en el cual no quedé inconsiente sino que podía sentir cada parte de mi cuerpo arder del dolor, vi mi propio cuerpo cubierto de mi sangre, pero no he descubierto que parte me duele más, el dolor es insoportable tanto que preferiría estar muerta y como respuesta a mi petición vi como el auto empezaba a prenderse en fuego y en ese momento lágrimas comenzaban a salir de mis ojos al ver la muerte inminente.

Por lo menos tengo recuerdos de que en algún momento fui feliz pensé al recordar días atrás y también cuando estaba en México con mis amigos, lo único que me duele es no poderme despedir de mis padres y de Marce, las lágrimas eran abundantes y el humo del auto también, de un momento a otro perdí la conciencia, quedé en un profundo sueño y a lo lejos escuche una explosión, creo que mi vida llegó a su fin de una manera cruel, pero así tuve que morir.

''Tu, Él Y Yo''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora