Corazón Sin Rostro...

Corazón sin rostro...(Parte 9)

...CAPITULO 14...

-Elein-

Pequeñas gotas bajaban por la ventana de su habitación, sentía frío, suspiró al ver como el aire hacía danzar las copas de los árboles, tenía un vacío en el estomago, y una desesperación crecía en su pecho necesitaba verla quería perderse en aquellos ojos verdes no había lugar más cálido que estar a su lado, llevaba dos noches sin dormir, sentía la necesidad de salir y buscar a la rubia de sentirse completa, robarle almenos un beso, consolar su alma junto a su cuerpo cálido, lágrimas rodaban por su rostro no tenía control de ellas no quería sentír ese vacío, el amor era hermoso pero dolía tanto, por su mente pasaban mil ideas, tal vez había sido una señal antes de perder la razón completamente por amor, pero ¿En verdad no la había perdido ya? Si al despertar Rebeca inundaba sus pensamientos y al dormir su último pensamiento era ella, estaba segura que la cura para sus dolores sería solo ella, estaba perdidamente enamorada y eso dolía más, sentir que la perdería en cualquier momento tal vez, solo tal vez era momento de retroceder, de correr lejos y huir, huir tan lejos como sus pies lo permitieran aunque significase ahogarse sin ella, sintió el frío entrar en su cuerpo tan hondo y dejar todo desolado así sería todo sin ella, como tierra estéril, como caer en un pantano sin salida.

Elein-Quedate...quedate conmigo...

Abrazó sus piernas en un acto reflejó, su cuerpo temblaba, sus ojos azules casi transparentes sin vida, respiro tantas veces como le fue posible, sentía su mente distante estaba con ella...

Tomo sus convers, se los colocó, lavó su rostro no estaba tan mal solo unas ojeras se miró al espejo y decidió luchar, no había orgullo solo amor, el amor puro y limpio que había sentido por ella desde el instante que la vio levantando sus libros quería acabar con aquel vacío tan oscuro que se estaba tragando su alma a cada segundo, sintió el aire frío recorrer su rostro, lo sintió como una caricia de ella, con sus finas y delicadas manos, las gotas caían sobre ella con fuerza con una fiereza extraordinaria había algo que la lluvia escondía y ningún ser humano sabría nunca que significaba, sentía que la acompañaba en su dolor, subió al auto, un olor característico inundó sus fosas nasales Rebeca siempre Rebeca su perfume único llegaba a ella sin pedirlo ni esperarlo sintió la calma que había abandonado su vida, veía el parabrisas llenarse de gotas veía la carretera atenta quería estar con ella tan rápido como fuese posible sentía una ansiedad inmejorable crecer en su mente, cerró un instante los ojos al estacionarse frente a una cafetería, quería estar en un lugar tranquilo a su lado compartir aquel silencio que no era incómodo incluso le daba vida, bajó del auto sintiendo las gotas mojar su chaqueta, solo necesitaba llevarle su cafe favorito, pidió el café un poco desesperada, la dependienta la miraba con atención, Elein seguía inmersa en sus pensamientos sin notarla, tomo el café y salió rápidamente...

Manejaba con cuidado, aún así tenía una sensación de vacío que se acrecentaba a cada momento solo quería tener a la rubia y pegarla a su pecho, su orgullo se había roto no importaba rogar al fin era un amor de dos y el mundo no tenía por que señalarla u opinar, un motivó para revivir solo uno, tocó el timbre esperando que Rebeca estuviese en casa los segundos parecian horas sus manos sudaban y un extraño cosquilleo nacía en su estomago.

Ernesto-Joven dígame ¿En que puedo ayudarlo?

Elein-Ernesto, disculpe la molestia quisiera ver a Rebeca...

Ernesto-Adelanté joven...

Sintió un alivió en su pecho al escuchar aquellas palabras sólo necesitaba escucharla, parecía que su lejanía acababa con su cordura, estaciono el auto, bajó despacio respiro tantas veces como fuese posible quería estar tranquila pero no podía, saber que la vería siempre la ponía mal, Ernesto esperaba atentó en la puerta, entró a la casa con el cafe de la rubia en mano...