Arriesguemonos

Parte 4

Me despertaron los gritos de Trina. A estas alturas ya sabía identificar toda sus clases de gritos, y está vez eran de ira.

Me tape con la almohada y continúe durmiendo hasta que Trina apareció por la puerta dando un golpe en ella.

-Esto es horrible ¡Tori! -me sacudió intentando tirarme de la cama mientras yo me quejaba.

-¡Para Trina! -grité agarrándome del colchón.

-Tienes que acompañarme, son rebajas en una tienda de ropa de marca, si no vamos ahora nos quitaran todo. Esto es culpa de Jessica por no haberme avisado antes.

-¿Y por que tenemos que ir? Ya tienes suficiente ropa.

-Porque necesitamos ropa nueva para la cita del viernes. ¡Vamos Tori!

-¡Esta bien pero deja de tirar de mi!

No tuve más remedio que acompañarle a su tarde de compras porque no pararía hasta que aceptara.

La siesta que me había dado no había sido nada reconfortante pero por lo menos había descansado un poco. ¿Quien iba a decir que en vez de ir a la bolera con mis amigos iría de compras con mi hermana?

Cuando voy con Trina de compras ella siempre me usa de mula de carga. Si lo se aceptó lo de cuidar a la abuela de Andre con él, sin duda me lo pasaría mejor.

Al final se compró varios vestidos y camisetas y yo me compre un vestido algo básico y cómodo pero elegante. Tuve que cogerlo porque mi hermana empezó a hacer un escándalo para que me lo llevara.

Acabe agotada de tanto ir y venir entre ropa, sujetando los vestidos de Trina y como había un montón de gente, pelando.con las otras clientas por conseguir una simple camiseta. Sin duda ir de rebajas a una tienda de ropa era un infierno, pero al final pudimos conseguir algo.

Casi nos echan porque Trina ha mordido a una señora por unos zapatos, que por cierto, al final no se compró.

Lo bueno es que ahora estaba feliz y no sería tan plasta durante un tiempo, por lo menos hoy.

Pedimos unas pizzas para cenar y las comimos mientras veíamos la tele. No había nada interesante pero por lo menos no estábamos en silencio.

Cuando encendí el teléfono tenía mensajes de Robbie y de Beck. Primero leí el de Robbie; Tori, ¿sabes si hay que llevar la caracterización del personaje de la obra de hoy? Tal vez la representamos para los padres.
Por cierto, Rex se ha cabreado porque no lo he llevado al parque de atracciones con Cat y conmigo, ¿que puedo hacer?

Le contesté; lleva la ropa del personaje por si acaso en una mochila y respecto a lo de Rex, pues nose... regalale algo que le guste o hablalo con él, por cierto... ¿que tal la cita? -y al final le puse un emoticono.

Luego el de Beck dude en abrirlo pero igualmente lo hice. Sólo ponía un simple vale con una carita triste porque estaba contestando al mensaje que yo le envié.

Mañana sería un nuevo día, pero antes, tenía que hacer los deberes que nos han mandado esta mañana.

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La noche pasó y con ello dio paso a un día nuevo en Hollywood Arts. Nunca sabes que puedes esperar de este instituto, siempre hay cosas nuevas y emocionantes.

Me preparé después de darme una ducha para despertarme. Me puse un vestido granate con una torera negra y unos botines con tacones también negros. Cuando termine de peinarme, deje mi pelo suelto, mire el reloj. Aún era demasiado pronto así que me daría tiempo para ir a clase andando sin problemas, además de que estaba a cinco minutos de mi casa.

-¡Trina voy andando! No necesito que me lleves

Le grité desde la puerta a lo que ella respondió con un vale. La otra cosa por la que voy andando es que mi hermana es un peligro al volante.

Llegué justo a tiempo al instituto, ya había muchos adolescentes merodeando por los pasillos y pronto sería la primera clase, por eso atravesé el pasillo hasta mi taquilla y saqué los libros que necesitaba. Cuando cerré la puerta ahí estaba Jade.

-¿Que tal besugo? -se podría decir que me estaba saludando- al final fuimos a la bolera sin ti y menos mal... habrías quedado fatal porque te habría reventado con tantos puntos que conseguí. ¿Te entró el miedo verdad?

-No temo enfrentarme a ti a una partida de bolos, sólo que ayude a Andre a cuidar de su abuela -esa era la excusa que le di a Beck así que no podría cambiarla aunque hubiera salido con Trina a comprar, cosa que no hice porque quise.

-Que buena samaritana ¿Preferiste ir a ayudar a esa loca que ir a la bolera? Vaya lo has confirmado... eres tonta de remate.

-No todas somos como tú, que sólo mira en su bienestar.

-¿Ya estáis otra vez peleando? Porque no podéis relajaros, es la primera hora de la mañana -intervino Robbie.

-Si y como Robbie esta tan dormido porque es primera hora y es tan bobo que lleva las zapatillas de casa -dijo Rex riéndose de su pobre amigo, que efectivamente llevaba las zapatillas de casa.

-¿Y no podrías habérmelo dicho antes? -preguntó Robbie mirando a su muñeco enfadado.

-No habría tenido gracia -consiguió decir Rex entre risas.

-Tranquilo, si has tenido el disfraz de tu personaje, también habrás traído sus zapatos, puedes ponértelos -comenté mirando la bolsa que traía.

-¡Claro! Muchas gracias Tori.

Después de eso de marcharon y me volví a quedar sola con Jade. No se que prefería si pasar un rato con Trina o pasarlo con Jade.

Por lo menos el timbre no tardó en soñar y fuimos a clase sin ningún percance más.