Arriesguemonos

Parte 13

Los días pasaban lentamente y la pareja más reconocible, la de Jade y Beck había quedado en nada, aún no se sabía si habían cortado o simplemente estaban tomándose un tiempo para poder retomar las cosas con normalidad pero eso no hizo que las demás chicas del instituto no quisieran intentar algo con Beck, se le veía con más chicas aunque él no quisiera estar rodeado, ellas no le dejaban ni a sol ni a sombra.

Ahora la pareja que más se reconocía en el instituto era la de Robbie y Cat, que estaban empezando pero se notaba la ilusión en sus ojos aunque también en todas las ñoñerias que hacían y decían. Para mi, que muchas veces estaba con ellos, no era más cómodo que ver a Jade y Beck peleándose todo el rato. A decir verdad no se que preferiría. No estoy diciendo que se den besos, la cosa es que no se dan, simplemente se agarran del brazo y no paran de decirse lo maravilloso y perfecto que es todo. ¿Nos volvemos tontos con el amor o es cosa mía?

Como nos dieron dos horas libres porque el profesor que nos tocaba se había puesto enfermo, me fui a la biblioteca para leer un rato. Tampoco tenía nada mejor que hacer, Andre estaba bastante distraído y lo que hablábamos era cosas sin importancia. ¿Qué le pasaba a todo el mundo?

Cuando iba a entrar a la biblioteca vi a Trina saliendo de allí con un montón de revistas y recortes.

-Ah Tori menos mal que te encuentro, dime ¿cuál me quedaría más sexy y que hiciera perder la razón a Carl? -me enseñaba cinco modelos diferentes que sin duda iban con su carácter.

-Pues no sé... cualquier cosa que te pongas estará bien, si le has gustado -"cosa que me parece increíble" dije en voz baja para que no lo oyera- aceptará cualquier cosa que te pongas.

-Ainsss.. Hermanita que poco entiendes -me dio palmadas en el hombro como si quisiera reconfortarme o darme el pésame, no se cual de las dos era- cuando tengas novio, entenderás lo difícil que es mantener una relación. Si no puedes preguntárselo a tus amigos Beck y Jade que por cierto -bajo la voz y nos apartamos de la puerta de la biblioteca- yo no entraría ahí ahora... están en plan matrimonio, ya sabes...

-Gracias por el aviso Trina -le agradecí, no quería experimentar otra vez una pelea como la del otro día.

-Si estuviera soltera sería una de esas chicas que van detrás de él... pero bueno... mejor para las demás porque no podrían competir con esto -dijo señalándose entera a lo cual sonreí conteniendo una risa- bueno me voy, nos vemos hermanita.

Me despedí con la mano y luego mire la puerta de la biblioteca dudando en que hacer. Ya no podía entrar dentro pero tampoco es que se oyeran sus gritos ¿Trina había mentido? Simplemente sería entrar, coger un libro cualquiera y apuntarlo en la agenda de la bibliotecaria.

Me asomé a la sala y no se oía nada, ni una voz subida de tono ni unos susurros. Ni si quiera el sonido de pisadas.

Me acerqué a la estantería donde había libros de thriller y cogí el primero que encontré, no iba a quedarme mucho tiempo por si acaso era verdad, nunca se sabe, puede que me haya engañado ¿pero para qué haría eso mi hermana?

La bibliotecaria no estaba así que yo misma me apunté en la agenda para devolverlo después sin problemas. Simplemente lo quería para pasar estas horas sin aburrirme demasiado.

Como no había muchos lugares tranquilos me fui al armario del conserje. Era un sitio pequeño y algo sucio pero para escapar de todo y estar a solas me servía, por eso me senté en el suelo y comencé a leer.

Llevaba ya dos capítulos cuando entró por la puerta Beck cerrándola deprisa y después los gritos de varias chicas buscándole. Cuando se dió cuenta de mi presencia, se puso el dedo en los labios para que no dijera nada y yo asentí con la cabeza. Al no saber que hacer volví a mi lectura, pero era imposible terminar una frase teniéndolo al lado y tampoco quería alzar la mirada. Hacia días que no hablábamos normal y ahora parecía imposible hacerlo.