Carlos acariciaba mi mano que reposaba sobre su pierna. A pesar de llevar meses cogiendo aviones sin parar, los despegues me ponían muy nerviosa.
La azafata pasó por el pasillo verificando que todos llevásemos puestos el cinturón de seguridad y comprobando que los compartimentos donde se guardan el equipaje de mano estuvieran bien cerrados.
- ¿Estás más tranquila? - dijo Carlos un vez que ya el avión había tomado altura y podíamos quitarnos el cinturón.
- Sí, pero no pares de hacerme eso - le dije refiriéndome a sus caricias en mi brazo.
Carlos me sonrió a modo de respuesta.
- Ojalá hubiera una máquina del tiempo y pudiera ser lunes de nuevo - me susurró cuando apoyé mi cabeza en su hombro. - Estaría repitiendo estos tres días toda mi vida.
- Cómo la peli "El día de la marmota" - me reí.
- ¿Qué peli es esa?
- ¿No la conoces? ¡Ay Dios! ¡Qué joven eres! - Sonreí negando con la cabeza - va sobre un tipo que se queda atrapado en el tiempo y repite el mismo día una y otra vez.
- Eso es lo que quiero...
- Han sido unos días muy bonitos. Gracias Carlos.
- Pues... - resopló - sinceramente, no tengo ganas de volver a la realidad.
- No nos queda más remedio.
- ¿Por qué no me dejaste que te dijera anoche...?
- ¡Nada Carlos! ¡No ibas a decir nada! - le interrumpí incorporándome en mi asiento.
- ¿Pero por qué Virginia? Si es lo que siento.
- Son palabras mayores Carlitos.
- ¿Y a qué tienes miedo? ¿A qué te las diga y no sepas que decir? ¿o quizás si sabes tu respuesta pero no quieres reconocerlo?
No dije nada. No quería oir esas palabras de su boca porque automáticamente saldrían las mismas de la mía.
- Pues te lo voy a decir tarde o temprano. - me insistió de nuevo - además voy hacerlo delante de tu marido y mi padre.
- Te ha afectado tomar el sol de estos días.
- Ya lo verás...
- Estás loco.
- Por ti.
- Déjate de tonterías. Que eres muy salamero.
- ¿Lo has hecho alguna vez en el servicio de un avión?
Lo miré con los ojos muy abiertos.
- No me mires así. Te he hecho una pregunta. No es una proposición. - me dijo con una amplia sonrisa.
- No... claro que no.
- Voy yo - dijo levantándose - espera un poco y ahora ven tu.
- ¡Carlos! ¡Esto es una locura!
Aún así, esperé unos minutos y fui. Hay que probar de todo en esta vida...
~•~
Carlos Sainz Jr. P.O.V.
Al llegar a Barcelona, Virginia se fue a su hotel y yo me dirigí directo al circuito. Tenía varias entrevistas y quería prepararlas antes con Tabatha.
Al llegar al hospitality para dejar mi maleta me encontré con mi familia al completo.
- ¡Carlos! - dijo mi madre al verme. Se acercó a mi y me dio un fuerte abrazo. La verdad que la echaba mucho de menos. - ¿Cómo estas cariño?
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La Boca Del Lobo
FanfictionVirginia, 32 años. Segura de sí misma, independiente e inteligente. Posee su propia tienda de moda y un blog donde cada día comparte sus outfits, siendo uno de lo mas exitosos de la red. Casada desde hace dos con David, 35 años. Un ingeniero del aut...