Caminos diferentes

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Carlos Sainz P.O.V.

Caminaba por el Paddock cuando me topé de frente con Tabi y David.

- ¿A dónde vais? - le dije a mi chica tras besar sus labios.

- David tiene una entrevista con Movistar y vamos a la cafetería para prepararla antes. 

Lo miré, me miró y casi nos fulminamos con la mirada.

- Estupendo. - dije echando el paso. Quería irme de allí, a ambos nos incomodaba nuestra presencia. 

- ¡Espera Carlos! - dijo Tabi - Virginia ha ido a buscarte. Necesito una camiseta para David de la escudería. Quiero que se la ponga durante la entrevista.

- Vale, sin problemas. Ahora mimo se la doy.

- ¡Nos vemos luego!  

Me dirigí al hospitality, era el momento. Necesitaba verla a solas y dejar las cosas claras de una vez por todas. Me sentí muy mal tras nuestra conversación en el baño del restaurante. No era una forma de dar por terminada nuestra relación. Me sentí como un estúpido tras hablarle de aquella forma. 

Quiero que ambos recordemos esta historia como algo especial y nos deje un buen sabor de boca y no ese gusto amargo que me acompaña desde hace meses. 

Subí las escaleras y me encontré a Dany junto a Virginia mirando las camisetas en su habitación. Me apoyé en el quicio y la observé. Estaba algo nerviosa. No paraba de tocarse el pañuelo que llevaba al cuello. Le insistía a Dany que cogiera cualquier camiseta, con prisa. Como si quisiera salir huyendo de allí. Pero no la iba a dejar...

- Dan, ¿qué haces? - le dije a mi amigo como si no supiera de que iba al historia.

- Buscando una camiseta para David, tiene ahora una entrevista. ¿Tu tendrás de la talla S? Seguro que sí.

- Sí, algo hay.

- Pues Virginia, ve con él, que yo tengo que bajar al garaje. Nos vemos luego. - y mi compañero intentó desaparecer lo antes posible. Sabía mis intenciones de hablar con Virginia y supo como yo que éste era el momento idóneo.

Sin mediar palabra entre los dos, Virginia me siguió y entramos en mi habitación en completo silencio. Una vez dentro, cerré la puerta con llave. No quería que se me escapara. Tenía que aclarar ésto cuánto antes.

Se notaba el ambiente muy tenso entre los dos. Ella permaneció inmóvil mientras yo buscaba la camiseta. 

- ¿Ésta le servirá? - dije sosteniendo una entre mis manos.

- Sí, creo que sí. Gracias. - estiró el brazo para cogerla pero rápidamente la dejé a un lado en la camilla y me apoyé en ella. Había llegado el momento.

- Virginia, he estado pensando y no quiero que esto acabe así.

Y a ella le cambió la cara. Estaba nerviosa, mirando a su alrededor, como buscando algo. Luego, parece que se relajó, respiró varías veces y se quitó el pañuelo del mil colores y lo dejó a un lado junto a la camiseta. 

Recogió su pelo con las manos y lo dejó caer a un lado, dejando ver su cuello, el cual me moría de ganas por besar y morder, sabiendo que eso la volvía loca. 

- Tu dirás. - dijo apretando los labios luego, se notaban secos, debido a los nervios. 

- Primero quería pedirte perdón por mis formas de anoche, sé que no actué bien. Te hablé muy mal.

La Boca Del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora