El raro hermano mayor de Mikey

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La fiesta estaba en su pleno apogeo; la música estaba a todo volumen, las bebidas eran bastante buenas, la gente reía y bailaba. En general, estaban pasando un buen rato. Era una gran fiesta debía de admitir Frank y estaba agradecido de que Mikey finalmente se había dignado a hacer una.

Se encontraba hablando con Jamia Nestor, una de las chicas más bonitas de su escuela. Tenía el cabello negro y un par de hermosos ojos, una linda voz, en un tono que no le molestaba. La chica le gustaba, concluyó mientras le escuchaba hablar. Hasta hubiera permanecido escuchándola toda la noche si Mikey literalmente no le hubiera tomado de la camiseta y arrastrado con él.

— Deja de acosar a Jamia —le dijo éste, pero Frank solo soltó un bufido. Se abrían paso entre la multitud, Frank con cuidado de no volcar su bebida sobre la gente.

— Jamia me gusta y yo le gusto. No veo el problema.

— ¿Cómo sabes que le gustas? ¿Te lo ha dicho? —el de lentes enarcó una ceja, curioso.

— No, pero es obvio que le parezco atractivo. Además, Jamia es un muchacha muy lista y bella...

Mikey rodó los ojos— Jamia esto, Jamia lo otro. Deja de hablar de Jamia, me tienes harto. Ahora necesito que me ayudes a subir las latas de cervezas del sótano. Se nos acabaron.

Recién en ese entonces, Frank cayó en la cuenta de que se estaban dirigiendo hacia el sótano de la propiedad. Entraron a la cocina donde un grupo de chicos se encontraban jugando entretenidamente un partido de beer pong, vitoreando cuando uno de ellos hacia una anotación.

— ¿Y tu novio? ¿Porque no te ayuda él? —cuestionó cuando se detuvieron en la puerta que dirigía al sótano.

— Lo he perdido, no sé en donde demonios se metió Ray.

— ¿Y solo por eso me has arrastrado lejos de Jamia? —se quejó el moreno mientras seguía a Mikey por las oscuras escaleras.

— Vuelves a decir Jamia una vez más y juro que te empujo por las escaleras, Frank.

Frank rió ante la 'amenaza' de su amigo, ni siquiera sonó como una amenaza y probablemente ni siquiera la cumpliría. "Nunca digas promesas que no cumplirás," le decía su abuela, de ser así entonces Mikey necesitaba comenzar a cumplir con las suyas. Quizás era el alcohol en su torrente, pero le divertía cuando su amigo le amenazaba con empujarlo. Sí, definitivamente era el alcohol.

Llegaron al final del recorrido y Mikey encendió la luz, era poco conveniente que el interruptor se encontrase justo al final de las escaleras y no arriba, puesto que uno podría tranquilamente tropezar y caer en la travesía que eran los escalones. Quien quiera que hubiese construido el sótano definitivamente quería que la gente se hiciera daño. Quizás odiaba a las personas y por ese mismo motivo lo había hecho. Inteligente de su parte.

— Ten. Lleva está caja.

Mikey le extendió una pesada caja con latas de cerveza. Frank se vio obligado a depositar su vaso sobre una de las cajas a su izquierda etiquetadas bajo el nombre de 'adornos de Navidad' para poder sostenerla.

— Espero que me pagues por esto —bufó Frank— Mi esfuerzo lo vale.

— Frank, tu esfuerzo no vale nada —dijo mientras él mismo cargaba con una caja y comenzaron a hacer el camino de regreso hacia el mundo de arriba. Allí abajo, en el sótano, la música apenas era audible y parecía ser un espacio totalmente aparte del tumultuoso que tenía lugar arriba.

Mikey's Creepy Older Brother ↠ FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora