— ¿Crees que se me ve bien? —le preguntó el chico. Frank levantó la vista de la historieta que se encontraba leyendo, sentado en la cama.
— Gerard, cada prenda que te has probado hasta ahora se te ve genial —aseguró— Además, solo es una cita. No debes preocuparte tanto por la vestimenta.
— Solo quiero lucir bien cuando este contigo —murmuró, quitándose la camiseta con algo de frustración. La arrojó al suelo y procedió a colocarse otra.
Frank suspiró. Odiaba cuando Gerard tendía a rebajarse por debajo de su nivel y pensaba que nunca era suficiente para él, lo cual sucedía bastante a menudo. Además, no le veía tanta importancia al asunto como el otro parecía darle. Era solo una cita, nada del otro mundo. Podía entender que estuviese nervioso, teóricamente aquella era la primera cita 'oficial' que tenían.
Mucho había sucedido en el relativamente corto lapso de tiempo posterior al desencadenamiento emocional de Gerard. No había sido fácil salir de él, fue todo menos eso, pero gracias a la insistencia de Frank y sus padres comenzó nuevamente a tomar su medicación y su frágil estado mejoró un poco, lo cual era un gran paso para su recuperación. La mente era en realidad una parte del ser humano muy compleja, tanto era así, que la mayoría aún no es capaz de comprender todos sus misterios.
Sus sesiones con el terapeuta también parecían dar sus frutos, lenta, pero de manera efectiva. Había sido idea de sus padres, y a pesar de la reticencia inicial por parte de Gerard, terminó por aceptar acudir a su oficina dos veces por semana. Frank le acompañaba a sus sesiones y le esperaba en la sala de espera. Gerard jamás hablaba cuando salía, y Frank no pensaba obligarlo a hacerlo.
Sin embargo, aún había un tema que solía preocuparlo y era con respecto a Bert. Todas las veces que le preguntaba si lo veía, Gerard bajaba la vista al suelo y negaba con la cabeza. No era una respuesta muy convincente y Frank quería creer que era cierto, pero una parte suya le decía que no era así. Ese tema no parecía querer dejarlo en paz, a ninguno de los dos. Pero decidió que aquel día dejaría de lado toda preocupación, pues Gerard se veía feliz. Feliz y nervioso.
— ¿Azul o negro?
Frank fue sacado de sus pensamientos por una nueva pregunta de Gerard. Sostenía dos camisetas, una azul y otra negra, ambas de manga larga. Sabía que las usaba para cubrir los cortes en sus muñecas, parecía avergonzase de ellos. Sus otras lastimaduras también comenzaban a desaparecer.
— Azul.
— ¿Estás seguro? —no parecía muy seguro de su elección. Miró la prenda con recelo.
— Bien, entonces usa la negra.
— Solo lo dices para darme gusto, ¿cierto?
— No, es solo que me gusta más la azul —dijo, dejando la historieta a un lado. Abandonó su lugar en la cama y se acercó a Gerard— Resalta tus ojos.
Gerard se ruborizó, lo cual le quitó una pequeña sonrisa a Frank. Uno pensaría que para ese entonces, luego de casi tres meses de haberse conocido, habían dejado esa etapa atrás. No lo hicieron.
— En realidad no importa la ropa, Gee. Te ves bien de cualquier forma. Escoge la que más te guste a ti, ¿sí? Yo esperaré abajo mientras tú te decides.
Gerard asintió con la cabeza y se volvió al espejo, debatiéndose entre los dos colores. Frank caminó hacia la puerta, pero antes de salir regresó tras sus pasos y colocó un beso en su mejilla.
El rostro de Gerard pareció adquirir un tono aún más rojo, Frank lo encontraba adorable. Sonrió tímidamente, lo que provocó que su corazón diese un vuelco. Cualquier sonrisa de Gerard tenía ese efecto en él.
ESTÁS LEYENDO
Mikey's Creepy Older Brother ↠ Frerard
Romantizm"It feels like as if somebody was gripping my throat and squeezing. Sometimes I see people that I love dying and I can't... I can't ever wake up." Al asistir a una fiesta en la casa de su mejor amigo, Frank jamás imaginó que terminaría en la cama co...