No hay lugar para el amor (Libro 1 de 3)

1. Alexis

No hay nada peor que estar parada en el altar viendo a tu novio correr en dirección a la puerta cuando te estas por casar. Corrección, no hay nada peor que verlo correr en dirección a una chica desconocida que acaba de gritar "Yo me opongo" desde la puerta de la iglesia y, encima, verlo abrazarla como solía abrazarme a mi hasta hace un par de meses. Mi hermano se levanta de su asiento frente a toda la escena y se voltea para empezar a caminar en dirección de mi novio o, ex novio, pero antes que lo haga tomo su brazo y lo sostengo donde esta,
-Alexis...-susurra mientras me mira,
-No, Tobias, no hace falta-le digo antes de que siga caminando,
-Debería patearle la cara-admite él,
-No, deberías sacarme de aquí-razono,
-De acuerdo-acepta, desliza una mano por mi cintura y me guía a una puerta lateral de la iglesia para evitar recorrer todo el pasillo y mirar a la gente. Cuando salgo de la vista de la gente le pido a Tobias que me lleve de vuelta a la casa de nuestros padres donde me vestí. Él, por primera vez se comporta como mi hermano y lo hace sin decir nada.
-¿Quieres un té o algo asi?-dice cuando entramos a la casa de mis padres,
-Una cerveza-le grito mientras subo las escaleras hasta mi habitación. Me quito los zapatos y los hago desaparecer entre todas las cosa que hay desparramadas por el suelo. Hace dos horas la habitación estaba llena de mujeres vistiendose para mi casamiento, ahora estoy yo sola tratando de quitarme un vestido que no usaré nunca más en mi vida,
-Bien Alex, esta es la prueba de que tu y el amor no se llevan bien en esta vida- me digo en voz alta mientras bajo el cierre lateral del vestido y salgo de él. Me miro incómoda frente al espejo. Llevo un conjunto de ropa interior nuevo, casi transparente y lleno de encaje, se suponía que iba a ser la sorpresa para Luke una vez que estemos solos pero, pues, de haber sabido que las cosas saldrían así, jamás me lo hubiese puesto. Me lo quito todo, desarmando mi peinado y me meto en la ducha, quitándome el maquillaje mientras el agua cae sobre mi y, una vez que me siento libre, me visto con lo que sea que encuentro en mi viejo ropero. Llevo cuatro años viviendo con Luke y, de repente me doy cuenta que voy a tener que volver a vivir con mis padres,
-¡Diooos!-exclamo molesta, -Veinticinco años y volver a vivir con ellos, ¡Mierda!-,
-¿Alex?-pregunta mi hermano al otro lado de la puerta, -¿Puedo entrar?-,
-Espera que termino de vestirme-le aviso,
-Ok-dice él. Encuentro una vieja sudadera y un corpiño deportivo enterrados al fondo del ropero y me los pongo junto al único jean que encuentro, por suerte para mi, no es tan viejo. Camino hasta la puerta y la abro, mi hermano esta apoyado en la pared contraria sosteniendo una cerveza en cada mano, es tan sexy que, estoy segura que lo sabe, no es ningún idiota,
-¿Mejor?-pregunta intentando sonreír,
-Mucho-admito y le quito una cerveza de su mano antes de salir de la habitación y bajar las escaleras hasta la cocina, él camina detrás de mi, parece estar taladrandose el cerebro en busca de las palabras correctas. Me siento en la mesa de la cocina y él se sienta frente a mi. Se ha quitado el saco del traje y lleva una camisa blanca un talle más chica del que le corresponde pero, estoy segura que lo ha hecho a propósito para que se marquen más sus músculos. No soy idiota, tiene un año más que yo y siempre lo he visto con chicas distintas, él dice que el día que una mujer lo vuelva loco en la cama se casará y hasta ahora, no la ha encontrado por lo que sigue en la búsqueda, experimentando con cualquier cosa que tenga tetas, culo y una vagina que lo entretenga.
-¿Y...?-dice,
-No sé-le leo la mente, -No se quién es y tampoco me importa-espeto molesta,
-Espero que papá esté haciéndole un escándalo ahora-dice antes de darle un trago a su cerveza,
-Papá está haciendo que le pague cada centavo de la boda en este momento-concluyo riéndome, él lo hace también,
-¿Qué dices si te llevo a casa y empacas todo y te vienes a mi departamento?-ofrece, -Estoy seguro que no quieres volver a vivir con mamá y papá-,
-Pero tampoco quiero despertarme en medio de la noche escuchando como te coges a una cualquiera- le digo recordando la única vez que me quedé ahí después de una pelea que tuve hace años con Luke,
-Para que sepas no era una cualquiera, era Tatiana y si no se hubiese mudado tal vez...solo tal vez, ponía un anillo en su mano-admite haciendo que lo mire sorprendida,
-¿De verdad?-,
-¡Hey!, tenía el culo perfecto-dice haciéndome reír, -Vamos, te llevo a casa, destruimos un poco y nos llevamos todo, ¿Qué dices?-creo que son sus poderosos ojos azules los que me convencen,
-Digo que eres el mejor hermano del universo-admito sonriendole.
Cuando llegamos a casa, me siento incómoda, no quiero que Luke se quede con mi casa, la compramos juntos y ahora no sé si es mía o de él. Entro y veo las valijas listas para irnos a nuestra Luna de miel y, ahora, todo el tiempo que perdí planeando un casamiento que nunca va a suceder me hace sentir una tremenda estúpida.
Tomo las valijas con su ropa y las vacío allí mismo, corro hasta mi cuarto y meto toda mi ropa en ellas. Cuando regreso al living me doy con que Tobias ha subido a la camioneta casi todos los muebles que sabe que compré,
-¿Si me llevo el tele de tu pieza crees que voy a estar pasándome de la raya?-pregunta encogiéndose de hombros, me rio,
-Hmm...lo compró él pero...Papá pago todo el casamiento asique supongo que sera una forma de devolverle el dinero-,
-Genial-exclama sonriendo antes de correr a mi habitación y volver con el televisor de pantalla plana entre sus manos, -¿Tienes toda tu ropa?-,
-Sip, no estoy segura si me estoy olvidando de algo-,
-Es probable...pero olvidate porque no voy a dejarte volver a esta casa jamás-,
-Y yo no voy a volver-aseguro,
-Avisale al idiota que no lo robaron-dice, asiento y camino a la heladera donde hay un bloc anotador, tomo una hoja y escribo,
"Tranquilo sanquijuela, no te robaron. Me lleve todo lo que es mío, nada más. Ah, si, puede que me haya llevado cosas que son tuyas pero... ¡Hey! ¡Me la debes por humillarme como lo hiciste!
Alex".
Cuando logramos cargar el lavarropas nos vamos de vuelta a mis padres y descargamos todo en el garage, puede que papá me odie después pero no importa.
-Voy a llamar a Papá, hace cuatro horas nos fuimos y ellos no han vuelto-dice Tobias cuando entramos en la casa, asiento y saco otra cerveza de la heladera y me la llevo al jardín, me tiro en el cesped y me quedo ahi disfrutando de los últimos rayos de Sol de un hermoso día de primavera completamente desperdiciado.
-¡Alex!-, el grito me hace sentarme de golpe y mirar a la casa, mi mejor amiga, Andrea, sale como si acabase de ver a un fantasma y corre hacia mi,
-Cariño-dice abrazandome,
-Andy, estoy bien, no hacen falta tus demostraciones de amor-,
-No me jodas-me reprocha, -No sabes como están tus padres-dice desarmando su peinado ,
-¿Qué pasó?-,
-Cuando Tobi te saco de ahi, tu papá se puso como una furia-,
-Me imagino-,
-La familia de él decía que se sentían humillados y avergonzados por lo que Luke hizo y que le devolverían todo el dinero-,
-¿Y Luke?-,
-Casi logra huir de tu papá que, cuando lo agarró...- se ríe, -Nunca vi a tu papá tan enojado, le dijo que podía meterse su carisma y trabajo por donde tu sabes y, que se encargará de vender la casa y devolverle todo el dinero o le haría un juicio por no sé que cosa de la firma-,
-¡Alex!-me llama mi hermano y corre hacia nosotras, -¿Sabías que Luke hizo fraude en la firma de papá?-pregunta sorprendido. Luke y mi papá son abogados y, papá le dio un trabajo en su firma en cuanto se recibió,
-¿De verdad?-pregunto aun mas sorprendida,
-Papá acaba de contarmelo por teléfono, dice que lo ha dejado pasar porque ustedes estaban por casarse pero ahora, dice que si no le devuelve hasta el último centavo, todo el mundo va a enterarse porque llevará el fraude a juicio-, Tobias está más feliz de lo que debería,
-La verdad es que de ahora en más, lo que a él le pase a mi no me importa-admito. Me termino mi cerveza mientras Andrea y Tobias me miran y, es allí donde me convenzo que mi corazón no puede con otro idiota, por lo que decido que, para mi, no hay más lugar para el amor.