El jueves me pongo a trabajar desde temprano en el vestido de novia, tengo una semana antes de la primera prueba asi que debo terminar rápido. Almuerzo con Tobias que, coquetea frente a mis ojos con la camarera del restaurante donde comemos y, antes de irnos, ella le deja su número de telefono escrito en la cuenta,
-¡No entiendo como es que son tan zorras!-digo, él se rie,
-El problema es que tu eres un iceberg, no entiendo como Luke pudo soportarte cuatro años-, la sola mención de su nombre me pone histérica,
-Ya viste cómo-le digo y me alejo de él en dirección contraria a su auto,
-¡Alex!-me llama, -¡Lo siento, se me fue de las manos!-se disculpa mientras yo casi corro en la otra dirección, -¡Vamos Lexi!-, me toma del brazo y me voltea para que lo mire, -Lo siento ¿Si?-dice sonando apenado, -No es que seas un iceberg solo que...te cuesta abrirte con la gente, ya encontraremos a alguien para ti-,
-Te dije que no quiero a nadie-,
-A ver...no-dice mientras sacude la cabeza, -Por lo menos búscate a alguien que te de un poco de sexo-se burla, -Creo que te hace falta-,
-Hmm...si-admito, -Pero tu eres tan mal hermano que no me consigues nadie para eso-me quejo,
-Te dije que con Nate no-comenzamos el camino de vuelta a su auto,
-No dije Nate idiota, consigueme alguien como yo te he estado presentando gente por los últimos cuatro meses-,
-De acuerdo, de acuerdo, es que...-dice rodeando mis hombros con su brazo, -Yo no puedo entregar a mi hermanita asi nomas-,
-Solo eres el mayor por diez meses -le aviso,
-Dios, mamá y papá eran unos conejos-se burla haciéndome estallar de la risa.
Cuando llego al negocio el viernes por la mañana, me doy con que está infestado de gente, Liza no da abasto asique me quedo a ayudarla. Estamos cerca del verano y he estado haciendo trajes de baño especiales para Nueva York que, se están vendiendo como pan caliente.
-¿No tienes un talle mas de este?-, me pregunta una chica mientras me muestra con pantalón corto,
-Alex, no hay talles más chicos de la blusa azul con vuelos ¿Verdad?-pregunta Liza mientras atiende a otra chica,
-No, no hay-digo trepandome en la escalera para sacar un talle más del pantalón. Hay que admitir que no todo lo que vendo en Aldy es creación de Aldy, si hay talles es porque no lo he hecho yo.
-Dioooooos, que diaaaa-dice Liza cuando finalmente cerramos el local, estoy agotada, las mujeres histéricas por ropa nueva no son mi fuerte,
-Por lo menos se acabo-,
-Al fin-se rie mirándome, un chico golpea la puerta de vidrio que ya esta cerrada, -Me buscan, voy a avisarle que te ayudo a y cerrar y nos vamos-dice caminando a la puerta,
-No Liza, vete, ya termino yo de cerrar-,
-¿Segura?-, lo miro al chico de nuevo,
-Vete-le digo, -No dejes a ese bombón esperando afuera-ella se pone roja como un tomate, La bella inocencia, pienso, -Shu, fuera-le digo,
-Gracias-agradece ella tomando sus cosas y saliendo del local. Los veo abrazarse y darse un pequeño beso y, un escalofrío recorre todo mi cuerpo, extraño esos pequeños gestos pero estoy más que determinada a no dejar, nunca jamás, a que un hombre entre en mi corazón.
Cuando cierro el local y salgo ya está oscuro afuera asi que me apresuro a ir al subterráneo,
-¡Alex!-me llama alguien, me volteo y veo a Nate correr en mi dirección,
-¿Nate?-, estoy medio ciega y no quiero cometer errores,
-¿A dónde vas sola por aqui?, No es seguro-pregunta una vez que estamos frente a frente,
-Lo sé por eso corro al subte-admito, él se rie,
-Ven conmigo, te llevo a casa-,
-No, no hace falta-,
-Vamos-dice, -No seas igual de cabeza dura que tu hermano, deja que te lleve a casa-me rio pensando en Tobias, -Vamos-insiste, -Me sentiré mejor si sé que llegas a casa-, pienso mis opciones, si él me lleva voy a tener tiempo de bañarme y prepararme para ir a lo de Gina, donde comeremos y luego saldremos.
-Ok-acepto,
-Bien, vamos-dice ofreciendome su brazo. Que caballero, seguro asi es como conquista a todas, rodeo su brazo con el mío y comenzamos a caminar en dirección de su auto,
-¿Cómo es que trabajas en Toyota pero no tienes uno?-digo cuando me abre la puerta de un Honda,
-Trabajaré para ellos pero no me gustan sus autos, además, tengo uno-cierra mi puerta y rodea el auto para sentarse a mi lado, -Lo uso cuando tengo que ir a cosas de la empresa pero, aqui entre nosotros-dice, -Prefiero los autos con más...clase, se podría decir-,
-Me doy cuenta-le digo sonriendo,
-Dime, ¿Dónde te llevo?-, le doy mi dirección que, inmediatamente pone en el GPS y comienza a andar por las calles de Nueva York.
Hablamos de cosas insignificantes, riéndonos y disfrutando de la compañía del otro, es casi igual a Tobias por lo que no me resulta difícil bromear con él.
-Y...-dice mirando el edificio de mi departamento, -Aquí estamos-anuncia, le sonrio,
-Gracias Nate-,
-No hay de que, fue un placer traerte-sonrie de lado, me muerdo el labio y, me sorprendo pensando que tan bien se vería debajo de ese traje,
-Hmm...¿Quieres subir?-, me roprocho mentalmente, en realidad, no quería abrir la boca, me mira y su sonrisa crece e, instantáneamente, me exito,
-Pensé que no lo dirías-, sonrio algo sonrojada, me bajo del auto y le hago una seña, ¿Quién eres y qué hiciste con Alexis?, me pregunto. Él se baja del auto y lo cierra caminando en mi dirección, abro la puerta del edificio mientras trato de acordarme si mi departamento no esta hecho un desorden, por suerte, cuando abro, me acuerdo que hice limpieza la noche anterior. Salvada.
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No hay lugar para el amor (Libro 1 de 3)
Подростковая литератураDespués de ser abandonada en el altar por su prometido, Alexis decide no darle más oportunidades al amor. Empaca su vida en un par de valijas y se muda lejos, para comenzar de nuevo, en busca de crecer como diseñadora de modas y escapar de su vida a...