4. Alexis

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-Supongo que haz estado ocupada-dice Tobias cuando me siento en la mesa del restaurante donde me ha estado esperando,
-Perdón-digo despues de besar su mejilla, -El tráfico está horrible-admito, -No quería llegar tan tarde-,
-Naah, no te preocupes-dice, -Soy casi mi propio jefe asique nadie se va a quejar si llego un poco más tarde de la hora del almuerzo-,
-De verdad lo siento-,
-Ya no importa, ¿Ordenamos?-asiento y él llama al mozo. Me siento un poco celosa, hay por lo menos ocho chicas en diferentes mesas que lo miran como si fuese un pedazo de chocolate, si, soy consiente que está vestido con un traje y que tiene toda la pinta de un empresario exitoso pero no quiero que ninguna gata en celo toque a mi hermano, será más grande que yo pero es mi hermano.
Siempre me ha sido fácil hablar con él, es el hermano perfecto, debo decir, porque por más que nos la pasamos peleando, siempre me ha apoyado.
-Cuéntame, he tenido que ir al local para enterarme que tienes a alguien trabajando ahi-, me rio,
-¿Hace cuanto que no te veo?-le pregunto,
-Hace....desde la inauguración-,
-Dios-susurro, -Hace un mes y medio-,
-Parece que las ventas van bien o ¿No?-,
-Aunque no lo creas he estado haciendo nuevos diseños y se están vendiendo como pan caliente en San Diego, aquí no tanto, vendemos pero nada que ver a como lo hacemos en casa-,
-¿Cuánto ha aumentado?-,
-En San Diego las ventas subieron un 25%-, él deja de comer y me mira incrédulo,
-No jodas-exclama,
-De verdad-,
-Wow, Lexi, que bien-me felicita, me encanta cuando me llama asi,
-Gracias, ¿Y a ti como te ha ido?-,
-Geniaaal-exclama, -Me encanta Nueva York-dice con la boca llena, -¿Sabes la cantidad de mujeres que se me tiran encima cuando se enteran que trabajo en Toyota?-,
-No y no quiero saberlo-,
-Oh vamos Alex-dice divertido, -Estoy seguro que si te llevo algun viernes conmigo al bar ligas con alguien-,
-Gracias pero no gracias-,
-Alex estoy seguro que un poco de sexo no te vendría mal-casi me ahogo con la comida,
-No me vendría mal pero no quiero "ligar" con ninguno de tus amigos-, se rie a carcajadas,
-De acuerdo, de acuerdo-dice,
-Sales conmigo un día y te presento unas amigas asi sales despues con ellas, ¿Qué tal suena eso?-,
-Tal vez-, amigas no me vendrían mal, la unica persona que conozco además de él es Liza y, solo tiene dieciocho años asique no es exactamente alguien con quien salir los viernes o sabados por la noche, -Solo tal vez-le digo apuntandolo con el tenedor, él suelta los cubiertos y pone sus manos frente a él,
-¿Nada de zorras?-pregunta haciendo que explote de la risa,
-Conociendote, todas deben ser unas zorras-,
-Hagamos algo, te llevo un día a la oficina y te las presento ahi y, tu me dices si son zorras o no-,
-¿Para que quieres que haga eso?-,
-Tengo que saber con quien me voy a acostar de la oficina y con quien no-,
-¡Dios, Tobi! Si alguna se queja pueden echarte-lo reprocho,
-Pueden, pero ninguna va a quejarse-,
-¿Quién te crees?-me rio de él, -¿El Dios del kama sutra?-me burlo,
-Tal vez-dice con una sonrisa ladeada haciendo que me calle,
-Ok, es tu trabajo no el mio-. Terminamos de almorzar entre risas y comentarios obscenos, creo que si él no estuviese en la misma ciudad que yo, mi vida sería aburridisima.

No hay lugar para el amor (Libro 1 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora