39. Alexis

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El portero del departamento de Tobias suena,
-¿Quién es?-pregunto,
-Nate, vengo a ver como esta y te traigo comida-,
-Te amo-le digo riéndome mientras aprieto el botón para abrir la puerta,
-Alex-me llama Tobias desde su habitación, abro la puerta de entrada y la dejo apoyada para que Nate pueda entrar y corro a ver a mi hermano,
-¡Tobi!-exclamo cuando lo veo, lo ayudo a levantarse para llegar al baño.
-Diablos-digo, -Si no se te pasan los vomitos vamos a tener que llamar un médico-anuncio cuando lo ayudo a volver a la cama,
-Odio los médicos-se queja,
-Lo sé pero vas a deshidratarte-,
-Apoyo lo que dice tu hermana, colega-dice Nate apareciendo por la puerta de la habitación,
-¿Qué haces tu aquí?-pregunta Tobias medio moribundo,
-Vine a ver como estabas y le traje comida a Alex pero...veo que vamos a tener que llamar a un médico-,
-Lex-susurra Tobias protestando,
-Ah no-le digo, -No te pongas en papel de estúpido- le aviso, -Si lo haces me voy en este instante y vas a tener que ingeniartelas solo-,
-Mierda Lex-protesta,
-Nate, busca un médico-,
-Bien-dice él saliendo de la habitación,
-Te odio-dice Tobias antes de vomitarme encima,
-Y yo a ti-.
Cuando deja de vomitar, saco una remera de su ropero y me la pongo y, vuelvo a la cocina,
-¿Qué pasó?-pregunta Nate cuando me ve,
-Me vomitó encima-,
-Que hijo de...-susurra riéndose, golpeo su brazo,
-No es gracioso-,
-Lo sé y lo siento, ya llame un médico-,
-Genial, ¿Cómo conseguiste a alguien tan rápido?-,
-Un amigo de la familia-dice,
-Si quieres puedo quedarme está noche y ayudarte con él pero...en la mañana me iré, tengo que ir a lo de mis padres-, asiento,
-Agradecería si me das una mano con él, cada vez que tengo que cargarlo al baño siento que llevo un camión-se rie,
-¿Quieres comer ahora o esperar al médico?-,
-Prefiero esperarlo, estoy un poco asqueada ahora-admito,
-Eres una buena hermana-dice,
-Me merezco un premio-digo riéndome,
-Tal vez lo consigas-dice mirándome provocadoramente.
El médico llega como veinte minutos después de que Nathan lo ha llamado, observa a Tobias durante unos minutos,
-Bien Tobias, voy a ponerte una inyección para que dejes de vomitar-,
-Mierda-susurra él,
-Tobi-lo reprocho,
-Con esa inyección seguro te duermes después y recuperas fuerzas pero...-mira el tacho de basura donde ha estado vomitando, -Por lo que veo ya estas limpio, estas vomitando bilis que es lo que no quiero que pase-, Tobias asiente,
-Voy a darte unas pastillas para reestablecer la flora intestinal y no quiero que lo hagas ahora, mañana mejor, toma mucha agua, no estas deshidratado pero haz perdido mucho líquido-me mira a mi, -Si mañana sigue vomitando me llamas de nuevo-asiento, -Pero yo creo que lo peor ya paso- Tobias asiente, -Si mañana no vomitas podrás comer, una sopa o, un poco de pollo y, si vas a comer verduras-,
-Que sean cocidas-lo interrumpo, él me mira y asiente,
-Parece que estas en buenas manos-le dice a Tobias sonriendo. Salimos de la habitación para darle privacidad y asi, colocarle la inyección, unos minutos mas tarde sale,
-Bien, ya está-dice,
-Gracias Mike-le dice Nate,
-No te preocupes Nate, no ha sido nada-, él asiente, -Y, si no se mejora me llamas-me dice entregandome una tarjeta con su número telefónico,
-Gracias, de verdad-,
-Vamos, lo acompañare abajo-dice Nate, el médico estrecha mi mano y se marcha.

No hay lugar para el amor (Libro 1 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora