No hay lugar para el amor (Libro 1 de 3)

45. Alexis

-¿Qué tal me veo?-digo saliendo del baño, Kate, Isadore y Gina están siendo mis supervisoras de moda, por primera vez, en mucho tiempo, siento nervios por una cita,
-Mamasita-dice Gina,
-Yo...-empieza Kate, -Si fuese hombre, te lo hago ahora mismo en el sillón-,
-Kate-chilla Gina haciéndome reír. Llevo un vestido de mi nueva línea, lo termine hace unos días y decidí hacerlo para que permanezca en mi guardaropa. Es azul marino y, como Travis dijo que iríamos a un lugar elegante, vi la ocasión perfecta para usarlo. Es de un solo hombro y, en la cintura, agregue un prendedor plateado, haciendo que la falda salga en pliegues, no es ancho, se separa un poco más de mi cuerpo en la cintura nada más y, me llega hasta un poco más arriba de las rodillas,
-¿De donde sacaste los zapatos?-pregunta Isadore,
-Amy-digo,
-La odio, siempre tiene los mejores zapatos-, asiento porque es cierto, son plateados y altos y, las tiras se cruzan cuando llegan al tobillo,
-Me encantan-dice Kate, -Me encantas-se levanta del sillón y me sonrie, -Nuestro pollito va a una cita-exclama haciéndome reír, el portero suena y dejo de reirme, miro mi reloj,
-Mierda-susurro,
-Su puntualidad dice mucho de él-dice Gina,
-No estoy lista-admito, Kate corre al portero y atiende,
-¿Quién es?-dice, -Enseguida baja-cuelga y me mira, -Fuera-chilla, -Tengo la llave, nos iremos después que se hayan ido-asiento y beso a todas en la mejilla antes de correr al ascensor. Tranquila alex, todo esta bien, me digo mientras el ascensor baja. Salgo de él, aliso mi vestido, compruebo tener todo en mi pequeño bolso de mano y, abro la puerta. ¡Dio mio! Exclamo en mi cabeza recordando las pocas clases de italiano que tomé. Lleva un pantalón de vestir negro y una camisa blanca pegada al cuerpo y, me sonrie en cuanto me ve,
-Alex, te ves hermosa-dice, le sonrio,
-Gracias-,
-¿Vamos?-asiento y ofrece su brazo para guiarme hasta la camioneta que esta estacionada en a unos metros de la puerta de mi edificio, subo y él cierra mi puerta, rodea la camioneta y se sube a mi lado,
-¿Dónde vamos?-pregunto, él sonrie,
-No voy a decirte, arruinaría la sorpresa pero, espero que te guste cenar al aire libre-, me mira de reojo mientras maneja, le sonrio,
-Me gusta-digo,
-Bien-sonrie,
-¿Qué tal ha estado tu sesión de hoy?-pregunto,
-Aggrrh-exclama, -Ha sido olvidable podríamos decir-, me rio,
-¿Todos los días va a maltratarte?-,
-Debe hacerlo-me mira, -Kenny es un buen fisioterapeuta pero yo soy un mal paciente-admite riéndose,
-¿Y cuánto tiempo te queda de recuperación?-,
-Mi médico dice que tal vez un mes y medio más, espero que solo sea eso porque ya estoy cansado de está rutina-,
-¿Eres...-, no estoy segura de cómo preguntar lo que me da vueltas en la cabeza,
-Pregunta lo que quieras Alex, no me molesta-dice sonriendome,
-¿Eres...importante en el deporte?-,
-Estoy dentro del equipo olímpico-,
-Wow-exclamo con demasiada emoción, -Eso es impresionante-,
-Gracias pero, te aseguro que hay alguien mejor que yo solo que no lo han descubierto aún-,
-Disculpa-digo, -Soy una ignorante de la natación-admito,
-¿Y qué deporte te gusta?-, -El basquet, supongo-, se rie,
-No eres muy fan de los deportes ¿Verdad?-,
-Nop-digo algo avergonzada, a veces me gustaría saber algo de deportes,
-Eso no tiene nada de malo-admite, -¿Y qué te gusta?-,
-El arte, la ropa, el verano, el olor a café por la mañana-digo riéndome, él se rie también,
-Solía odiar el olor a café en la mañana pero ahora si no lo siento me pongo idiota-admite riéndose,
-Me pasa igual-.