El invierno había llegado a Japón, y era ya el último año de escuela para el residente de la habitación 102; quien se encontraba en esos momentos, programando en su habitación en compañía de Rita, como había acostumbrado durante los últimos meses...
Desde que Rita se había integrado a Suimei, se alojó en Sakurasou sin que nadie opusiera resistencia. Por el contrario, muchos le pidieron que se quedara allí, y ella no puso objeción. Desde entonces, el joven programador; quien en un comienzo se rehúso a la idea de convivir con la apodada "ex-aprovechadora", se había ido acostumbrando poco a poco a su presencia... Y es que era inevitable. De pronto, simplemente se aburrió de luchar contra la costumbre tan arraigada de Rita, de ingresar a su cuarto cuando él bajaba la guardia... ¡Luego no había forma de sacarla!
Ese año, hacía más frío que de costumbre, y Ryuunosuke, escuchó a Rita estornudar unas cuantas veces. En un inicio no le dio importancia, pero a medida que se repetían sus estornudos, comenzó a desconcentrarse en su labor como programador. Volteó en su silla para observar a Rita, y la vio allí, pintando como de costumbre... ¡Incluso el atril de Rita estaba instalado en su cuarto ahora!
Se veía desabrigada, y no le extrañaría si pescaba un resfriado en ese estado. El solo hecho de verla, le producía una sensación desagradable de frío. Se levantó de la silla, y la cubrió con una de sus mantas.
— Toma, cúbrete — le dijo desinteresadamente Ryuunosuke, intentando ocultar su preocupación.
Rita giró a verlo un poco impresionada, y sonrió en forma tierna, con las mejillas levemente ruborizadas. Ryuunosuke, al verla sonreír de ese modo tan honesto y bello, se sonrojó todavía más, y se vio obligado a esquivar la vista, comenzando a caminar de vuelta a su silla cuando, fue interceptado sorpresivamente por la chica.
— ¡Te preocupaste por mí! — exclamó emocionada Rita, y lo abrazó por la espalda apegando su rostro al hombro del chico.
— O-oye... S-suéltame — le pidió nervioso mientras intentaba quitársela de encima, pero sólo consiguió que la chica lo abrazara con más intensidad, y su rostro comenzó a tomar una tonalidad grisácea debido a su ginofobia — P-por favor, n-no estoy jugando... ¡no me siento bien! — dicho esto, Rita lo soltó inmediatamente.
— Lo siento... — dijo ella disculpándose — fue un impulso.
— Siempre haces las mismas cosas, ex-aprovechadora — dijo Ryuunosuke caminando de vuelta a su computadora.
En eso, golpearon la puerta del cuarto del chico.
— Akasaka, ¿estás ahí? — era la voz de Sorata.
— ¡Yo abro! — exclamó Rita, y se dirigió a la puerta para abrirla.
— Ah Rita, también estás aquí... — comentó Sorata sin demasiada impresión, ya estaba acostumbrado también a que ella saliera de la habitación de Ryuunosuke en cualquier momento — Bueno, mejor. Así ambos se enteran. Resulta que mañana comienzan las vacaciones de invierno, y Chihiro-sensei acaba de informarme que cerrarán la residencia por tres semanas...
— ¡¿Qué?! — Ryuunosuke exclamó impresionado girando su rostro en dirección a Sorata — ¿Estás seguro que eso fue lo que dijo?
— Sí...
— ¿Por qué siempre da las noticias importantes a última hora? — preguntó Rita impresionada.
— No tengo idea — respondió Sorata un poco molesto al recordar la siempre constante actitud irresponsable de Chihiro-sensei. Luego, esbozó una leve sonrisa — de todos modos, no me hago problema. Había decidido regresar a mi casa este año.
"Regresar a mi casa". Estas palabras se repitieron en la cabeza de Ryuunosuke unas cuantas veces y se sujetó de los hombros comenzando a tiritar. Tanto Rita como Sorata lo notaron.
— ¿Estás bien? — preguntó Sorata, mirándolo extrañado. Ryuunosuke volvió en sí.
— S-sí... no es nada — volvió a tornarse serio — es sólo que no quiero regresar a mi casa.
— ¿Por qué razón? — preguntó Sorata con interés.
— No es de tu incumbencia, Kanda — respondió Ryuunosuke, regresando a sus actividades, pareciendo querer ignorar la conversación.
— ¿De mi incumbencia sí? — preguntó Rita con una sonrisa un poco forzada, intentando convencerlo, pero no obtuvo resultados y Ryuunosuke continuó trabajando como si nada.
— Déjalo — mencionó Sorata — no creo que te esté escuchando...
— ¿Y qué harán los demás? — preguntó Rita con aparente curiosidad, pero seguía pensando en la actitud esquiva de Ryuunosuke por regresar a su casa.
— Bueno... la mayoría no lo sé — sonrió un poco — pero Shiina y Aoyama vendrán a mi casa.
Rita esbozó una sonrisa traviesa, cubriéndose los labios con una de sus manos.
— ¿Así que las llevarás a ambas? — Sorata la miró impresionado y se sonrojó un poco.
— S-sí... ¿q-qué hay con eso? — Rita rió un poco.
— Nada, nada... qué valiente, ¿les presentarás a ambas a tu familia?
— Rita... detente — Ryuunosuke le llamó la atención a Rita.
— Oh sí, casi se me olvida que no debo decirle a Sorata lo que hemos estado conversando sobre él...
— ¿Qué han estado conversando sobre mí? — Sorata la miró impresionado.
— Nada, nada — dijo Rita, fingiendo ocultar algo.
— En verdad nada — mencionó Ryuunosuke un poco molesto, dejando de teclear — Rita sólo intenta molestarte... está inventando cosas.
— Sí, sólo bromeaba — dijo Rita en un tono misterioso — es mejor que te vayas, Sorata... — comenzó a llevarlo fuera de la habitación con una sonrisa en su rostro — ahora necesito hablar a solas con Ryuunosuke...
— ¿En verdad estuvieron hablando algo? — preguntó Sorata preocupado mientras era echado del cuarto de Ryuunosuke.
— No, para nada... Bye.
Rita dijo estas últimas palabras en un tono en que era difícil determinar si mentía o decía la verdad. Luego de despedirse, le cerró la puerta y comenzó a reír.
— Eres muy mala con él, ¿por qué bromeas de ese modo? — preguntó Ryuunosuke mirándola extrañado.
— Sólo quería deshacerme de él — manifestó ella aproximándose a Ryuunosuke más y más, haciendo que éste se sonrojara.
— ¡N-no te acerques tanto ex-aprovechadora! — Rita detuvo el paso y lo miró.
— De acuerdo, te lo diré desde esta distancia entonces... ¿Quieres venir conmigo a Inglaterra durante las vacaciones?

ESTÁS LEYENDO
Londres (Rita x Ryuunosuke fanfic)
Roman d'amourTodo inició como un trato. Rita necesitaba llevar a un "novio" a Londres como excusa, para no comprometerse con los candidatos que sus padres le ofrecían. Cuando por fin logró convencer a Ryuunosuke de acompañarla y fingir ser su novio, muchos inci...