Capítulo 13: "Sentimientos"

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Aquella tarde, todo pareció transcurrir con normalidad. Los familiares de Rita, fueron amables con Ryuunosuke. Tanto, que el chico durante algún instante, logró olvidarse del gran lío en que se encontraba envuelto. Lograba olvidarse de George e incluso, lograba olvidar que Rita y él no eran realmente novios. Todo parecía tan real...

Por otro lado, tampoco era capaz de decirle a Rita lo que había ocurrido. Temía hacerlo y que George se enterara... creía que era un asunto que debía solucionar con él para no perjudicar a Rita... ¿Pero cómo? Seguramente no lograría convencerlo de que sus sentimientos por Rita eran reales. Ni siquiera era capaz de decírselo a sí mismo, aunque cada vez estaba un paso más cerca de hacerlo... Sobre todo ahora, que se sentía tan extrañamente amenazado por los invitados.

No sólo eran George y Colin... en aquella reunión, notó que había muchos otros chicos que parecían poner sus ojos en Rita. Eso le molestaba. No sabía por qué tanto, pero le resultaba insoportable. Sin embargo, Rita en ningún momento se alejó de él, y no parecía estar interesada en nadie más, a pesar de los múltiples esfuerzos que otros chicos hacían por conversar con ella o sacarla a bailar.

Cada vez que notaba la preferencia marcada de Rita por permanecer a su lado antes que cualquier otra cosa, se sentía realmente afortunado, y dichoso de saber que su existencia resultaba tan significativa para alguien... eso nunca antes le había pasado. Incluso, no sabía cómo reaccionar. Desde hace algunos años, le parecía que mientras más lo conocían las personas, más notorio era el rechazo que terminaba recibiendo. Antes de conocer a Rita, se sentía realmente incapaz de ser querido por alguien. Pero ahora, se daba cuenta de lo equivocado que estaba... aunque quizás, ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto.

Desde que viajaron a Londres, no había hecho más que ser frío y cruel con ella... Incluso George lo había notado, y al pensar en ello, le costaba culparlo por su reacción. En realidad, ser cruel con Rita, y lastimarla nunca fue su intención. Era más bien, una consecuencia del miedo que lo invadía cuando se sentía acorralado a ella... ¿Pero, por qué?

¿Por qué tenía tanto miedo de sentirse involucrado emocionalmente con alguien a un nivel tan profundo? ¿Sería temor al rechazo? ¿Temor a que volvieran a lastimarlo como ocurrió tiempo atrás? Pero entonces... después de todas las muestras de aprecio que Rita le había entregado, a pesar de lo mal que la trató, de lo desconfiado que había sido con ella, de las erróneas interpretaciones que siempre atribuyó a sus conductas... ¿Podía dudar de ella? ¿Acaso habría sido capaz de rechazarlo, lastimarlo y dejarlo solo?

Probablemente no. Ryuunosuke tenía miedo de resultar herido, pero no era justo que fuera Rita quien resultara lastimada por culpa de sus temores. Resultaba paradójico que al no querer resultar dañado, como consecuencia, terminara siendo él la persona que más hubiese podido detestar...  el era quien siempre terminaba dañando a los demás. Y nadie merecía aquel trato... mucho menos Rita.

— Te noto pensativo — escuchó decir a su lado.

En ese momento, ambos chicos se encontraban sentados en una banca, que estaba en medio del jardín, con una hermosa vista. Ya había oscurecido, y muchos de los invitados se habían marchado sin que Ryuunosuke lo advirtiera; mientras se encontraba envuelto entre sus pensamientos.

De pronto, el chico notó que a su alrededor, ya no se escuchaban decenas de voces charlando o riendo... tampoco había música. En el jardín, había poco más de cinco personas. Y a su lado; justo bajo el manto de la noche, con múltiples estrellas tintineando en el firmamento, y alumbrada por la tenue luz de la luna... se encontraba Rita. La chica lo miraba con dulzura, con amor... con una sonrisa tierna que sus labios lograban dibujar. Con las mejillas tenuemente sonrojadas mientras lo veía.

Jamás sintió su corazón latir con tanta fuerza de forma tan cálida... era una sensación realmente agradable. Como si todos los problemas, o todas las preocupaciones, fueran pequeñas en ese momento. Lo único que parecía importar, era permanecer así, junto a Rita. Recordar ese instante por siempre... en una perfecta y romántica escena.

No supo cuántos segundos se perdió en el rostro de la chica. Pero no podía apartar la vista de ella. Era como si hubiese sido hipnotizado, o encantado por algún hechizo. Sólo podía concentrarse en cada detalle del rostro de Rita, mientras sentía su corazón latir con fuerza, y un calor fuerte en su pecho y sus mejillas... esto último, ¿era acaso un rubor?

Aquello le hizo volver a Tierra. No quería que Rita lo viera sonrojarse. Volteó la vista en forma impulsiva al notarlo, y entonces recordó que Rita le había dicho algo... ¿pero qué era?

— ¿Q-qué habías dicho? — preguntó torpemente, sólo para escuchar una pequeña risita de Rita.

— Nada. sólo dije que parecías pensativo...

— S-sí... — respondió mirando al suelo, mientras volvía a perderse en sus pensamientos.

— ¿Pasa algo? — preguntó la chica, un tanto preocupada al ver que el rostro del chico se tornaba serio una vez más.

— No — respondió el chico negando con la cabeza, y luego llevó la vista a Rita para mirarla en forma decidida, pero estando sonrojado.

— L-lo siento — dijo. Rita abrió los ojos sorprendida. No comprendía a qué iban sus disculpas.

— ¿Por qué te disculpas? —preguntó la chica, todavía impresionada.

— Sé que he sido un idiota estos días... y b-bueno... n-no fue mi intención ser tan insoportable. Puede que incluso te haya hecho pensar que te odiaba, pero no es así. De hecho... yo... B-bueno, soy malo con las palabras... — en ese instante, sintió la mano de Rita sujetando la suya.

— Está bien — escuchó decir a la chica — No necesito que te disculpes... yo... entiendo lo que quieres decir — esbozó una dulce sonrisa — Me alegra saber que de alguna forma, también soy importante para ti... Me gusta saber que al menos me ves como una amiga.

No lo soportaba. Escuchar aquello desató su corazón con fuerza. No quería que Rita pensara que él la veía como una amiga, porque aquello no era verdad, ¿cuánto más tendría que tenerla sufriendo por una mentira como esa?

Nunca lo había tenido tan claro en su cabeza como en ese momento. Lo sabía... estaba enamorado de Rita. Realmente lo estaba. Y no, ya no necesitaba estúpidas excusas filosóficas respecto a lo horrible que era el amor. Ya no le tenía tanto miedo a aquella palabra. Confiaba en Rita, ella no lo defraudaría. Le había costado tanto aceptar sus sentimientos y admitirlos dentro de sí... que ahora, sin importarle su orgullo, necesitaba decirle a Rita lo que sentía. Era su única oportunidad, ahora que estaba seguro de sus sentimientos...

¿Qué importaba George? ¡Era el momento perfecto para decírselo! Ni siquiera podía pensar en las consecuencias que eso tendría, ni le importaba tampoco. Después pensaría en algún buen plan. Miró a Rita a los ojos, nuevamente decidido y se dispuso a hablar.

Londres (Rita x Ryuunosuke fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora