Capítulo 11: "Amenazas"

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— Bueno… — el padre de Rita observó a Ryuunosuke y a Colin con una sonrisa — Al parecer al fin estamos los tres reunidos.
— Entonces, este chico es Ryuunosuke — mencionó Colin mirándolo nuevamente.
— ¿Eh? Sí — respondió el joven japonés, un poco extrañado por el ambiente que se había generado.
— Ahora que mi hija se marchó por un momento y estamos todos reunidos, podremos hablar sobre el futuro de la compañía — comentó el señor Phil. Ryuunosuke se sintió todavía más extrañado.
— Creo que deberíamos hacer otra reunión más, para que Ryuunosuke nos presente su prototipo, ¿verdad?
— ¿Qué? — Ryuunosuke dudó un momento — ¿Te refieres a mi programa de Inteligencia Artificial?
— Por supuesto — respondió Colin — Estoy ansioso por conocerlo. Por lo que me comentan, el área de inteligencia artificial y robótica, claramente necesita de tu talento y conocimientos.
— Un momento… creo que no estoy entendiendo — interrumpió Ryuunosuke, cada vez más sorprendido.
— ¿Recuerdas lo que hablamos ayer? Acerca de trabajar conmigo — mencionó Phil, y Ryuunosuke asintió con la cabeza, encontrándose atento a sus siguientes palabras — Pues bien, de eso hablamos.
— Robótica industrial — dijo finalmente Colin. Ryuunosuke estaba sorprendido todavía… todo había sido tan repentino, que se sentía ansioso… pero a su vez asustado y confundido.
— Bueno, yo… nunca he trabajado con robots.
— No te preocupes — mencionó Phil — Ya aprenderás. Colin es un experto en robótica, y tú lo serás, puesto que te has desarrollado bastante en el ámbito de la informática, ¿verdad? Ya tienes experiencia en el diseño de inteligencias artificiales.
— Por supuesto que sí — respondió Ryuunosuke — A decir verdad sé bastante, pero… — meditó un momento, y luego sonrió un poco más confiado — Supongo que está bien que dé el siguiente paso.
— Así se habla — dijo Phil, golpeándole el hombro suavemente — Y bueno, ahora iré a conversar con el resto de los invitados ¿Me disculpan? Mañana continuaremos con esta conversación, ¿Está bien, Ryuunosuke?
— S-sí — respondió el chico, y vio cómo de a poco el padre de Rita desaparecía de su campo visual, entre la multitud.
— ¿Y qué más te has dedicado a programar? — preguntó Colin a Ryuunosuke ahora que estaban a solas.
— Diversos programas, no sabría decir si me he limitado a un único campo… — respondió el chico pensativo — Aunque me he interesado bastante por la creación de videojuegos — dicho esto, escuchó la risa burlesca de Colin.
— ¿Es en serio? — preguntó el rubio todavía riendo — No te lo tomes a mal, pero… ¿videojuegos? — Ryuunosuke frunció el ceño al escuchar sus carcajadas.
— No comprendo qué tiene de divertido — respondió en un tono serio y molesto.
— Vamos… tus capacidades dan para diseñar cosas mejores, ¿verdad? En fin, creo que nos vemos luego… adiós.
Dicho esto último, Colin se dio media vuelta y se alejó. Ryuunosuke empuñó sus manos con rabia, se había sentido un poco humillado en aquel momento, y encima por un desconocido que creía saber tanto de programación como él. Mientras estaba concentrado en sus pensamientos hostiles, escuchó una voz tras de sí.
— Ryuunosuke.
Era la voz de un hombre que le sonaba levemente familiar, aunque no podía reconocerla. Se dio la vuelta, y se topó con el amigo de Rita… George; quien llevaba en su rostro una expresión de enfado. ¿A qué se debería?
— Eres tú — respondió Ryuunosuke — ¿pasa algo?
— Sí — mencionó en un tono cortante — ¿quieres venir un momento? Vayamos a conversar al patio trasero.
Ryuunosuke no comprendía lo que ocurría, pero simplemente se limitó a caminar atrás de George, mientras se preguntaba acerca de lo que estaba pasando ahora… ¿Por qué George querría hablar con él a solas? ¿Acaso le habría pasado algo a Rita? Ese último pensamiento lo dejó angustiado.
Una vez llegaron hasta el jardín, George continuó caminando, pero Ryuunosuke detuvo el paso.
— George… — le llamó. George se dio la vuelta, mirándolo.
— ¿Qué pasa? — preguntó. Ryuunosuke miró hacia abajo.
— ¿Me traes aquí por Rita? — George frunció el ceño.
— ¿Cómo lo supiste?
— B-bueno… ¿está bien ella? — George se aproximó hasta Ryuunosuke con una expresión de molestia, y lo empujó contra el muro.
— ¡¿Ahora te preocupas por ella?! — exclamó el rubio, sumamente molesto. Ryuunosuke lo miró impresionado, sin saber qué decir.
— ¡¿Le pasó algo?! ¡¿Rita está bien?!
— Tssk… — George se contuvo las ganas de golpearlo y lo miró fijamente — Tu cinismo me enferma.
— No entiendo a qué te refieres…
— ¡Ya deja de fingir! — exclamó el rubio, golpeando la muralla con un puño — ¿Por qué haces como si Rita te importara? ¡Lo sé todo! — Ryuunosuke se impresionó por sus palabras.
— ¿Que lo sabes todo?
— Los escuché anoche discutiendo — Ryuunosuke lo miró sin saber qué decir — También vi lo mal que tratabas a Rita… cuesta creer que ella esté enamorada de un patán como tú — Ryuunosuke miró hacia abajo, sintiendo un dolor en el pecho difícil de arrancar.
— Todo esto fue plan de Rita…
— ¡Porque Rita está enamorada de ti, y no lo aprecias! — exclamó el rubio con rabia — Iba a decirles algo en ese momento, pero por el bien de Rita fingí no oír nada… Sin embargo, luego de verla hoy llorando como lo hizo… ¡No puedo perdonarte! — Ryuunosuke inclinó su cabeza más hacia abajo, intentando ocultar su rostro. Por alguna razón ya lo sabía, Rita se sentía pésimo por culpa suya… y ahora él también.
— Yo… en verdad estoy preocupado por Rita — dijo el chico, intentando contener sus lágrimas.
— No te creo nada — respondió George — ¿Acaso crees que soy idiota? Vi hace un rato cómo conversabas con el padre de Rita… ¡Sólo viniste aquí a encontrar una oportunidad de trabajo! ¿verdad? ¡Yo sé lo que pensaste: Qué fácil debe ser aprovecharse de la ingenua de Rita!
— ¡Claro que no! — exclamó Ryuunosuke intentando defenderse, y lo miró a los ojos — Eso fue algo inesperado que ocurrió aquí… — George lo miró seriamente, y luego le dio otro empujón.
— Mientes.
— ¡No lo hago! — exclamó Ryuunosuke devolviéndole el empujón.
— ¿Ya tan temprano buscas pelear? — preguntó George en un tono amenazante, y luego dio un suspiro pesado, intentando retomar la calma — Escucha, idiota… Quiero que le digas la verdad a Rita.
— ¿A qué te refieres? — preguntó Ryuunosuke molesto.
— Tú y yo sabemos que no la amas… Quiero que se lo dejes en claro — Ryuunosuke esquivó la vista, mirando hacia abajo un poco triste.
— Creo que… se lo he dicho varias veces…
— No es suficiente — aclaró George — Si lo fuera, dejaría de ilusionarse contigo inútilmente. Ella te trajo aquí pensando que tendría una oportunidad contigo. Es por eso que lloraba…
— ¿Y qué quieres que yo haga? — preguntó Ryuunosuke, todavía deprimido por la conversación.
— Quiero que le digas que viniste por conveniencia. Que jamás la amarás, que se aleje de ti para siempre. Déjaselo en claro. Haz que ella renuncie a ti — los dientes de Ryuunosuke rechinaron con fuerza… claramente no quería decirle eso… serían mentiras. Miró a George seriamente, y se dispuso a hablar.
— No lo haré — respondió con seguridad. George perdió el control y le dio un puñetazo en el estómago, que obligó a Ryuunosuke a arrodillarse en el suelo — ¡¿Qué diablos pasa contigo, oxigenado?!
— Escucha bien, idiota. O le dices a Rita que la odias; y debo ser testigo de eso… ¡O le contaré a todos, aquí mismo, que todo lo de ustedes fue una farsa! — Ryuunosuke llevó la vista hacia arriba, mirándolo impresionado… se sentía entre la espada y la pared.

Londres (Rita x Ryuunosuke fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora