Luego de la esperada bienvenida, Lori terminó bañada en pintura y salsa de tomate, también tuvo que bailar un estúpido baile para poder conseguir algo de ropa y sentarse en su auto e ir a cambiarse a su casa.
No pasó ni media hora cuando el director me llamó a su oficina.Mientras caminaba hacia allá, me topé con varios compañeros que me decían cosas como:
"Esta ha sido la mejor bienvenida"
"Salió excelente"
"Deberíamos repetirlo"
Yo solo me limitaba a decir "gracias" antes de seguir caminando, pero de pronto una mano se posó en mi cintura y me atrajo hacia su cuerpo, antes de poder ver de quién se trataba, unos labios se presionaron contra los míos.Golpee y patalee para lograr que me soltara el idiota que se atrevía a hacer esto y cuando finalmente lo logre, escuche su estúpida risa.
-Eres un idiota!-le pegue.
- Calma, calma, nena.- dijo Adam aún riéndose.
- Eso no se les hace a las mujeres.- dije cruzándome de brazos.Debía admitir que quería otro de sus besos, pero jamás lo diría en voz alta.
- ¿Qué cosa? Porque si algo hay que hacerles a las mujeres, es besarlas.- murmuro y yo levanté una ceja.
- Solo a las que amas.- se corrigió esta vez.
- Ahh yo ya estaba pensando en...- pero me interrumpió poniendo nuevamente sus labios sobre los míos, con la única diferencia es que esta vez no me resistí.
Alguien se aclaró la garganta, obligándonos a separarnos. Mire mal a la persona que hizo eso pero quite inmediatamente mi mirada al ver que se trataba del director.
- Si mal no recuerdo, te había citado a mi oficina.- dijo de forma divertida.- Y también, creo saber que lo odiabas.
- Pues, como ve, nadie se resiste mucho tiempo a mi.- dijo Adam de manera egocéntrica. Le pegue en el hombro y este solo soltó una carcajada.
- Me parece bien.-dijo el director, por un momento olvidando las formalidades.
- ¿Lo ves, nena? Soy irresistible.- susurro Adam metiendo su cabeza en mi cuello, lo aparte con cierta vergüenza.
- Muy bien, pero eso no quita que quiero hablar contigo.- murmuro el director.- A mi oficina, ahora, jovencita.
- Si, señor.- grite y a paso firme me dirigí hacia su oficina. Saludando a su secretario.
Tome asiento y el director igual. Pero cuando pensé que comenzaría a regañarme, me dijo:
- Sin duda, esta bienvenida a sido la mejor.- dijo y levantó la mano para chocar los 5.- Me reí como nunca!- Soy seca, lo sé. - dije de manera egocéntrica y por un momento, con mi comentario me acorde de Adam.
Ay Adam, ¿Qué voy a hacer contigo?
- Pero aún así.- dijo el director, volviendo a la seriedad.- Lori vino a reclamarme que te diera alguna clase de castigo por la vergüenza que tuvo que pasar.
- Pues, todos sabían, a todos se lo han hecho, y todos los nuevos después se ríen de otras bienvenidas, como si nunca hubieran pasado ese mal rato.- ugh, que mal me caía Lori. Primero con mi Adam y luego con mis bienvenidas.
- Yo le dije que hablara contigo, por lo que te estará esperando en la salida.- murmuro de forma inocente. Lo fulmine con la mirada.- Pero velo de otro modo, podrás explicarle sobre la promesa.
- Esta bien.- dije entre dientes, no me hacía gracia ir a hablar con la tal Lori.
Para mi sorpresa, cuando salí y me dirigí a la salida para poder conversar con Lori, Adam ya estaba en mi posición.
- Hola.-dije una vez que me acerqué a ellos. Estos se voltearon a verme y mire mal a Lori no sin antes mirar mal a Adam, que solamente sonrío.
- Hola, nena.-dijo Adam y pude ver la mirada sorprendida que le dio Lori.
- Hola, vengo a hablar con Lori.- dije en su dirección.- El director me dijo que querías hablar conmigo y así yo poder explicarte sobre la promesa.
- Ah si, sobre eso. No me gusto para nada tu broma.- murmuro enojada.- No puedes llegar y hacer eso, sin salir con consecuencias.
- Primero que todo, yo no llegué, tú llegaste. Segundo, yo no tengo consecuencias, yo soy la consecuencia.- dije enumerando con mis dedos. Adam soltó una carcajada.
- ¿Qué te crees?- preguntó ofendida y con una voz chillona.
- La reina de Inglaterra, y ¿tú?- me burlé y reí.
- Ugh, a eso querías venir? A burlarte de mí y hacerte la linda frente a Adam?
- Querida, no sé si no te diste cuenta pero yo no necesito hacerme la linda, soy linda.- dije y moví mi cabello de forma egocéntrica.
- Pues, yo estoy de acuerdo con eso.- murmuro Adam y yo module en su dirección un "cállate".
- ¿Cuál es la estúpida promesa de la que todos hablan?- murmuro aún más enojada.
Ay, cómo me gustaba hacer esto.
- Pues, se trata de que tú debes mantenerte callada y no comentarle a ningún nuevo sobre la bienvenida, ni aunque sea tu amigo.
- Y si yo no quiero cumplir con esa promesa?- preguntó de forma atrevida.
- Sufrirás las penas de todo el colegio, y créeme que esas no son nada comparadas con las que yo hago. Las mías son graciosas y divertías, las penas son crueles.- murmuré, mirando de manera significativa a Adam.
Recordé que a él nunca le hicimos la bienvenida, en mi cabeza me propuse hablarlo con Beth, Max y James para continuar con la tradición. Además ni Zoe, ni Tyler ni Alex han recibido su esperada bienvenida.
- Uy que miedo.- susurro sarcásticamente.
- Debería darte.
- Pues no lo da.- dijo y se dio la vuelta. Justo en ese momento Max se dirigía hacia nosotros y le sonrió de forma coqueta. Max hizo una mueca y me sonrió.
- Hola, principesa.- me llamo.
Lori gruñó.
- ¿Qué ahora eres la reina de este colegio?- gritó dándose la vuelta.
- Te lo dije, cariño, soy la reina de Inglaterra.- choque las 5 con Max y Adam. Quienes se rieron.
Este se ha vuelto mi día favorito.
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Como lo prometí!❤️❤️
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¿Mujeriego enamorado?©
Teen FictionUn historia fascinante y divertida por fuera no? Una chica bromista y que muesta no tener problemas consigo misma Pero...por dentro que pasa? Una chica con problemas, desconfianza de si misma... "Solo mostramos lo que queremos que el resto sepa, per...