[19] Por la malas?

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No, no lo creo.

¿Por qué?

Tampoco lo sé.

Creí que Scott era el chico sicópata que se aparecía de la nada porque venía de la mafia. Si, lo juzgue, y de la peor forma. Perdón por eso.

Resulto ser el mejor amigo de Alison cuando ella era chica. Alguien que simplemente quería sacarla de la miseria, del dolor.

El teléfono comenzó a sonar y yo simplemente lo mire, preguntándome si contestarlo me traería otras sorpresas. Creo que me demore, ya que la madre de Alison (adoptiva) se acerco al teléfono y contesto.

Luego de intercambiar escasas palabras con la persona que estaba del otro lado de la linea, me miro y me tendió el teléfono.

- Es para ti.- lo tome y me lo acerque a la oreja, como si ese simple trabajo me debilitara. Llevábamos más de 1 semana sin saber absolutamente nada de Alison, y si te soy sincero, eso me tiene realmente mal.

- Si?- hable.

- Adam.- dijo una voz gruesa.

- Quién es?

- No te preocupes, soy Ryan.- y con eso mi odio se encendió, junto con mis insultos.

- Eres un...- pero me interrumpió.

- Ahorraré saliva, niño. Tu noviecita se ha encargado de decirme todos los insultos que existen, y se ha tomado la molestia de decirme incluso los que no existen.

- Pues... Metete tus palabras por donde te quepan. Si quiero te las digo todas de nuevo.- dije fríamente.

- Y yo colgaría, lo que no quieres que pase.

- Solo habla.

- Primero, ¿Sabes donde esta Rolly?

- No, ¿tendria que saber donde se encuentra acaso?

- Sé que estuvo en la casa de Alison hace unos días.- negocio.

- Y si sabes para que preguntas?

- Como sea. Llevare a Alison de vuelta.- y por primera vez en no sé cuanto tiempo, sentí menos tensión en mi cuerpo. No duro mucho, hasta que hablo.

- Después de ver su cuerpo.- y corto.

Scott.

Había salido hace 10 minutos de la casa de Alison.

Maldita sea, ¿Por qué aún no la encontrábamos?

¿Donde podría estar?

Recorrí cada lugar vacío y abandonado de esta ciudad y no esta, por ningún lugar.

¿Que tal si la respuesta no es el presente sino el pasado?

El futuro se mira en grande, pero eso no significa que al pasado no debas tenerle respeto.

Una chica bonita venia caminando y me miro sonriente. Lo que faltaba, una puta.

- Hola, ¿Scott?- se tomo un mechón de pelo y yo asentí- Mi nombre es Melissa.

- Melissa, en este momento estoy ocupado...- comenze a halar y cuando me interrumpió... Me calmo.

- Oh, si. Lo sé, estas buscando a Alison. Te podría hacer una pregunta?

- Sí, pero rápido.

-¿Qué tiene Alison que la buscas tanto sin conocerla?- pregunto con un tono de envidia.

- Primero, fui el primero de todos ustedes en conocerla. Segundo, la amo.- y comenze a caminar.

Cuando estuve lo suficientemente lejos, me di media vuelta y grite:- Lavate la boca, chica. La envidia se rebalsa.

Y como no...

- Mi nombre es Melissa.-reclamo.

Y ahí mi mundo se detuvo.

- Melissa cuanto?- pregunte cerrando los ojos.

Por favor. Por favor. Por favor. Por favor que no sea ella.

- Melissa Watson.-dijo extrañada.

Por la puta madre! Tenía que ser ella, dentro de tantas chicas?

- Mierda y más mierda!- susurré.

- Cúal es tu problema?- pregunto coqueta.

- Ninguno.- dije.

Y aquí vamos.

- Quieres ir a mi casa?

Y con eso me lance a sus labios.

Melissa.

Que chico! Era muy guapo. Y ni siquiera lo había visto.

Entre a la casa y lo primero que hizo fue agarrarme y subirme a él.

Subimos a mi pieza, y seria poco decir que votamos todo a nuestro paso. Seria fácil creer que paso un huracán por aquí.

Me tiro a la cama. Pero en sus ojos no vi amor, en realidad no vi ninguna expresión.

Como si de verdad no le importara si estar aquí o en algún otro lugar.

Siempre me he preguntado como se debe sentir que te amen. Para Alison es tan fácil, la envidio por eso.

Luego de que terminamos, él se levantó de mi cama y me quedo mirando.

- ¿Qué?- pregunte.

- Nada, solo quiero conocerte más.

Tuve que contenerme de soltar una carcajada.

¿Querer conocerme? ¿Era una broma? Recién nos acostamos.

No se lo negué. Creo que mi vida es lo bastante normal como para omitirla.

- Pues, no hay mucho que saber sobre mi. Mis padres son empresario, yo voy al instituto y por si te lo preguntabas, no hago ningún otro deporte que no sea caminar cuando saco a pasear a mi perra.

Y era cierto. Mi vida era un asco si estas de mi lado.

- Mecionaste que tus padres son empresarios.- dijo, curioso. Quizás si, la mayoría de las personas creían que era una chica tonta, pero sé cuando me engañan.

- Debate de tonterías.- dije claro- ¿Que es lo que quieres saber en especifico?

Creo que se sorprendió, ya que pestaño varias veces, como si algo que hubiera planeado no salio como debió haber sido.

- Pues... No sé como responder a tu pregunta exactamente, Melissa.- dijo confundido. Vaya! Actuaba bien.

- Yo sé como me puedes responder.- dije senrandome en la cama y pomiendome mi polera- con la verdad.

Miro al cielo y suspiro.

- ¿Que tiene de malo querer saber de tu vida?- pregunto exasperado.

- Eso no es lo raro. Lo raro es que quieras saber de mi, tan solo después de habernos acostado.- respondí obvia.

- Pues, perdona por no ser como los otros estúpidos con los que te has acostado.- respondió, pero sonó como si necesitara mi respuesta ahora.

- No es eso. ¿Pero dime, por qué quieres saber de mis padres?

Y eso lo colmo.

- Muy bien, quize hacerlo sin que te enteraras. Pero necesito que tus padres me comuniquen con Ryan, quien por si no lo sabias es un acosador compulsivo que ya estuvo en la cárcel y que por mala suerte es el padre biológico de Alison. Tus padres deben saber donde esta.

Debí haberme quedado callada

¿Mujeriego enamorado?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora