005.

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nuestras vidas no colisionan, soy consciente de esto
Las diferencias e impulsos y tu obsesión con las pequeñas cosas que te gusta golpear, no me importa, asi que me importa una mierda, no me rendiré, aun lo quiero todo.

—Jos, ¿puedo hablar contigo?

Alan lo observaba con sus enormes ojos llenos de recelo mientras Jos se pone en pie.


Una semana había pasado desde la casi ruptura de Alonso y Jos. Una semana sin problemas, comentarios o miradas inquisitivas de parte de Alan. Todo parecía ir normal y hasta mejor en cierto punto, la relación entre todos parecía casi tan normal. Como si ninguno de ellos guardase un secreto.


—¿Tiene que ser ahora?


—Sí—le dijo sin dejar de mirarlo—, sinceramente no creo que pueda esperar.


Alonso lo observó a lo lejos. Jos observó sus pequeños ojos en una suplica. Tal vez para que no fuese con Alan o para que no confesara nada en lo absoluto.


Suspiró dejando salir el poco aire dentro de sus pulmones y siguió a Alan a través de la habitación.
Vagamente, se permitió pensar en los pocos hechos que le obligaban a mantenerse alerta al lado de Alan.


1.- Alan no sabía que él era gay.
2.- No sabía que mantenía una relación con Alonso.
3.- Alan había pasado las ultimas semanas encima suyo para conseguir un hecho que él mismo había estado ocultando.



¿Qué iba a hacer? Decirle la verdad no estaba en sus planes aunque tampoco lo estaban el mentirle.
Suspiró cansado.


Estaba harto y sólo quería irse a casa. Solo. No quería ni siquiera estar con Alonso porque eso seguramente sólo le traería más problemas a ambos y Jos estaba cansado del exceso de problemas que su relación con Alonso le traían al negarse a hacer publica su relación.


A su lado, Alan parecía relajado sin embargo, sus feroces ojos parecía listos para atacar ante cualquier situación extraña que pudiese presenciarse. Sabía de sobra que algo estaba ocurriendo entre Jos y Alonso, algo por lo que luchaban para mantener en un profundo secreto. Era como una visión que siempre estuvo ante sus ojos. La manera en la que se miraban mutuamente, cuando sus brazos rodeaban los del otro susurrandose cosas al oído que luego los hacían soltar tímidas risitas, la forma sobre protectora con la que actuaban cuando alguien más se acercaba a alguno de los chicos. Alan estaba seguro que le estaban ocultando algo, un secreto que al parecer también compartía Bryan quien siempre que podía buscaba tapar las salidas excusadas de sus amigos.


Alan no estaba seguro si le molestaba el hecho de que sus amigos tuviesen un secreto entre ellos mismos o si era la sensación de sentirse traicionado al saber que sus amigos no parecían tener la suficiente confianza para contarle ciertas cosas.


—¿De qué quieres hablar?


Alan ordenó las ideas en su cabeza preguntándose de pronto si era correcto lo que estaba a punto de hacer.


Into you (J.V) |Libro 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora