011.

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No hablamos más
Como solíamos hacerlo
No nos amamos más
¿Para qué fue todo esto?






Fue doloroso para ambos.

Recuerdos de Jos preparando sus maletas, tomando los marcos de las paredes, durmiendo en el sofá aquella noche eran las cosas que se mantenían en la mente de Alonso.

Recuerdos de Alonso observandolo todo desde el marco de la puerta. Sus ojos envueltos en lagrimas, esquivando su mirada e ignorando sus pequeños toques eran los que inundaban la mente de Jos, torturandolo una y otra vez cada que vez que cerraba los ojos.


Todo estaba tan silencioso ahora. Paredes blancas en un silencio triste, muebles cubiertos de polvo, televisor encendido a altas horas de la noche con películas románticas, alacenas vacías y ambiente frío. Así se sentía Alonso ahora. Silencioso, frío, solitario y vacío. Extrañaba a Jos por las mañanas, sus besos alrededor de su rostro, su chistes malos inundando la cocina mientras besaba su cuello, las noches de fubtól con una emoción que se contagiaba con cualquiera.


Jos en cambio se sentía molesto consigo mismo, triste y todo lo que quería era regresar junto a Alonso. Lo extrañaba tanto, su rostro rojo y ojos cerrados mientras reía alegremente, el olor a vainilla que lo acompañaba cuando se decidía por prepararle algún postre sorpresa, sus regaños y enojos fingidos cuando lo molestaba en la cocina.


Todos lo sabían. Incluso Alan quien de alguna manera ya lo sabía todo y de un modo egoísta se alegró sólo un poco. Era cierto que le dolía verlos tan mal a ambos, pero no podía evitar pensar que tal vez ahora tendría una oportunidad con Jos. Los managers lo sabían y todo lo que pidieron fue que aquello no interfiriera en el trabajo de los cinco.


Y eso hicieron, al menos Alonso, quien se esforzaba por parecer normal, como si el hecho de tener a su lado a Jos no le doliera en lo absoluto. Era su rutina, llegarían al estudio y sonreiría a todos, incluso tendría una conversación con Jos quien cada día le insistía que debían hablarlo, pero todo lo que hacía Alonso era decir que estaba bien y que lo había superado. Pero Jos sabía que no era verdad, lo sabía porque debajo de su sonrisa sus ojos seguían rojos y sus labios seguían tan rojos por llorar tanto, lo sabía porque ahora no parecía tan energetico como antes y su cuerpo ciertamente no estaba subiendo sino disminuyendo de peso.


Lo sabía porque Diego y Freddy en alguna ocasión le llamaron a las cuatro de la madrugada en un preocupado sollozo pidiendo que hablara con Alonso porque todo lo que hacía era llorar y culparse a sí mismo mientras objetos eran lanzados a las sólidas paredes de su ahora pequeño hogar. Porque así era como todo se sentía sin Jos a su lado. Pequeño.


Sin embargo, seguía esforzandose, riendo y cantando. Fingiendo. Creando una imagen que mantuviera al mundo alejado de su triste realidad. No quiería compasión. Se negaba a la compasión que sabía que Jos podía y quería ofrecerle. Se negaba a las miradas tristes de sus amigos cuando aparecían en el estudio. Se negaba a las propuestas de sus managers para alejarlo de Jos en público sólo hasta que se sintiera mejor.


Incluso se negaba a sí mismo sentirse indefenso frente a Jos. Sin embargo lo hizo. Aquella noche. En aquel bar con aquella canción de fondo y sus cuerpo tembloroso junto al indefenso de Jos.


-Alonso necesito que hablemos


Pero todo lo que Alonso hizo fue observar detenidamente el menú con el ceño fruncido.


-¿Crees que debería pedir la pasta con pesto o el pastel de carne?


Lo estaba esquivando y eso Jos lo sabía, porque no era la primera vez que lo hacía. Sin embargo, quizo insistir.


Into you (J.V) |Libro 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora