19 "No Puedo Hacerlo"

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MINES

Las puertas del salón del trono se abren, Cristal entra arriba de un pequeño trono que llevan levantado los guardias. Ella está vestida con una tela color crema, el maquillaje en los ojos y los labios le hacen brillar el rostro, y lleva puesta una corona de flores blancas con rosas.

Ella llega hasta mi lugar, se baja del trono y camina hacia mí, quedamos frente a frente, puedo ver a Lukman por detrás de ella. Trato de evitar juntar miradas con él, pero se me hace imposible.

– Me gusta tu collar – Cristal provoca que me concentre, ella está sonriendo, yo hago lo mismo y le regreso el comentario.

– Estás hermosa – digo, con un tono cálido pero a la vez lento y nervioso.

– Rey Klalid, ¿Podemos comenzar? – el sumo sacerdote le pregunta a mi Padre, el cual asiente ante la solicitud, el sacerdote se ubica al medio de Cristal y yo. Comienza a hablar sobre la unión, el amor, como nuestros dioses nos han protegido por largos años y sobre un montón de cosas más que realmente no tienen mucha importancia en este momento.

– ¿Estás nervioso? – Cristal me susurra mientras él sacerdote continúa hablando.

– Un poco – confieso – ¿Tú?

– Me tiemblan las piernas – dice ella, soltando una carcajada un poco fuerte, lo que hace llamar la atención del sacerdote.

– Es hora de los votos matrimoniales – dice él. Comienzo a tensarme, de verdad no pensé que llegaría tan lejos. Todo este tiempo creí que mi boda sería en un futuro más lejano, pero ahora, que ya estoy de pie junto a mi futura esposa, y con la penetrante mirada de mi Padre a un costado, no tengo otra opción más que aceptar.

– Princesa Cristal, ¿Acepta ser la gran y primera esposa real del futuro Rey Mines? – Cristal levanta su rostro, me toma de las manos y me dice:

– Mines, acepto ser tu esposa y acompañarte mientras seas Rey de Egipto – ella ya lo hizo, está sellado, no puedo negarme, no puedo detener el tiempo.

– Príncipe Mines, ¿Acepta a Cristal, como su primera gran esposa real?

– Yo... – No puedo hacerlo, no puedo – yo... – todo el mundo se queda en silencio, el rostro de mi padre se levanta en mi dirección, su mirada tensa choca con la mía, y su esposa, la Reina Niss, solo sonríe ante la situación – Cristal – continúo – Acepto que seas mi esposa – no tengo otra opción – Y que me hagas compañía mientras sea Rey de Egipto – Todos en el reino aplauden, Cristal se acerca a mí y espera las palabras de finalización del sumo sacerdote.

– Es hora de sellar la boda, con el primero beso real – Cristal levanta su rostro, yo me acerco más y junto mis labios con los de ella. De un comienzo es un beso calmado y tímido, pero luego nuestros labios comienzan a tomar más intensidad, ambos nos quedamos sin aire y eso nos obliga a separarnos.

Levanto mi mirada una vez que abro nuevamente los ojos, observo a las personas que me rodean. Mi Padre, el Rey de Egipto y la persona a la que más le temo; La Reina Niss, la segunda esposa de mi Padre luego de mi Madre, una mujer con la cual no tengo relación ni tampoco existe algún afecto entre nosotros; Luego está mi hermana, una de las pocas personas en la que puedo confiar, pero aun así, ni ella conoce el amor que siento por Lukman; para finalizar está ahora Cristal, la joven chica que me acompañará cuando mi Padre muera. Yo seré el Rey, muchas cosas cambiarán, pero no estará la persona que amo a mi lado, lo siento por Cristal, pero si no es Lukman quien me acompaña, sé que no seré feliz siendo Rey.

– Felicitaciones – me dice Hathor.

– Le deseo mucha suerte mi señor – Yenut me abraza.

A Escondidas Del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora