21 "Area Devastada"

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MINES

– ¡Cristal! – grito emocionado cuando la veo despierta en su cama – ¿Cómo estás? ¿Por qué estás sola? Lukman se suponía... – no alcanzo a terminar mi frase, cuando veo que Lukman se pone de pie desde debajo de la cama – ¿Qué hacías allí? – le pregunto confundido.

– La Reina envenenó a Cristal – suelta Lukman en voz baja y de golpe.

– ¿Qué? – Pregunto sorprendido – ¿Es una broma?

– No – susurra Cristal con una voz muy débil – ella lo confesó mientras tú no estabas.

– ¿Por eso estabas allí debajo? – Lukman asiente – Pero, ¿Y el veneno? Cristal yo te veo bien.

– Mi sierva siempre me da una agua que es un antídoto universal, durante mucho tiempo pensé que era una pérdida de tiempo, pero eso hoy me salvó la vida.

– Cristal – susurro mientras me acerco a ella – Lo lamento, no debí dejarte sola por ningún momento – ella me sonríe – ¿Por qué no te pones de pie? Debemos ir donde el Rey y...

– Ahora no – dice Lukman con un tono de voz de decisión.

– ¿Qué? ¡Pero!

– No tenemos pruebas para demostrarlo – susurra él.

– Ustedes la escucharon, no podemos dejar que esa mujer se salga con la suya.

– Yo me hice la enferma – susurra Cristal – ella cree que el veneno me está haciendo efecto al largo plazo, tenemos tiempo para reunir pruebas concretas.

– Pero, ¿Por qué la Reina te envenenaría? Ella misma organizó la boda de nosotros dos.

– Ella no quiere perder el título de Reina de Egipto, nunca – dice Lukman.

– No puedo creerlo, ¿Y aun así no quieren acompañarme a acusarla? – Me pongo de pie para mirar a Lukman – esa mujer es malvada, es una serpiente que merece ser condenada a alta traición y morir de la peor manera.

– Y así será – dice Cristal. – Pero no ahora, tenemos que pensarlo bien – escuchamos que la puerta de la habitación se abre, Cristal cierra los ojos y yo me acerco a su cama, quien entra es ella, la reina.

– ¡Oh! No pensé que había tanta población aquí – dice ella, con su falso tono de voz que finalmente reveló su veneno – ¿Cómo está? – pregunta mientras se acerca a mí.

– Mal – responde Lukman – No mejora, solo empeora.

– ¡Vaya! Es una lástima, pero vine hasta aquí, porque el Rey Klalid quiere hablar con ustedes dos.

– ¿Ahora? – pregunto.

– Sí.

– ¿Usted se quedará con Cristal? – pregunta Lukman, tratando de ocultar lo nervioso en su tono de voz.

A Escondidas Del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora