En la mente de Alicia

Capítulo 1

Hoy es viernes y no me tengo que presentar al instituto por un asunto escolar que los profesores no nos dieron a conocer. Es viernes y mi familia y yo saldremos al bosque a pasar unos días en una vieja casa-cabaña como todo primer viernes de cada tercer mes; a diferencia de las demás veces, ésta vez viene mi mejor amiga, Jenn.

Jenn es mi mejor amiga desde que tengo memoria. Sus abuelos vivían cerca de mi casa, aunque a mí me parece que viven mil kilómetros más lejos. Cada verano Jenn venía a visitarlos. Cuando sus abuelos murieron, la madre de ella decidió mudarse a Maine y actualmente viven en casa de sus abuelos muertos. Me alegra que viva cerca de mi casa, es una ventaja tomando en cuenta lo terrorífico que es vivir a las afueras de Domert, lejos de toda la población.

      —¡Alicia, Jenn ya está aquí! —grita mi madre desde la planta baja.

Busco mi bolsa de campo y bajo inmediatamente. Me pregunto que lleva Jenn es su bolsa. ¿Dulces? ¿Frituras? ¿Medicina? ¿Un elfo? ¿A Dylan O'Brien? Quién sabe.

Al bajar, me encuentro con la melena rubia de mi mejor amiga y a mi madre, que parece apresurada. Jenn me saluda y mi mamá nos dice que nos esperará en el auto.

      —Tienen diez minutos para recoger todo —escucho que dice mientras cruza la puerta principal para ir al patio delantero donde se encuentra el auto.

Jenn lleva una bolsa color azul, que no me extraña porque es su color favorito; parece pesada. De verdad empiezo a creer que lleva una persona allí dentro.

      —¿Qué? —pregunta riendo. Pasa a mi lado y se dirige a la cocina que esta en la otra habitación; seguramente a comerse todo.

Ojalá no se coma las galletas de Angie...

      &¿Dónde está Angie? No la vi al entrar y no parece estar en casa hoy. ¿Salió otra vez? —pregunta desde la cocina con la boca llena de algo, seguramente de las galletas de chocolate que mi madre dejó para Angie.

Ya sé lo que me va a decir ahora.

      —Seguramente Angie se dio cuenta de lo tonto que resulta ir de excursión al bosque cuando, prácticamente, tienes uno propio en el patio trasero de tu casa.

Sabía que diría eso.

Angie es mi hermana gemela. Nací aproximadamente diez minutos y medio antes que ella, así que técnicamente soy la mayor.

Entro a la cocina y sí, Jenn se ha comido la mitad de las galletas. Como aún quedan algunas decido tomar una.

      —Sí. Salió por algo de la escuela; no va a venir con nosotras.

      —¿Tus primos estarán en el bosque? —me pregunta con una sonrisa pícara.

Pongo los ojos en blanco y nos dirigimos al auto de mi madre.