Cuando llegamos a la cabaña del bosque de la familia ruego que mi primos no hayan venido.
La casa-cabaña del bosque (como yo la llamo) era de mi bisabuelo Mark Clennton. Cuando murió, se la dejó a mi tío Tyler, (el más joven de mis tíos); Tyler dijo que no la necesitaba porque no vivía en Domert y no tenía planeado hacerlo, así que se la dio a mi madre. Mi madre dijo que no podía aceptar algo así ya que dejarle esa casa-cabaña a Tyler fue la última voluntad del bisabuelo Mark. Nadie la quería aceptar y ahora la usan todos cada vez que la necesiten, incluido el tío Tyler.
—Vaya cabaña —dice Jenn con un silbido.
La puerta se abre y sale un hombre que no conozco, pareciera que es rubio pero no lo distingo bien ya que lleva una gorra. Se ve muy joven, seguro no pasa de los veinte. Minutos después Tyler se deja ver y Jenn se agarra a mi brazo tan fuerte que me lastima.
De todas las cosas que podían pasar, que mi mejor amiga se enamore de mi tío es la peor.
—¿Por qué no me dijiste que tenías un primo tan guapo? A este no lo conozco —dice muy emocionada en voz baja.
—Hum, ¿por qué será? Tal vez... ¿porque es mi tío y no mi primo?
Veo cómo Jenn abre los ojos de par en par. Tal vez disfrute esto.
—¡Eh! Déjame ayudarte con eso —le dice Tyler a mi madre mientras baja unas cosas del auto—. Hola, Al.
Lo saludo con la mano y él se va hacia la casa-cabaña, pero luego vuelve la vista y pregunta:
—¿Quién es ella? —señala a Jenn y ella se sonroja.
¿Es en serio?
—Jenn, mi mejor amiga —contesto con una mirada asesina—. Jenn, él es Tyler. Mi tío. —aclaro asiendo énfasis en la palabra "Tío".
Sonríe y se va. Parece que lo ha captado.
Él y yo siempre nos llevamos muy bien, después de todo sólo me lleva dos años.
Parece que nadie ha llegado. Estamos tan sólo Tyler, Jenn, mi madre y yo aquí; no vinieron los demás. Esta es la primera vez que venimos tan pocos, generalmente está la mayoría de la familia, todos. En fin, supongo que habrán tenido alguna emergencia como aquella vez cuando el más pequeño de mis primos de atragantó con una manzana a mitad del camino para acá, fue muy gracioso.
En la noche ya tenemos las habitaciones asignadas y Jenn duerme en la misma habitación que yo. Veo a Jenn que está acostada en su cama.
Está dormida.
Escucho que ronca suavemente. Parece muy cómoda, con su pijama azul con estrellas; quisiera dormir pero no tengo sueño, extrañamente no tengo sueño. Tengo la sensación de que alguien me observa, pero no siento miedo, al contrario, es terriblemente reconfortante. Me estoy volviendo loca, seguramente es eso. ¿Cómo es posible que no tenga miedo cuando siento que alguien me observa y no lo veo? ¿Será imaginación mía? ¿De verdad alguien me mira? ¿Un fantasma? Sea lo que sea me está causando hambre.
Decido bajar por algo de comer. Salgo de la cama y abro la puerta tratando de no hacer ruido para no despertar a nadie, está oscuro y no veo casi nada. No puedo encender la luz porque se darán cuenta, pero tampoco puedo salir así porque con lo torpe que soy seguro y tropiezo con algo y despierto a todos. Al diablo, llevaré mi teléfono para iluminar el camino. Regreso por mi teléfono y escucho que una puerta se abre. Tyler. Es su puerta. Son sus pisadas, son inconfundibles. ¿Qué hará a esta hora? ¿Tendrá hambre como yo? No, claro que no. Seguramente hará algo o peligroso o estúpido, como lo que estoy apunto de hacer.
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En la mente de Alicia
FantasyAlicia es una chica como las demás. Asiste al instituto y lleva una vida normal; tiene amigos y una familia que la consciente mucho. Todo marcha bien hasta que... aparece un chico. Un chico. Pero no sólo es un chico, ése chico es Wester. El mi...