Aquel día regresamos a Domert, y ni yo ni Jenn dijimos nada. No había nada por decir. James se limitó a mirarnos con cara de confusión todo el camino. No sabía cómo serían las cosas cuando llegara, ya casi es mi cumpleaños y Angie lo está organizando todo, lo peor de todo es que también ella lo sabía. No sé por qué estoy tan molesta, ni siquiera me gusta tanto la escuela.
¿Debería agradecerles?
Creo que lo peor de todo es que me mintieron y ahora estoy aquí, en el despacho de la señorita G. recogiendo todas mis actividades. Todo lo que pasó.-Es todo, Alicia -anuncia G.
La miro y asiento, me levanto dispuesta a irme pero ella me detiene.
-Vienen cosas mejores -dice-. Y feliz cumpleaños, por cierto.
Le agradezco y salgo de allí. A veces ella puede ser muy extraña, ni siquiera puedo pensar en ella como una persona normal. Es demasiado... No sabría cómo explicarlo.
Últimamente me he estado llevando demasiadas sorpresas, demasiadas para poder procesarlas todas al mismo tiempo. Al parecer Angie ha hecho una apuesta con Jenn y si pierde, se teñirá el pelo de rubio.
-Alicia.
Me vuelvo y veo a Cameron reclinado en la pared. Hace tanto que no lo veo...
-Marcus se ha puesto exigente, al parecer tu ausencia le afectó. Tenemos un proyecto y debemos entregarlo antes del viernes -me suelta. Ni siquiera me dio la oportunidad de saludarlo.
-Pero hoy es miércoles -señalo-. No tendremos tiempo. No demasiado.
Él me dedica una sonrisa.
-No te preocupes, Grace. He hecho mi parte y la mayoría de la tuya, sólo tienes que usar tu maravilloso... ¿encanto?
Pongo los ojos en blanco y me dirijo a mi siguiente clase, deseado que el día termine pronto.
-Realmente lo siento, no pretendía hacerte daño. Últimamente todo es difícil.-Es la misma excusa que usabas cuando éramos niños y rompías uno de mis juguetes -contesto, recordando cada palabra que decía-. Un corazón no es lo mismo que un juguete, no puedes simplemente comprar otro.
-Técnicamente sí se puede. Es casi legal -objeta Tyler.
Niego con la cabeza. Cuando llegué a casa, Tyler estaba abrazando a mi madre, quien estaba sentada en una silla de madera. A penas los vi, me pidieron una disculpa acompañada de una gran sonrisa. No supe que decir, me limité a encerrarme en mi habitación como cualquier adolescente rebelde. A veces no puedo entender cómo Tyler no vive con nosotras, es como mi hermano, se lleva muy bien con mi madre y con Angie; realmente me gustaría verlo más a menudo.
No dije nada sobre la disculpa y ahora tengo a Tyler atosigándome, como siempre.Parece que todo ha vuelto a la normalidad. Aunque si me lo pienso un poco mejor, no he visto a Dylan en mucho tiempo...
-Vamos, Al. Dile sí al perdón, vamos di lo tuyo -me anima-. Te daré una paletita.
Arqueo una ceja.
-¿Una golosina? ¿Crees que me comprarás con eso?
-¿Un chocolate?
-Eres increíble.
-Es increíble cómo puedes rechazar un chocolate, ¿qué eres? ¿Una chocofóbica?
Tyler niega con la cabeza.
-Vamos.
Tyler me pasa un brazo por los hombros y me saca a rastras de mi habitación. Bajamos las gradas prácticamente corriendo y antes de llegar a la puerta, Tyler le grita a mi madre algo así sobre que llegaremos tarde.
ESTÁS LEYENDO
En la mente de Alicia
FantasyAlicia es una chica como las demás. Asiste al instituto y lleva una vida normal; tiene amigos y una familia que la consciente mucho. Todo marcha bien hasta que... aparece un chico. Un chico. Pero no sólo es un chico, ése chico es Wester. El mi...