Capitulo 21 "Letras y palabras"

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Mi mente está despierta pero mis ojos siguen cerrados. Hace dos segundos que reacciono. Que dejo de estar dormida. Pero no quiero abrir los ojos porque sospecho que me arrepentiré. Que me arrepentiré de lo que vea.

Pero no lo hago. Y eso es lo peor.

La cercanía es la única palabra que queda para describir lo primero que mis ojos ven.

Él está cerca. Él está aquí a lado. Dormido a más no poder.

Entonces estudio la situación.
Yo estoy acostada sobre mi costado, viendo en dirección a Chase, que al igual que yo está acostado sobre su costado mirando hacia mi. Pero mi cara queda ligeramente más abajo. Una de sus piernas está tocando la mía, casi entrelazada. Y una de sus manos sostiene mi codo que esta recostado sobre la cama.

Tan simple pero tan bonito.

Que tonta Isabella.

Muevo lentamente mi codo, casi con cautela, para luego, mover mi pierna también. Pero eso si resulta difícil, pues ella está atrapada.

Paso mi vista hacia mi pierna derecha que muevo muy despacio para no desper...

Olvídenlo.

Sus ojos se abren de repente, muy rápido y muy abiertos. Me alarmo. Que hago. QUE HAGO.

Los bob esponjas de mi cabeza comienzan a perder el control y se abren paso hacia el caos.

Más o menos así.

La mirada de confusión de Chase oscila entre lo épico y lo terrorífico.

No te violé, lo juro

No, no puedo decir eso.

Pero cierra los ojos y se agarra la cabeza. Posiblemente por la resaca.
Emite un sonido de queja y se incorpora, se queda sentado y se ve nervioso.
Me incorporo también, pero con un poco de nervios. Muchos nervios.

- Se que esto no luce normal.

No responde. Así que no me queda más que quedarme viendo su perfil. En la expectativa de que dirá. Pero no está tan mal, la escasa luz del sol que las ventanas permiten que entre es la suficiente para admirarlo por horas.

- Sabía que no debía pasar por aquí. - Se limita a responder.

- Yo, lo siento, lo que recuerdes, lo lamento.

- No lo sientas.

-¿Tú lo sientes?

-No

Un hormigueo en el estomago.

Sin responder me incorporo también mientras suelto un suspiro. Volteo mi cabeza hacia Chase cuando veo que se levanta y va hacia la puerta. No quiero que se vaya aun. Rápido me levanto pero me quedo en mi lugar.

-Nos veremos luego Isabella.

-Espero que no vuelva a ser aquí.

Una media sonrisa aparece en su cara y lo noto cuando mira sobre su hombro.

- Yo espero que si.

..........................

- ¿Dijo eso y luego se fue?

- Si, resulta confuso

- Eh, no. ¡Resulta sensual! - Exclama Miranda una vez más poniendo en duda mi punto de vista respecto a su sentido común.
Si esos son los consejos que recibo de mi amiga me volveré loca.
Y con Chase tengo suficiente.
En un domingo por la tarde, Miranda y yo sentadas en el piso de mi habitacion, nos encontramos. Chismeando como de costumbre.
Ella me cuenta lo bien que le va con su galán, West, con quien ya me topé unas cuantas veces en el colegio. Parece un buen chico.

- ¿Entonces él está aquí? Justo al lado - Susurra Miranda hacia mí como si fuera un secreto.

- No lo sé, tal vez,  a veces llega y no me doy cuenta, a veces se va.

- Interesante - Murmura.

Pasan minutos mientras tarareamos canciones de The Fray.

La puerta se abre y mi madre se asoma con algo entre las manos.

- ¡Traje galletas!

Entra y nos pone en la mesa de al lado el plato con galletas de chocolate.

Le agradecemos al unísono.

Mi mama se queda unos segundos  esperando con una sonrisa. Después, solo da la vuelta y se va.

- Está feliz - Dice Miranda.

- Esta feliz - Confirmo.

Después de tres galletas Miranda habla.

- Tengo una idea.

Se pone de pie y camina hacia la puerta, se voltea y me mira expectante.

- ¡Ven!

Me pongo de pie y la sigo.

- ¿Qué es lo que... -

-Shh..

Abre la puerta quedito, asoma la cabeza con disimulo, da unos cuantos pasos fuera de la habitación.

- No está.

-¿Qué? - Vuelvo a ir tras ella.

- No está Chase, deberíamos echar un vistazo.

- No, estás loca - Exclamo al instante.

- Espera, escucha - Abre los ojos y levanta una mano. - El no piensa decirte nada de él así que no estaría mal ver por ahí a ver si hay algo interesante.

- No, no, no y no.

*******
-Te odio.- Le digo a Miranda mientras caminamos lento en la habitación Chase.

- Ya cállese.
Vamos caminando entre la oscuridad. Tal vez porque creemos que así disimulamos o tal vez porque somos demasiado tontas. Lucho contra mí misma por no tropezarme con algo ya que es de mis cosas favoritas.

- Mira, una guitarra. - Me informa Miranda que está del otro lado de la habitación. - Checa en esos cajones - Señala atrás de mi.

-Esto está tan mal.

Me volteo y abro el primer cajón lentamente.
Desodorantes, envases, llaves, papeles y cosas inútiles. Me sorprendo al ver todo muy ordenado.
Abro el segundo cajón y hay ropa doblada. Uuh, ropa interior. Río internamente.

El tercer cajón cuesta más abrirlo, como si estuviera trabado pero lo logro.

-Shh no hagas ruido - Me susurra Miranda.

Veo que no hay mucho pero fijo mi vista en hojas apiladas. Agarro unas cuantas pero todas tienes cosas escritas. De arriba para abajo. Empiezo a leer y.. Son canciones.

Algunas con letr apurada y borrones, otras más ordenadas. Mi vista revolotea entre todas las palabras y letras impregnadas en cada hoja. Y no lo puedo creer.

Holaa. Tengo sentimientos encontrados respecto a todo el tiempo que ha pasado. Pero aquí les dejo un capítulo más. Un poco corto pero con dedicación. Mucho amor a todas hermosas. -Vale

Enamorada de mi hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora