Aún no os he hablado de mí, de por que sé cómo ocurrió todo en esta historia. Soy la novia y futura mujer de Tomas. No se si aún os acordáis de él. Un chico alto, rubio, de ojos verdes, compañero de piso de Daniel.
Cuando empezó la universidad yo era una buena amiga de Juan, el camarero de la cafetería. Era muy cotilla y se enteraba de todo lo que pasaba en toda la universidad así que después de salir de mis clases de ballet siempre hablaba con él. Gracias a eso me enteré de los problemas que había entre Sandra y su mejor amiga, María, pero Sandra no le había contado toda la verdad a Daniel.
Sandra había sido desde pequeña una chica con muchos complejos. Era gordita, la ''bola'' le llamaban en clase y en esa etapa consiguió hacerse una cápsula transparente entre el resto del mundo y sus sentimientos porque si no, su vida se habría hundido por completo.
Era el centro de todas las mofas, de insultos, de zancadillas y de cualquier tipo de manipulaciones. Pero todo cambió cuando se cambió de instituto.
Sandra había madurado y no quería que nadie le arrebatara aquella felicidad. La única amiga que se había mantenido con ella siempre había sido María. A ella la quería de verdad y por eso no quería perderla. Había pasado todo con ella y la había defendido de todos aquellos bichos que intentaban comérsela, destrozarle la vida.
Pero como siempre pasa, las amigas se alejan y con las ellas se marchitan los recuerdos que antes avivaban esa relación.
Antes de empezar la universidad habían decidido quedar para así contarse todo lo que les había pasado durante el verano. Sandra se dio cuenta de que su amiga tenía una relación estable y que sus padres la aceptaban como era, así que cogió unos celos terribles.
Siguió a su novio en Instagram y empezó a hablar con él, a soltar indirectas, a acabar con la relación entre él y María.
Había sido cruel y María no quería saber más de ella, pero Sandra se excusaba diciendo que él había empezado todo, aunque las excusas ya no servían para nada. De todo esto se enteró después de dos semanas Daniel, cuando Sandra decidió disculparse por lo ocurrido. Pero Daniel era buen chico y siguió queriendo igualmente a María.