Se levantó temprano, no como había pasado en su sueño. La noche anterior no había podido dormir, el café le creaba insomnio. Recuerda usarlo en los exámenes finales de ingeniería, estudiando la otra carrera.- El café es mi amigo- decía.
Daniel se fue a duchar y al acabar, alguien llamó a la puerta. María le esperaba al otro lado. La chica vestía una camiseta corta y unos vaqueros ajustados que realzaban sus esbeltas caderas. Al verla, Daniel tuvo la necesidad de recorrer su cuerpo de arriba abajo y desvestirla con la mirada. María se dio cuenta y sonrió.
-Buenos días- dijo acercándose a él y dándole un dulce beso en los labios.
-No te esperaba para desayunar- dijo Daniel divertido.
-Me he auto invitado, suelo hacerlo- comentó la chica riendo.
María traía churros en una bolsa. El humo caliente enseguida perfumó el aire de la habitación. Mientras caminaban hacia los sofás situados al lado de la cocina María hablaba entretenida de un libro:
-¿ Has leído "buenos días princesa" alguna vez?- Daniel negó con la cabeza- bien...pues en el libro hay una escena que me encantó al leerla. Tápate los ojos- le dijo al chico acercándole un paño de la cocina. Al principio Dani no sabía de que iba aquello pero le pareció divertido probar.
Daniel se vendó los ojos y María se acercó a él con un churro mojado en chocolate caliente que había preparado Tomas antes de irse a trabajar para su amigo. Mojó con suavidad sus labios y los besó. Daniel se ruborizó.
-Creo que tengo que leer ese libro- dijo mientras se sacaba el paño y se aproximaba a la chica.
-Aún no ha acabado el juego- aseguró María.
-El juego acaba de empezar- comentó su amigo mientras la tumbaba en el sofá.
Daniel le besó los labios mientras iba bajando y acariciando su piel lentamente. Sus manos no dejaban escapar ni un centímetro de su cuerpo. El chico le iba sacando cada vez más ropa ante la atenta mirada seductora de su amiga.
-Parece una escena de una peli porno- pensaba Daniel. Lo que provocó una sonrisa que dedicó a su amiga.
Juntos se fundieron en un solo cuerpo, los dos, en una aleación indestructible.
Una hora más tarde, Daniel y María eran oficialmente novios. Cuando la chica salió de su casa, Daniel tenía 5 llamadas de Sandra.
-¿ Qué habrá pasado?- pensó el chico preocupado.