Malvadamente inocente.

Capítulo 5

Diciembre 2005

Ya faltaba poco para navidad, recuerdo que la noche estaba más fria de lo normal. Mire hacía la ventana, los arboles se movían al son del viento, la luna brillaba en su mayor intensidad y las estrellas la acompañaban mas perfectamente que nunca.

Estaba deleitado mirando tal belleza, de repente escuche pasos acercarse a mi puerta, por lo que rapidamente salte a mi cama, y me hice él dormido.

-¡Oh ya estás dormido!-. Suspiro mi madre, luego sentí que se acercó más a mi, y suavemente me tocó, con la intensión de que "despertara".

Abrí los ojos con fingida pesadez, mi madre me miro  y paso su mano por mi cabello.

-¿Que pasa mama, aún papá no llega?

-No pasa nada pequeño, tu padre aún no llega, pero pronto lo hará.-Sonrió.

Luego se acostó a mi lado, tendiendo su brazo sobre mi y durmiéndose al instante.

Bese su frente.-Buenas noche mama.- Susurré.

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-¿Allan, QUÉ TE HA PASADO?- escuché como mi madre gritaba esto.

Me levante corriendo de mi cama, tanto así que al hacerlo me tropecé y caí, pero enseguida me levante, bajando las escaleras, y encontrándome con la razón del escándalo de mi madre.

Con ambas manos tapé mi boca, pero aún así las lagrimas no dudaron en salir.

Mi padre se encontraba en una situación deplorable, estaba todo golpeado, y tenia varias heridas en el pecho.

¿Qué le había pasado?, ¿por qué estaba así?, no pensé en nada más, solo decidí acercarme, no sabía que hacer, quería abrazarlo pero por lo visto no se podía.

-Niall ve por el botiquín.-Vociferó mi madre.

Escuche su mandato al instante y apresuré desesperadamente mis pasos hacia donde se encontraba lo que se me había pedido, volví y se lo entregué.

Me quede estudiando excesivamente, cómo mi madre curaba a mi padre, tanto así que no me había percatado de un ser que se encontraba a la puerta, su aspecto era algo misterioso, pero suponía que pertenecía a la guardia de este bosque, al igual que mi padre, aunque seguía viéndose diferente.

Mi madre se detuvo, me miro observando a aquel hombre.

- Él es Laureen, fue quien traslado a tu padre hacía aquí.-Declaró.

Me acerqué cuidadosamente a aquel señor y dije:

-Gracias Señor.

Mi padre aún seguía inconsciente, mi madre termino de curarlo, y el señor Laureen se retiró.

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Habían pasado varios días después de que trajeron a mi padre a casa en ese estado lamentable. Pero aun así, sin pensar en lo que le había pasado, sus salidas seguían siendo constantes.

Baje las escaleras donde se encontraban mis padres conversando, al estar allá, sin ellos darse cuenta de mi presencia, escuche una pequeña parte de su platica.

-Allan, pretendes seguir así, tardando tanto tiempo en llegar, estuviste cerca de la muerte, Niall te necesita, tu pequeño nos necesita.- Imploró mi madre.

-Si lo se Nicole,  estoy haciendo todo lo posible para estar con ustedes, pero la guardia también me necesita y sabes que lo hago por ustedes. Además, hay  una buena noticia.

-¿Cuál?-, interrogó.

-Ya sabemos quién es el elegido, es decir ya tenemos las piensas clave para acabar con las sombras.-Luego se levantó y tomó un sobre que se encontraba encima de la repisa.-Cuando todo esto acabe tendremos una vida normal.- Abrió el sobre, sacando tres boletos de avión.-Nos iremos a Italia, los tres en cuanto todo terminé.-Mi madre sonrió, y se lanzó a sus brazos y el acepto al instante. Tenían tal felicidad, ignorando la probabilidad que existía de que ese viaje no suceda.