Malvadamente inocente.

Capítulo 15 (FINAL)

Un olor característico inundó mis fosas nasales, era dulce, y atrajo un recuerdo de la niñez que me devolvió el deseo de levantarme y comer el cual había perdido a causa del estrés.

Me bañe y bajé, como hacía ya pocas veces; y como era de esperarse un pastel de frutos secos se encontraba en la mesa, listo para servir.

Era obra de Lindsay, lo sabía, porque ella había aprendido la receta de mi madre; y en los tiempos en que perdí a mis padres, cuando me sentía muy mal; los preparaba para hacerme sentir mejor.

Ella, de una forma u otra, sabía que no la estaba pasando bien. Y lo había hecho por mí.

Por primera vez desde que Merry habló de sus poderes, pude comer, sonreír, y hasta hablar con la misma Merry un buen rato.

***

-Me gustas desde el día que te vi, y cada día me enamoro más de ti....-Levanté su barbilla hasta que nuestros ojos hicieron contacto.- ¿Me quieres Merry?

-Te quiero Niall.-Y me beso-.

De repente, el tiempo se detuvo en el mismo instante en que sus labios tocaron los míos. Asustado, traté de moverme; pero como si estuviera en una especie de parálisis, solo logré mover los ojos.

Sentí como una fuerza desconocida me impulsó hacia atrás. Ahora podía verme a mí mismo, allá, como un recuerdo lejano. Con cuidado, me acerqué a la escena que se encontraba frente mí, y de la cual yo mismo formaba parte, pero cuando intenté tocarla, todo se desvaneció como arena en el aire.

-Mentira...-Oí a una voz decir, desde algún lugar-.

-Mentira...-Susurró una vez más-.

Me giré, tratando de buscar el origen de aquel eco interminable. Pero era imposible determinar de dónde venía. Estaba en todas partes y a la vez en ninguna; izquierda, derecha, arriba, abajo...no importaba a donde miraba o a donde fuera, ahí estaba una vez más aquella voz repitiendo una y otra vez...

-Mentira...-Era una voz de mujer, ya la conocía, pero no lograba recordar de quién era-.

Cerré los ojos un segundo, y frente a mí, la imagen del momento exacto en que Merry corrió a los brazos de Landon luego de haberme besado, pasaba como en cámara lenta. Ahí estaba ella, alejándose cada segundo más, y luego estaba yo, con la mano extendida como un pendejo; como si solo eso fuera suficiente para detenerla.

Voltee la cara en señal de repudio ante lo que se me mostraba, y miles de imágenes me rodearon. Landon y Merry juntos, Landon y Merry diciéndose que se aman; besándose en la cocina, en la cama, en el patio, en la sala...Se repetían una y otra vez, en pantallas gigantes dando vueltas alrededor de mí, cada vez más rápido, como queriendo acabar conmigo.

Caí de rodillas al suelo con la cabeza entre las manos, deseando que todo acabase. Mi pecho había empezado a doler, al igual que mi estómago; la cabeza me palpitaba, estaba empezando a sudar y mi respiración se aceleraba más y más, al igual que los latidos de mi corazón.

Cuando ya no aguantaba más, lancé un alarido y con ambos puños, al abrir los brazos, vi destruirse aquellas escenas como trozos de vidrios rotos.

Todo quedó en silencio.

Fueron los segundos más tranquilos de mi vida. Pero luego empecé a escuchar un lloro. Ahí estaba ella, ¡era mi madre!, tirada, justo delante de mí. ¡Al alcance de mis manos!