Capítulo 12.

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Faltaba alrededor de una semana para irnos a la corte, y básicamente me había quedado en mi habitación todo el tiempo, mirando hacia el techo, preparándome mentalmente pensando en todo lo que iba a hacer mientras estuviera en aquel lugar; pensando en que si iba tenía que convivir con esas repugnantes personas, cuyos nombres de vez en cuando aparecían en mi mente y de alguna manera hacía que esta retumbara y seguido de eso apareciera una terrible jaqueca.

Los Rosccovich se habían convertido en una piedra en mi zapato. Cada vez que el nombre de Alexander resonaba en mi cabeza, los recuerdos de mis padres aparecían haciendo que mi plan de venganza fuera retomándose poco a poco, dándome así muchas ganas de aceptar la oferta de Mak.

A pesar de eso, y del dolor que aún tenía, de que mi vida se había convertido en una fábrica de sonrisas falsas, unas que otras sonrisas salían defectuosas ya que eran verdaderas, y éstas eran provocadas por Merry. Sentía mucho afecto por ella, aunque de alguna manera la quería más que a una simple amiga.

Cuando me sentaba a observarla se notaba que ella ocultaba cosas, sea voluntaria o involuntariamente, y estaba presto para hacer cualquier cosa con tal de saber qué ella encubría. Me hacía la pregunta constantemente de por qué una chica como ella estaría en un sitio como éste, seguro tenía una vida fuera de aquí, pero al mismo tiempo sentía que era a donde pertenecía, tal vez esa sea la razón de porqué los Maslow no querían que se fuera.

"Tal vez ella sea la..... No... o quizás sí" -Pensé-.

La verdad es que la casa parecía estar llena de bipolares, un día estábamos bien y al otro mal, un día el ambiente estaba calmado, y al otro se podía agarrar la tensión con las manos.

Y a mi cualquiera que me veía bien, seguro pensaría que siempre estaba tratando de asimilar muchas cosas, porque en verdad eso hacía.

*

Ya estando listo, preferí bajar a desayunar, teniendo en cuenta todas las cosas que podían pasar, como encontrarme a Landon y Merry dándose cariño, y cosas por el estilo. Pero yo no soy de los que se rinden tan fácilmente, por eso escogí rechazar la verdad evidente de que ellos dos eran algo.

No puedo refutar que en cuanto vi a Merry me pareció una chica hermosa, pero al ver que a mi primito le interesaba me pareció aún más hermosa, y la idea de darle una cucharada de su propia medicina me paso por la mente, acordándome de lo que me hizo con Astrid.

Sin embargo al pasar tiempo con Merry todo ese plan de alguna manera se fue a la mierda por que me empecé a enamorar de verdad. Ya a éstas alturas empecé a pensar que, para ser un chico lleno de venganza, resentimiento, etc. Me enamoraba, si así podría llamarlo, muy seguido.

Bajé los escalones y de un brinco ya me encontraba en el piso principal, fui directamente a la cocina, donde todos se encontraban.

Me limite a dar los buenos días, y al parecer a nadie le importo, pero no era como si a mi me interesaba que me prestaran atención o no, así que ya estando puesta la mesa para el desayuno, nos dirigimos hacia ella.

El comedor de la casa era bastante grande, contaba con 7 puestos, por lo tanto cuando nos sentábamos siempre quedaban dos asientos libres. Me acomode en una de las sillas que había en los costados y fije mi vista dándome cuenta que Landon se había sentado en el costado contrario al mío, quien al igual que yo, dejaba un sillón libre de su lado.

Merry se acercaba a la mesa, en cuanto note esto saque la mejor sonrisa que pude, dándole señales de que quería que se sentara a mi lado; pero ésta volteo su mirada para observar a Landon, y se sentó a su lado.

En cuanto vi aquello fruncí el ceño, dejándolos de observar y bajando mi rostro. Ya estaba más que confirmado ellos tenían algo, mi cabeza me lo gritaba tratando de convencerme para que desistiera, pero mi corazón seguía en su misma posición.

En ese instante recordé las palabras de mi padre:

"Escucha la razón antes que al corazón".

Pero en ese momento no estaba dispuesto a escuchar o seguir esos consejos.

Al terminar de desayunar, las chicas se fueron a lavar los trastos y seguido de esto a la habitación que tenían en común. Antes de eso, Darren les dijo que después de almorzar nos reuniríamos en la sala.

Darren nos llamó, a Landon y a mi, para hacernos unas preguntas.

-¡Sobrino! ¿Como has estado últimamente?-. Pregunto. Refiriéndose a mi estadía en su casa.

-Muy bien Tío, mejor que Landon nunca, pero bien-. Sonreí con malicia. Haciendo que este mirara a su hijito.

-¡Me alegro!- Articuló con el ceño fruncido.-Niall ve a hacer cualquier cosa, tengo que hablar algo con Landon-. Me retiré de inmediato al escuchar eso, porque sabía que lo que Darren tenía que hablar con Landon era acerca de su "relación" con Merry.

Terminando de comer, y limpiando la mesa, procedimos a pasar a la sala; ya que Darren le iba a dar la noticia del viaje a Merry, al ser ella la única que no sabía sobre eso.

-Merry. Seré directo. Quiero avisarte que los chicos y yo tendremos que hacer un pequeño viaje la próxima semana-. Dijo sin más.

Merry parecía sorprendida, e incapaz de asimilar la noticia, luego de hacer unas preguntas, y aclarándole que no todos irán, es decir, que se quedaría con Linds, se le notó más calmada pero no por completo.

Lo mejor de todo fue ver a merry mirar a Landon con cara de "Vete al infierno".

Terminada aquella charla en la que no participe, subí a mi habitación.

Los días pasaban, y a mi solo me faltaban las palomitas porque ya tenía todo el espectáculo montado, Merry ignorando a Landon de la manera mas olímpica posible.

Quise aprovechar la situación para estar con Merry pero ésta se la pasaba en su habitación, por lo que solo pude verla pocas veces.

Traté de buscar el momento más indicado para despedirme de ella, ya que si por su enojo con Landon no nos iba a despedir, al menos yo lo iba a hacer.

*

El dichoso día había llegado, y todo ese tiempo había estado meditando sobre qué haría en el fabuloso palacio de los reyes de Soulsland.

Había acordado conmigo mismo en, 1-No cruzarme con Astrid y 2-Tratar de no matar a Rosccovich. Así de sencillo, ni más ni menos.

Ya tenía todo listo, pensé en que teníamos que caminar un buen rato, así que decidí llevar algo ligero.

-Cuídense niñas, no salgan muy lejos. Prometo que tardaremos poco-. Darren abrazo a Linds y a Merry.

-Está bien.- Dijeron las dos al unísono.

Luego llegó mi turno de ser abrazado por Merry, se sentía bien que ella colocara su cabeza contra mi pecho, ya que era algo más bajita que yo.

Ya acabado la tierna despedida nos fuimos, pero cuando Caminábamos Landon se detuvo afirmando que se le había quedado algo.

"Los labios de Merry no te los puedes llevar en la maleta, ni mucho menos a ella"-Pensé-.

Malvadamente inocente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora