Capítulo 8.

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La idea de quedarme a vivir en aquella casa me resultaba bastante exasperante, tener que mirarlos a todos ellos felices y lo más importante: juntos; hacia que la envidia se apoderara de mi, no importaba la falta de su madre, ellos estaban felices, ellos tenían el amor de su padre, algo que yo nunca más volvería a tener.

Tenia esa sensación de estar rodeado de personas pero a la vez sentirme solo; solo en mi mundo, un mundo que paso de estar construido por amor, amistad, confianza, etc..., a estar construido por fortalezas de odio, desesperanza, ira; y la capa que cubría todas esas era la venganza.

Y así pasaron mis días en este refugio, sufriendo en silencio, con un nudo en la garganta que por más que gritara no se iba, solo me quedaba planear mi venganza, yo quería vengar la muerte de mis padres, porque ellos eran inocentes. Ellos no tenían la culpa de absolutamente nada, y murieron, murieron por salvar esta porquería de Bosque.

Mi odio fue creciendo lentamente, hasta que lo podía sentir como una llamarada de calor creciendo mas y mas dentro de mi, ya no sabía cómo ocultar mi odio hacia Darren, o hacia Landon. La única persona que me entendía era Lindsay, pero aun así, aunque ella me abrazara, y dijera que todo iba a estar bien, yo sentía un vacio. Un vacio que iba a llenar con venganza, con el sufrimiento de los que me hicieron sufrir a mi.

***

Diecisiete años de edad.

Hace un tiempo, había conocido a una hermosa chica, Astrid. Nos conocimos en el lago, y desde que la vi sonreír supe que era la indicada, ella decía que yo era un amargado y siempre trataba de hacerme reír. No sé cuando, ni como, pero de ser a la chica molestosa del bosque paso a ser mi todo, la razón de mi existir.

Su sonrisa era la vista más hermosa, su risa era como un canto de ángeles, y lo mejor, era toda mía. Si, cuando me di cuenta de lo que sentía, se lo conté a Lindsay y ella como la gorda fan que es me alentó a que le pidiera ser mi novia.

¿Su único defecto? Era la hija del hombre que mas odiaba, El rey.

***

Dieciocho años de edad.

Luego de darle vueltas y vueltas a la idea, al fin acepte ir a la casa de mi tía a Italia, me rompía mucho el corazón tener que dejar a Astrid aquí, sin embargo, ella ya no estaba igual...

Estaba muy indiferente, todo lo que yo hacía le molestaba. Con el enojo que sentía, y la venganza creciendo mas y mas dentro de mi, decidí que lo mejor era irme por un tiempo hasta que lograra calmarme para no dañar a Lindsay.

Lindsay preparo un pastel de frutos secos, justo como lo hacia mi madre, para mi despedida.

Todos estábamos en el lago, era una pequeña reunión, si, TODOS. Hasta el maricon de Landon.

A la hora de irme, Astrid me prometió no olvidarme nunca, me dio un último beso, y jure que volvería por ella, cuando me sintiera mejor.

***

Los días en Italia me habían ayudado, mi tía era muy amorosa, me recordaba tanto a mi madre. Y recordarla a ella significaba recordar el bosque.

-Niall, mi amor, aquí estabas.- dijo mi tía entrando a la terraza.

-Hola, tía, ¿necesitabas algo?.- deje de mirar el cielo para ponerle atención.

-La cena ya esta lista, espaguetis, de tu tía querida.- sonrió.

-Bien, ya voy.

-¿Estás bien, mi amor?.- se sentó a mi lado.

-Si, es solo que... He pensado en volver a Soulsland, pero no sé. Los recuerdos de mis padres se hacen más intensos estando allá, pero aquí me matan, sabiendo que no puedo ir a los lugares que ellos amaban, ni cumplir las cosas que les prometí, me siento inútil.- pase mis manos por mi cabello de forma nerviosa.

-Mi niño, sabes que te adoro como a un hijo, pero si te hace feliz estar allá y no aquí, te entiendo, Soulsland es parte de lo que eres tú, además, no tienes que rendirte tan fácil. Puedes volver si quieres, pero si sientes que vas a recaer, mejor quédate acá. Cualquier decisión que tomes, voy a apoyarte totalmente.- se levanto dejando un beso en mi frente y se fue.

***

Pensé mucho lo que me había dicho mi tía, ella tenia razón, mis padres estaban muertos, pero yo no. Y me había prometido vengar su muerte, así que eso iba a hacer.

Iba a volver, iba a besar a Astrid como si de eso dependiera mi vida, y luego, iba a cobrar venganza por mis propias manos. Así tuviera que lastimar a muchos en ese proceso, yo también me incluyo en esos.

Estaba decidido. Esta vez, regresaba más fuerte, más calmado (Bueno, no tanto) y más enfocado que nunca.

Mi venganza iba a llegar tan fuerte que ni iban a saber qué los golpeo.

***

-Bien, aquí estamos, de nuevo.- Suspire profundamente y toque la puerta del refugio.

-¡Ya va!.- Grito mi primita, luego oí pasos acercarse apresurados y luego se abrió la puerta.

-¿Sorpresa?.- Le sonreí.

-NIALL, AHHHHHHHHHHHHHHHH, VOLVISTE.- grito y corrió a abrazarme. Mierda, solo era pequeña, pero tenía fuerza la muy desgraciada.

-Si, pequeña, pero déjame aire.- Reí abrazándola de vuelta.

Se separo de mi y me abrió la puerta.- Entra, Papa y Landon están en el castillo, pero no se tardan, creo.

-Gracias.- Tome la maleta y entre.- ¿Que hacen los dos en el castillo?.- Pregunte confundido. mi tío siempre iba allí, pero nunca llevaba a ninguno sus hijos, ya que hablaban de ''cosas importantes y para adultos''.

Lindsay se rio nerviosa y comenzó a jugar con su cabello.- Es que... Bueno, ya sabes.- me sonrió nerviosa y luego bajo la mirada al piso.

-¿Qué?

-Bueno, ¿Sabes que te quiero mucho, cierto?.- me miro, y yo asentí.- Bueno, pues... No quería ser yo la que te dijera, porque acabas de llegar y bueno, no vas a querer saberlo y tal vez no es...- comenzó a balbucear y yo la detuve.

-Lindsay, ya dime.

-Astrid está saliendo con Landon.- dijo con tristeza.


Esas cinco palabras me dolieron como la puta mierda.

Salí de la casa, olvidándome de despedirme, olvidándome de mi equipaje, de todo; camine hacia la salida del bosque y si, me fui. Se había convertido en una costumbre huir de mis problemas, supongo.

Si antes sentía odio, ahora era mucho más grande. Así se fue su maldita promesa de no olvidarme, es una traicionera. De tal palo, tal astilla.

Es como si estuviera rifando todo el odio que sentía internamente, y Landon y el estúpido Rey acababan de ganarse el ticket de oro para recibir toda mi venganza sobre ellos.


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N/A.

Holiwinquis, Aquí les dejamos dos capítulos, lo sentimos mucho por tardar tanto en actualizar, somos muy flojas, pero le vamos a poner más ganas para subir capítulos mas rápido dfjbdk.

Ya se está poniendo interesante la cosa. e.e

Que Astrid tan regalada, teniendo al Nayaldo lo dejo por el Londres, omg.

Que tengan lindo día/noche/madrugada/tarde, whatever:3

Niall en multimedia, lean las letras de la canción, son hermosas.

Malvadamente inocente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora