Capitulo 6: Parte 1

807 82 10
                                    

Mini maratón 1/2

***

Invierno del 2006.

Era el cuarto día después de que empezara el invierno. El frio característico de dicha estación me obligaba a usar un abrigo y un sombrero, (bastante ridículo a mi parecer), si no quería terminar entumecido. Mientras observaba por la ventana de mi cuarto como el sol se escondía con extremada rapidez, faltando pocos minutos para las seis, como solía hacer desde que empezaba navidad. Como si tuviera prisa en ir con su familia antes de que anocheciera, no consciente de que él mismo permitía que la noche saliera, justo cuando se iba.

"Hasta el sol tiene vacaciones de navidad."-Pensé. Vacaciones que a mi padre al parecer no le daban.

Suspiré resignado, justo en el momento en que unos golpes se escucharon a mi puerta.

-Pase.-Dije, no muy seguro de que se me fuera a escuchar. Segundos después ésta se abrió, dejando ver al individuo que ocupaba mis pensamientos la mayoría del tiempo últimamente.

-¿Todo bien campeón?- Habló mi padre entrando con cautela.

-Si. Supongo.

-Hmm, ya veo.-Le oí decirme mientras se situaba detrás de la silla donde me encontraba mirando por la ventana. Al no recibir respuesta de mi parte, éste se apoyó sobre sus rodillas, colocándose a mi altura.- ¿Qué pasa?, ¿por qué traes esa cara?- Le oí decir con un tono algo preocupado.

No supe qué decirle porque la verdad era que ni yo mismo sabía exactamente por qué estaba así.

-Vamos, quita esa cara campeón, ya encontraremos al elegido, solo falta preparar algunas cosas y dentro de unos meses nos podremos ir a vivir a Italia, ¡¿Eso no te alegra?!- Dijo con repentino entusiasmo, vi como sus ojos brillaban cada vez que mencionaba Italia y mi corazón recibió una punzada, pero no de esas que te dan cuando ves algo tierno o bonito, no, fue de esas que te dan cuando sientes que algo anda mal. Una punzada de angustia.

-Si padre, solo...

-¡Entonces nada, no tienes nada de qué preocuparte, quita esa cara anda!-Me interrumpió desordenándome el perfecto peinado que llevaba.

-¡Oye!-Dije a la vez que me empecé a reír. –Sabes qué, tienes razón, ya quiero ir a Italia.-Le sonreí, ahuyentando de mi mente todo pensamiento negativo, no quería arruinar ese momento con mi padre por aquellas especulaciones negativas.

-¡Así me gusta!- Expresó con una voz algo más gruesa que solo me hizo reír más.

Después de aquel día donde escuche a mis padres hablar sobre el viaje, tuve que esperar un tiempo fingiendo no saber nada. No fue hasta varios días después de mi cumpleaños cuando decidieron decirme. Puse mi mejor cara de sorpresa y al parecer se la creyeron; pero la felicidad que tenía no era para nada fingida. Ese día nos pusimos a bailar, saltar y cantar en familia; sin duda nunca olvidaré ese momento.

Estiré mi mano para desgreñar a mi padre como venganza, este me miró con fingida sorpresa. -¿Esto es pelea?-Esbozó justo antes de lanzárseme y empezar a desordenar mi pelo con rapidez, mientras yo intentaba zafarme de su agarre.

El chirrido de la puerta al abrirse interrumpió la "pelea" entre nosotros, y la cabeza de mi tío fue lo primero que se vio.

-¿Se puede?-Preguntó como si ya no estuviera dentro.

-Si.-Respondió mi padre, demasiado serio para mi gusto.

-Necesito hablar contigo Allan.- Fue directo, y noté como mi padre se tensó de inmediato. –Es sobre lo que hablamos la última vez.

Malvadamente inocente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora