© Resurrección de los divergentes

6. Es Tarde

Tris

Escuche a alguien maldecir y abrí mis ojos al escuchar a Zeke llamando a Uriah y James, tal vez había pasado algo malo y requería ayuda, salte de la cama y corrí fuera de la habitación.

-Zeke, ¿Qué sucede?¿Estás bien?-Zeke tocaba con fuerza la puerta de la habitación que había tomado Uriah y luego se detuvo y me tomo por los hombros.

-Okay, escuchame. Anoche quería hablar contigo, pero me malditamente quede dormido, se trata de Tobías, no tenemos mucho tiem...

-¿Qué jodidos te pasa Ezequiel?-Dijo Uriah abriendo la puerta de su habitación, y enseguida James abrio la suya.

-Necesitamos irnos ahora. Tobías va a casarse en,-Zeke consulto su reloj y luego siguió-45 minutos y contando.

-Maldición Tris, fuiste a buscarlo sin mi, y de pronto se van a casar. O vas a buscarlo y pedirle matrimonio cuando entre a trabajar.-dijo Uriah con una enorme sonrisa.

Yo estaba de piedra, no sabía que hacer, ni siquiera podía respirar, algo en mi se estaba rompiendo en ese momento, el dolor se hizo intenso y real.

-Alto, Tris, podemos impedir esa boda. Se que Tobías te ama, solo trata de olvidar el dolor que paso cuando creyó que moriste casándose.

-¿No es con Tris? Que cabrón.-dijo James.

-Hey, él no sabe que esta viva.-defendió Zeke.

-Pues será con ella, vámonos.-Uriah tomo mi mano y comenzó a caminar, pero yo clave mis pies en el suelo.

-No. No será conmigo.-solté la mano de Uriah y corrí a la habitación y cerré la puerta. No iba a permitirme llorar, Tobías iba a ser feliz y yo debia estarlo por él.

Tobías

-De verdad, tengo un mal presentimiento.

-Basta Anisa. Si no deseas casarte conmigo dilo y esperaremos.

-No. Es solo una superstición. De mi no te escapas.-escucharla me hizo sentir incomodo. Ella bien podría haber sido osadía, sus comentarios siempre eran libres y temerarios.-Bien, te dejo por que voy a terminar de arreglarme.

-Bien, adiós.-colgué el teléfono y me sentí mal conmigo mismo, por querer que ella se arrepienta de casarse conmigo.

Solo un milagro podía detener esta boda, yo no podía romperle el corazón a la mujer que me saco del pozo.

Tris

-No me importa tener que hablar contigo a través de una puerta, lo eh hecho antes, ¿recuerdas?-no respondí nada, pero el recuerdo me hizo sonreír.-Sé que estas confundida ahora, vienes en busca de Tobías para volver a su lado y él esta a punto de estar con alguien más, lo entiendo...

-No estoy confundida, merece ser feliz.-debía verme patética, estaba entre la pared y una cómoda, abrazando mis rodillas, tratando de protegerme del dolor.

-Por favor, Tris, ¿Quién lo haría más feliz que tú? Te enfrentaste a todo por él, hiciste todo por él, y ahora dices «merece ser feliz» Ja. Que hipócrita, te ocultas detrás de esa abnegada que eres para no enfrentarte a tu miedo, a que ya no quiera estar contigo y si con alguien más. Pues sabes qué, tal vez hagas bien en dejarlo ir, él se enamoro de una guerrera, una chica fuerte que luchaba, no una niña asustadisa. No una cobarde.

Las palabras de James lograron que las lágrimas salieran de mis ojos.

Tobías

-Por favor Christina, al menos puedes fingir que eres feliz.-ella puso los ojos en blanco y luego sonrió tanto que parecería convincente para cualquiera.