9. Gracias

501 15 19
                                    

Tobías

-Tu y yo no...

-¿No qué?

-No habremos...ya sabes.

-NO.-ella se levanto de la cama con las mejillas encendidas y cara alarmada. Pude sentir como el aire regresaba a mis pulmones y la pesadez se iba se mis hombros.

-¿Y entonces que paso con mi ropa?

-La lluvia te había empapado y no podía dejarte así, enfermerías, entonces te ayude a quitartela y a meterte en la cama, luego tome mis cosas y dormí en la otra habitación.

-Y ¿sabes porqué vine?

-Pues esa es la parte que ni siquiera yo entendí, llegaste ebrio y diciendo que merecía a alguien bueno y que me amara, luego dijiste que me amabas y me besaste, luego tu querías...ya sabes. Entonces te di tu merecido y comenzaste a pedir disculpas, vomitaste por una hora y comenzaste a hablar de Tris. Entonces luego de mucho hablar te quedaste dormido en el baño y sacarte fue una tortura, pero luego despertarse y te ayude a quitarte esa ropa, cuando traje algo seco ya te habías dormido.

-Lo siento mucho Anisa, no se como sigues tolerandome, de verdad lo siento.

-Basta de eso, ayer te la pasaste diciendo perdón toda la noche. Y a pesar de que no lo recuerdes aclaramos todo y te perdone.

-¿Me perdonaste?

-Si. Así come, toma un baño mientras iré a tu piso por ropa seca. Cuando regrese hablaremos, ¿de acuerdo?

Parecía un tonto, y estaba en shock solo dije que si con la cabeza y deje que se fuera.

Tris

-Ya no pienso dar un solo paso atrás, estoy aquí, y si él me buscaba es porque algo tiene que decirme, si no quieres venir, esta bien Uriah, además debo hacer esto sola.

-Te voy a acompañar hasta su casa y le dejare un par de cosas claras, luego te esperare aquí y no me moveré hasta que vuelvas. Ahora camina.

Convencer a Uriah para dejarme venir a ver a Tobías fue muy difícil y ni hablar de que él solo trataba de convencerme a mi de alejarme de él, pero Tobías era como un imán que me obligaba a correr hacia él.

-¿Y si esperamos a que te sientas mejor? Ayer bebiste mucho, esperemos a que te sientas mejor, como no se, ¿mañana?

-No, gracias. Me siento muy bien ahora. Además ya llegamos. Ahora puedes volver con James al auto.

-Una sola lágrima u ojos rosados y le rompo un brazo.-le di la vuelta y lo empuje de vuelta al elevador.

-Esta bien, héroe, yo le diré.

Una vez que estaba sola en el pasillo, tome un largo suspiro que esperaba que calmara mis nervios, pero mi corazón iba demasiado rápido y mis manos sudaban, pero si no lo hacia ahora, ya no lo haría.

Apreté mi puño y entonces golpee la puerta. No escuche ninguna respuesta y volví a golpear.

La puerta se abrió y una chica rubia que reconocí enseguida como la futura esposa de Tohias, su cara estaba blanca como el papel y estaba seria.

-¿Tris?¿Qué haces aquí?

-Vaya, veo que sabes mi nombre, pero yo no el tuyo. ¿Te importaría decírmelo?

-Soy Anisa. La prometida de Cuatro, ya sabes, esa que cuido de él cuando tu estabas jugando a estar perdida.-su tono era sarcástico y enseguida reaccione.

-Claro que lo sé, ese chico que te dejo en plena boda por mi y que terminara contigo por mi.-punto para Tris. Había pasado por mucho como para que me afectaran sus comentarios, pero lo hacían...y mucho.

© Resurrección de los divergentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora