© Resurrección de los divergentes

17. Fuertes y Valientes

Tris

(Súper escucha y lee la canción desde ya)

Las gotas de sangre comenzaron a escurrir por mi brazo, cada vez más, hasta caer al suelo. La puerta había sido bloqueada, pero no podía pensar en nada más que Tobías.

Él me miraba con una sonrisa, seguro tratando de que no perdiera el control y me mantuviera fuerte por él y por mi.

Todo era un caos y todos estaban preocupados por bloquear la entrada, nadie lo había notado.

Una lágrima rodó por mi mejilla, no podía moverme, ni siquiera sabía si estaba respirando. Tobías avanzo hacía mi... O al menos eso intento.

Fue en ese momento cuando pude moverme. Corrí a él, hasta donde había caído de rodillas.

Puse su cabeza sobre mi regazo y pedí ayuda a gritos. Él solo me decía que me calmara, que él estaba bien, sin embargo su piel estaba muy pálida y fria, además la sangre se filtraba entre sus dedos y los míos que presionaban su abdomen.

Tobías

Su rostro estaba cubierto de lágrimas, en ese momento solo quería estar con ella y decirle cuanto la amaba, pero ella estaba tan asustada por mi que no paraba de mirar la herida y pedir ayuda.

En algún punto solo pude sentir mi cuerpo ser elevado y algunos gritos de ayuda, entre otros pidiendo rapidez. Solo unos momentos después abrí mis ojos y estaba ella.

Sus ojos estaban rojos, tenía algunas manchas de sangre en la cara y cabello... Y a pesar de todo aquello, se veía mas hermosa que nunca.

Sonreía con ternura y me decía que me quedara con ella, que faltaba muy poco... quería hacerle caso, quedarme con ella, pero su voz comenzaba a ser lejana, su rostro borroso y su tacto se desvaneció para mi.

Todo se fue para mi.

Tris

- ¡Tobías mirame!¡Tobias!-sus ojos estaban fijos y su cuerpo se hacía más pesado. No me respondía, no respiraba.- ¡Zeke, apresurate!

Con mi mano derecha comencé a darle pequeños golpes en el rostro, y con la izquierda presione fuertemente la herida.

Una imagen de mis padres vino a mi cuando mire sus ojos. Esos ojos cálidos que tanto había extrañado parecían estar vacíos, y me negué a dejarlo ir.

Cuando llegamos al hospital se lo llevaron y me pidieron que esperara. En mi mente se repetía todo una y otra vez.

Yo me había negado a irme y trate de hacer algo estúpido,  Tobías solo me protegió, el quería salvarme...de nuevo, y yo lo había arruinado de nuevo.

-Oye, Tris. ¿A dónde vas?- me preguntó Uriah mientras tiraba de mi brazo.

-Solo necesito hacer algo, cuida de Cuatro.-volví a avanzar y el volvió a tirar de mi brazo.

-Tris, él te necesita aquí.

-Yo también lo necesitó aquí. Solo será un momento.- salí corriendo esperando encontrar a Zeke afuera.

Él estaba en el auto a punto de bajar cuando entre en el asiento del copiloto.

-Necesitó que me lleves con James, es importante y debe ser ahora.-él puso cara de creer que había perdido la razón, y tal vez fuese cierto, pero ahora debía moverme rápido.

-Dime para qué o dame un motivo para hacerlo.-ahora se veía furioso, incluso algo decepcionado.

-Bien, ¿qué te parece esto? Tenemos que apresurar un plan de ataque, pero no sabemos nada de ellos, necesito a alguien que sepa todo desde dentro, y Jake ya no es una opción, sigo sin confiar en él, es como Peter....pero peor. Además no puedo poner en riesgo a más personas, necesito que cuando ataquemos sea a lo seguro, que tengamos más posibilidades que solo uir, y sí...quiero venganza por Uriah, James, Shailene, Cuatro, incluso Anisa, por todos. Es suficiente.