7. Verdad

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Mi mano aún sostenía mi mejilla adolorida, mientras mis ojos seguían abiertos por la impresión de un golpe que no vi venir, veía a Mina correr lejos de mi, mientras lágrimas eran esparcidas tal cual destellos.

- Fui cruel? Acaso lo fui? P-pero si ella empezó sacando a relucir el tema de Yuuki, que aún siguen siendo hoy en día un tema tabú para mi. En primera no debió hablar de algo que no sabe pero una voz en mi interior decía lo contrario, me trataba de idiota por las cosas tan desalmadas que le había dicho y si yo también no se sus razones. Merezco entonces un golpe aún más fuerte que el que me propinó.

No podia aguantar mas esta duda que me carcomia por dentro. Quería respuestas y las quería ahora mismo, empecé a correr tras ella que hasta el momento no sabía ni a donde rayos se había metido.

Escuché que los altavoces de la Academia emitían un ruido ensordecedor por lo cual me detuve a tapar mis oídos, era un chirrido del infierno. Luego que se calmó el ruido escuché a Kaien pidiendo disculpas, tenía que ser ese hombre siempre anda en las nubes.

El anuncio era para pedirme que fuera a su oficina de manera urgente, en hora buena se le había ocurrido llamarme, dude en si ir o no pero conociendo a Kaien debía ser algo sumamente importante ya que su voz se notaba sería y preocupada.

A regañadientes me dirigí con paso dudoso a su oficina, temía que lo que me diría no fuera bueno pero... a que se debía esta preocupación en mi pecho? Un presentimiento quizás.

Toque la puerta y segundos después escuché un pase del otro lado. Kaien se encontraba sentado en su escritorio, con el seño levemente fruncido.

- Sucede algo Kaien? - fue lo primero que salió de mi boca.

- Necesito que hablemos de un tema muy delicado Zero, algo que debí haberte dicho antes, por favor toma asiento.

Lo hice sin dudar, sin apartar ni un momento la vista sobre Kaien que parecía que trataba de poner en orden las palabras que iba a utilizar.

- Se que ha sido un cambio muy grande, el aceptar a Mina en nuestra Academia y se de sobra que a ti no te parece apropiada mi desicion pero quiero que escuches atentamente la historia que voy a contarte sin ningún prejucio sólo el de tu corazón...

... Hace muchos siglos atrás, existía un enorme reino que era protegido por el Rey y la Reina de aquel entonces, un reino muy abundante que crecia en amor y paz, un reino creado para la felicidad de su primogénito que venía en camino. Una tarde estando la reina a pocos días de su parto, llegó a Palacio un bruja echando pestilencias a todo el mundo demandando ver al Rey, este la hizo pasar y ella estando bajo la presencia del Rey, sin ningún motivo aparente lanzó una maldición a la feliz pareja, la cual consistía en que sus almas nunca encontrarían descanso, vagarian por la tierra alimentándose de la sangre de seres vivos, de aquellos aldeanos que anhelaban proteger con sus propias  vidas, sus almas estarían malditas por toda la eternidad. Los convertiría en lo que ahora llamamos vampiros...

- Bufe molesto - vamos Kaien no estoy acá para que me leas un cuento de hadas.

- Esto es importante Zero por favor, escuchame.

Asenti ligeramente dándole paso a continuar. No sabía a ciencia cierta donde quería llegar con todo eso.

Kaien continuo... Con el paso del tiempo los reyes cambiaron. Para evitar alimentarse de personas inocentes, sólo bebían la sangre el uno del otro y así permanecieron por años. Los aldeanos escucharon el rumor y empezaron a murmurar sobre ellos, además de que sus reyes no envegecian ni un sólo día y sus ojos cambiaban con el sólo olor de la sangre, hacían evidente que ellos no estaban bien.

Quiero que Olvides TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora