22. Reunión

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Estaba impaciente, mi tacón hacia un molesto ruido al martillarse en la ceramica del enorme salon cosa que hacia que me exasperara aun mas. Di una rapida mirada a Zero parado a mi lado, tenia una cara de "te voy a matar si sigues con eso".

Llevaban media hora de retraso, Cuanto mas me harian esperar?

- Respira me ordene a mi misma, tomando respiraciones profuntas. Al borde de la histeria, me levante de un brinco de la delicada silla forrada con tela blanca y un lazo rojo adornando su cintura.

- Espera! A donde vas?

- A ningun lado - Respondi enojada - Mis piernas estan entumecidas por estar tanto tiempo sentada - Dije mas tranquila.

- Calma, no tardan en venir y lo ultimo que quieres es que te vean fastidiada.

- Esta bien, cambiemos de tema - Respire resignada - Me gusta como se te ve el traje, deberia contratarte para que lo uses a diario - Era una verdadera tentacion a la vista, le acentuaba muy bien el color negro en su tez blanca.

- Arqueo una ceja ante mi comentario - Quieres que sea tu guardespaldas?

- Si.

- Tendras que pagarme muy bien para persuadirme que acepte.

- Oh claro! - Comence a caminar con pasos calculados hacia él, dignos de una femme fatale, deslise con sumo cuidado mi mano sobre su cintura rodeandolo, acechandolo - Tendras muy buenas prestaciones, un cuantioso salario y la enorme satisfaccion de poder protegerme con tu cuerpo - Marque lo ultimo con un tono cargado de erotismo - Es esa suficiente motivación?

- No tanto pero podriamos cambiar algunos términos y puede que finalice aceptando - Tomo mi mano y la entrelazo con la suya - Me gusta mas cuando puedo tocar tu piel y no estos guantes - Su voz cambio casi a un gruñido insatisfecho.

- Pronto - Coloque mi otra mano sobre su pecho.

- Intento tomar mi cintura pero solo pudo agarrar el exceso de tela que llevaba encima - Quien rayos escogio esto?

- Rei por lo bajo - Fue Nero.

- Chasquio la lengua frustrado - No me gustan este tipo de vestimentas.

- Te digo un secreto - Me pare de puntillas y me acerque a su oido - A mi tampoco - me separe un poco y volvi a verlo a los ojos- Pero es necesario.

- Por tu estatus?

- Por tu culpa.

- Eh? Espera, porque por mi culpa?

- Mi vientre a crecido mucho de un dia para otro, tengo 2 meses de embarazo pero pareciera que casi tengo 4 meses por lo grande que esta, si utilizo un vestido pegado mi estómago redondeado llamaria la atención, en el peor de los casos pensaran que estoy gorda y no embarazada.

- Y eso te preocupa? - Noté un tenue tono de enojo en su voz.

- No me preocupa en absoluto - Negue - quisiera poder mostrarle a todos mi enorme panza de embarazada pero es un lujo que no puedo darme en este momento - Su mirada triste bajo evitando mi contacto visual - Perdoname amor mio.

- Pronto todo acabara, no es asi?

- Asi sera - Acenti.

Si todo iba bien, no tendria que intervenir el consejo de ancianos, ni siquiera se darian cuenta de las intenciones ruines de Bartis hasta tiempo después cuando los rumeros se extendieran.

Mordi mi labio inferior con cuidado de no romperlo, no podia fallar, el plan se echaria en marcha dentro de muy poco.

- Estas nerviosa, eso no es bueno

Quiero que Olvides TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora