O Como sacar de quicio a un humano
Cuando un humano al que estoy a punto de quitarle el alma entra a una iglesia, usualmente significan malas noticias. No se necesita ser inteligente para saber qué es lo que viene después de eso... y tengo que hacer algo, no puedo solo volver al infierno. Necesito otro plan...
Es casi media noche cuando Unsere por fin aparece en el lugar al que la he llamado.
— ¿ahora que estas tramando?
— cosas que no te interesan... ¿Cómo anda todo allá abajo?
— normal, sigue siendo un asco. Lord Astaroth está algo dudoso con tu mensaje.
— bueno, pues aun no resuelvo nada. ¿Puedes ver si mi humano de casualidad llamo a un exorcista?
— ¿Es en serio?— Unsere reprime una risa, que acalla cuando me ve serio— a lord Astaroth no le hará gracia.
— ya se. El humano se niega a vender y me sale con esto... pero tengo un plan.
— Bien, espera un momento...— una de las cosas buenas de Unsere, es que puede ver el pasado, quizá no sea muy útil normalmente, pero ahora para mi suerte sus poderes me son muy útiles— Si, dejo una nota en ese lugar y el párroco la recibió esta mañana e hizo algunas llamadas.
— tsk, me lo temía— tengo que pensar rápido— no le digas a lord Astaroth, tengo una idea.
— ¿ah sí?
— sí, ahora me voy. Tengo que hacer cosas— extiendo mis alas, dejando a Unsere en el lugar. Si Eizam ya llamo a un exorcista las cosas se pueden poner feas para mí. Lord Astaroth lo usara de pretexto diciendo que hice algo mal. Umm, claro eso solo si vuelvo al infierno... sonrió, esperando a que llegue el amanecer, y cuando este llega yo estoy listo para ponerme en marcha.
— ¿no vas a despertar?— la alarma de Eizam suena, pero él no parece querer despertar, así que le toco la mejilla, y el muy idiota me lanza un puñetazo directo a la nariz que me hace casi caer hacia atrás— ¿¡Carajo, otra vez?!— exclamo, sobándome el área adolorida. Que sea un demonio no significa que no me duela cuando tengo forma sólida, pero si hay algo más doloroso que los golpes que da este insignificante humano, es el agua bendita.
— Aléjate, aléjate— como la que está regando en estos momentos. Es como acido en mi piel a diferencia que solo arde y no deshace lo que toca.
— ¡Por Lucifer! ¡Arde, arde!— el ardor es tal que solo puedo revolcarme en el suelo tratando de quitar el agua de mi piel— ¿en qué carajos piensas?— le encaro, molesto ¿Quién se cree para hacer eso? me las pagara muy caro...
— En alejarte de mí.
— tsk, esa maldita agua... ¿Tienes idea de lo doloso que es?— suelto, aun sin creer que en verdad me haya casi bañado con agua bendita. De no ser porque aún tengo un plan, creo que no me molestaría matarle.
— es culpa tuya por hacer cosas que no debes.
— ¡Solo vine a despertarte! Y hasta donde se eso no es un pecado aun— gruño, dándome la vuelta.
— uh... ¿lo siento?..— ¿lo siento? Pff como si eso solucionara lo que me dolió.
— ¿Quiin? ¿Todo bien? Se le hace tarde para salir.
— Tengo más de esa agua.
— ¿Estás amenazándome?— pregunto, arqueando una ceja. ¿Un humano amenazándome? ¿Qué falta? ¿Lord Astaroth cantando con vestido? Eizam se larga sin decirme nada más. Como no tengo nada más que hacer, me dedico a seguirlo hasta la escuela, ¿o es universidad? El lugar es muy aburrido, y tal y como imagine Eizam es tan popular como un zorrillo. Las personas apenas y le dirigen la palabra ¿y en serio no quiere pedir nada?
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Para no caer en tentación
Fantasía¿Qué....? ¿Qué paso? Mi cabeza me duele y tratar de recordar que paso hace que me duela más. A ver... recuerdo que Luke insistió en hacer una fiesta en mi casa, jugamos a las cartas. Si, puedo recordar eso. También que perdí y tuve que ir al cement...