O Clyne Bellamy, Exorcista
El comedor, con una mesa larga antigua y de madera este vacío con excepción mía. El lugar es una vieja casona en la que los muebles huelen a madera vieja y el aire a un poco de humedad. Odio ese olor, pero que se va a hacer. Este lugar es el la cede de mi organización, una organización tan importante y de tanto prestigio que básicamente no existe.
— ¿Ahora qué estás haciendo?— ah, no la organización de hecho es de mi padre, y mis dos hermanos mayores le ayudan con las cosas más difíciles ¿a qué nos dedicamos? Exorcizar demonios. Quien mi habla es mi hermano Zach, y yo soy el más joven y talentoso exorcista de este lugar, Clyne Bellamy. A diferencia de mis hermanos, que son morenos y de cabello oscuro, yo tengo una rara condición genética que me hace ser casi tan blanco como un fantasma, albinismo le llaman. En realidad a mí nunca me ha importado, de hecho me gusta que mi apariencia sea tan rara, no cualquiera puede presumir que sus ojos pueden cambar de color de un azul violáceo a rojo, aunque no pueda ir a la playa o salir mucho en el día.
— nada.
— ¿Sigues molesto porque no te dejamos ir con Richard?—Solo resoplo por respuesta, hundiendo una cuchara en la sopa que llevo a la mesa. Richard es mi otro hermano, que salió a algún lugar de Egipto a hacer un exorcismo— sabes que no puedes ir a esos lugares.
— Nunca me dejan hacer nada— murmuro, haciendo berrinche.
— eres muy imprudente. ¿Recuerdas que la última vez que fuiste a las vegas dijiste que te mantendrías al margen? Estuviste cuatro días en la enfermería poniéndote crema para las quemaduras.
— los del casino quisieron estafarme.
— es obvio que ya nadie crea cuando dices que no harás nada que te lastime.
— ¡pero era un demonio grande! Yo quería ir.
— Clyne, debes aprender a cuidar de ti primero— el ceño de Zach se frunce, señal de que mi rabieta le está molestando. Por mi condición no puedo exponerme mucho tiempo al sol directamente, tengo que llevar muchísimo protector solar y ropa larga que me cubra, lo peor es que en todos los lugares con sol hace un calor infernal.
— bien.
— además ya habrá otras oportunidades. Últimamente hay mucho trabajo— Zach pasea su mirada por la mesa completamente vacía. Normalmente la mesa estaría llena de personas haciendo mucho ruido, pero todos están fuera por misiones en diversas partes del mundo. Como no somos muy conocidos, los únicos que nos dan trabajo son los sacerdotes. Ellos también hacen exorcismos, pero no tienen tantos miembros que puedan llevar a cabo un exorcismo exitoso como nosotros.
Padre fue anteriormente un prospecto a sacerdote, aunque al final no se recibió y en cambio se dedicó junto con madre, a entrenar a las personas que estuvieran lo suficientemente preparadas para combatir demonios.
— bien.
— de hecho, tengo un trabajo para ti.
— ¿En serio?— murmuro sin interés. Aun quiero ir a Egipto y ayudar a Richard— ¿ahora a dónde iremos?
— oh, iras solo. Yo tengo que salir en unas horas a Bélgica.
— ¿solo?... ¿iré solo? ¡Iré solo!— exclamo, poniéndome de pie y volcando el contenido de plato. Nunca he ido solo a un exorcismo, he hecho varios pero siempre hay alguien más conmigo, ya sea Zach, Richard u otro miembro.
— ponte más serio.
— Pero será mi primera misión en solitario— que emoción ¿A dónde iré? ¿A qué demonio voy enfrentar esta vez?— ¿A dónde tengo que ir?
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Para no caer en tentación
Fantasy¿Qué....? ¿Qué paso? Mi cabeza me duele y tratar de recordar que paso hace que me duela más. A ver... recuerdo que Luke insistió en hacer una fiesta en mi casa, jugamos a las cartas. Si, puedo recordar eso. También que perdí y tuve que ir al cement...