12.- Piensa mal y acertarás, aunque alguna vez te equivocarás

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Las clases terminan pero yo solo me quedo sentando en mi lugar, sin moverme más que para reclinar mi cabeza en el escritorio.

— ¿Estás bien Eizam?— Luke me apoya la mano en el hombro, y yo solo suspiro.

— estoy cansando— ¿el motivo? Está sentando cantando alguna canción de rock al final del salón. Deccal ha estado durmiendo en mi cama la última semana... y ya no sé si creerle lo del incubo o solo fue un pretexto para meterse en mi cama.

— ¿En serio? deberías dormir más, descansar— inténtalo con un demonio que quiere meterte mano cada dos minutos.

— claro.

— ¿Por qué siento que acabas de pensar algo desagradable de mí?— la voz de Deccal suena en mi oído, y me hace pegar un brinco.

— ¿quieres ir a dar una vuelta el sábado? Necesitas despejarte y necesito comparar algunas cosas para la computadora.

— me parece una buena idea.

— ¿Una salida de nerds?— estúpido Deccal... me cuesta tanto poner atención a solo una conversación, o no responder a los dos al mismo tiempo.

—... ¿a qué hora y en dónde?

— Pasare a tu casa como a eso de las cinco, tengo comida familiar antes— explica. Con un poco de nostalgia recuerdo las comidas de mi propia familia, no puedo ir tan seguido como quisiera a visitarlos. Sé que si voy, me costara tanto regresar— bueno, nos vemos el sábado.

— ¿no vendrás mañana?

— No, saldré con mi novia— dice riendo antes de salir.

— ¿Qué pasa con esa expresión tan triste?— Deccal me pica la mejilla. Tiene una expresión curiosa en el rostro.

— pensaba en mi familia, hace tiempo que no los veo.

— uh ¿tienes familia?

— claro que tengo familia, idiota— respondo, algo malhumorado y cruzando mis brazos para luego enterrar la cabeza entre ellos. Ah, como desearía irme a casa.

— ¿Cómo es?— levanto la mirada solo para ver a Deccal delante de mí. ¿Su pregunta es en serio? parece que sí, no veo que se esté burlando.

— ¿mi familia? Pues mi padre es un poco estricto, y se parece mucho a mí solo que más viejo. Mi mamá es más amable, aunque si se enoja da algo de miedo. Tengo una hermana menor, tiene catorce y ella es algo tímida con los demás.

— oh... ¿una pequeña como tú?

— no, ella es más bonita, tiene el cabello oscuro, como mamá— Deccal sonríe, y yo estoy algo confundido por sus preguntas y su expresión.

— ¿Y cómo es tener familia?— mi garganta se seca, y por unos momentos soy incapaz de responder. No me considero precisamente una buena persona, más bien una persona promedio que no hace ni mucho bien ni mucho mal, pero soy capaz de ayudar a personas que lo ocupan, e incluso trato de ser comprensivo con los que no concuerdan conmigo. Por eso, cuando Deccal hizo esa pregunta, yo pregunte ¿Cómo es no tener familia? ¿Cómo puede alguien solo vivir sin conocer esos sentimientos?

— pues... feliz, cálido... no sé cómo explicar eso. Sabes que siempre va a estar alguien apoyándote y no estarás solo...

— ¿de verdad? Pensé que era más como que te abandonan, no se preocupan por nadie más y lo único que tienen en común es material genético.

Para no caer en tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora