La Hermana De Taylor Caniff (Hayes Grier)

Treinta y Siete.

Narrador omnisciente.

Hayes no sabia que hacer, jamás hubiera esperado encontrarse a los chicos en Chicago, y mucho menos a ____.

Pero que suerte la suya, precisamente fue él día que había aceptado salir con Mia.

susurró algo en él oído de su acompañante y ambos corrieron con todas sus fuerzas lejos de aquel restaurante.

POV Hayes.

-No se hermano, no creo que sea una buena idea- dijo Danny mirándome dudoso.

-Vamos viejo, venimos hasta aquí para olvidarnos de todo, hagamoslo!- aventé un cojín a su cara.

Llevaba mas de 2 horas tratando de convencerlo de salir en la noche, pero este chico era tan santo como él papa.

-¿Porque no sales tu? Es mas, invita a Mia- me guiñó un ojo.

Sentí como mi cara comenzó a arder y el rió.

Mia era una chica que se hospedaba en la habitación de enfrente, en poco tiempo los 3 nos habíamos vuelto muy amigos.

Pero Daniel no paraba de insinuar que me gustaba.

Y no era fea, claro que no, pero tampoco era mi tipo.

¿y quien es tu tipo? ¿____?

Hay por dios, mi propia conciencia me torturaba.

-No Dan, ya te dije que no me gusta- dije y el rodó los ojos.

-¿Es por ella? -

-Claro que es por ella, por quien mas si no? -

Me lanzó un cojin.

-Esto es completamente ridículo Benjamin, quieres olvidarla de una buena vez?!- gritó hechandose hacia atrás en su cama.

-Sabes que no puedo Skye, deja de insistir ya- Encendí el televisor y puse un canal en el que pasaban competencias de motos.

-No lo haré, sabes que quiero lo mejor para ti, eres mi mejor amigo- me quitó el control y apagó la televisión.

-Hey! Lo estaba viendo- lo miré mal y el me aventó el control.

-Contigo no se puede- bufó y salió de la habitación.

×....×

-Ya verás que la vamos a pasar bomba- le dije a Daniel mientras me peinaba y el se lavaba los dientes.

-Mhm-

-Listo?- Sonreí y el asintió

-Solo esperemos a que llegue Mia- sonrió inocente y yo frunci él ceño.

-¿En que momento decidimos que ella vendría con nosotros?- pregunté confundido y él me miró mal.

-No seas grosero Grier, ella vendrá te guste o no y te vas a comportar- asentí aburrido y tocaron la puerta.

Salí con la sonrisa mas sincera que pude y ella me miró de arriba a abajo detenidamente.

Nunca me había sentido tan acosado, Cristo.

-Buenas noches- sonrió con la mirada puesta en mi cuello.

¿Acaso era vampira?

Esperen... ¿Y si me muerde? Que miedo.

-Hola- hice un simple movimiento de cabeza y Daniel se golpeó la frente.

-Mejor vámonos- asentimos caminando detrás de el.