Un accidente cambio su vida,
Un encuentro,
Un acuerdo,
Un destino,
Casarse!
Nicole a sus 22 años sé casaría con un hombre que era el sueño de muchas mujeres.
Guapo, millonario, dueño de una de las mejores empresas financieras del mundo.
No se aman o...
La alarma suena, estiro el brazo para apagarla, ayer me quede hasta tarde haciendo la tarea, aún cuando me case con un multimillonario me negué a dejar mis estudios, Ryan me paga la Universidad una de las mejores del país, aunque es algo dura me encanta mi carrera de derecho es algo que siempre quise estudiar.
Me levanto con pesadez y me metí a bañar, un baño rápido y despertador, me puse una minifalda de mezclilla y una camisa de tirantes color verde, me deje el cabello con mis ondas naturales un poco de rímel y brillo labial, tome mi mochila y baje.
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Al entrar a la cocina me encontré con Ryan desayunando y leyendo el periódico, desde que nos casamos dormimos en habitaciones separadas el con sus cosas y yo con las mías, casi ni nos vemos somos dos extraños viviendo en un mismo techo y para mi mejor.
-Buenos días Chayito- salude al ama de llaves -Buenos días Nikky- me dio un vaso de jugo de naranja y me sirvió mi desayuno.
-Si buenos días esposo mío como estas, ah yo muy bien esposa, desayunamos juntos, claro mi vida siéntate, provecho- termino de decir Ryan con un tono sarcástico en su voz, rodee los ojos a veces podría ser tan infantil y reclamarme por cosas sin importancia, como bien podría ignorarme.
-Lo siento Ryan como no estoy acostumbrada a que estés aquí tan tarde simplemente te ignore- le dije poniendo mi mano en el pecho, en un tono falso de arrepentimiento.
Por lo común Ryan se iba muy temprano y llegaba demasiado tarde, no le eh cuestionado el motivo pero no quiero ni necesito, se por que lo hace sus miles de MUJERES. Se que si fuera otro caso yo no me dejaría humillar así pero aquí no es de complacencia es de aguantarse o si no todo se acaba.
-Así vas a ir vestida a la Universidad?- dijo inspeccionando mi atuendo.
-Si, algún problema?- su ceño se fruncio, y sus ojos azules no dejaban de verme, eso me ponía nerviosa, pero no lo daba a notar, su cara cambió sin expresión alguna, pero la verdad no se porque, todo lo que yo hacia no le importaba.
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