Un accidente cambio su vida,
Un encuentro,
Un acuerdo,
Un destino,
Casarse!
Nicole a sus 22 años sé casaría con un hombre que era el sueño de muchas mujeres.
Guapo, millonario, dueño de una de las mejores empresas financieras del mundo.
No se aman o...
No existía nadie más que el y yo, no existía el presente, no existía Ryan ni el contrato, ni el accidente de mi hermano ni el hecho de que el es mi profesor y yo su alumna, estábamos en nuestro mundo, un mundo que nunca creei conocer, ese de fantasias que mi mamá me contaba, donde el amor se sentía desde el primer instante de ver a esa persona pero esto era mejor, solo eramos Henry y yo.
Poco a poco nos fuimos separando, para tomar aire, pego su frente junto a la mía y nos quedamos mirándonos a los ojos.
-Lo siento Nikky, pero necesitaba hacerlo, se que eres casada pero ya no resistía y...- lo calle con mi dedo en su boca
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-Shh no digas nada... yo lo deseaba también- tomo mi cara y me volvió a besar me abrazo y beso mi frente, así nos quedamos sin que nada importara, abrazados mirando la naturaleza sintiéndome protegida e inmensamente feliz.
-Nos tenemos que ir muñequita- torci mi boca la noche ya caía, no quería que esto terminará, quería estar con el pero eso no era posible, desgraciadamente yo era casada y el era mi profesor. De mala gana accedí y me llevo a mi casa.
-Hey muñequita no estes asi mañana te veo preciosa ok?- se despidió de mi, me volvió a besar lento saboreando mis labios y mi lengua, sincronizamos nuestras respiraciones.
Me despedí de el aunque no quería hacerlo. Entré a la casa estaba feliz, me disponía a subir a mi recámara pero lo vi eh inmediatamente mi sonrisa se borró.
-Porque llegas hasta esta hora?- Ryan salía de su despacho con una copa de vino, se veía ojeroso y cansado.
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-Estaba haciendo un trabajo ok buenas noches- subí rápidamente a mi habitación y cerré la puerta no quería seguir hablando con el, me quite la ropa y me metí a la regadera necesitaba un baño uno largo, cuando acabe me puse la toalla alrededor de mi cuerpo y salí. Casi me da un infarto a ver a Ryan sentado en mi cama.
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