Percabeth...Nunca Fuiste Tu

Ya resígnate listilla

Definitivamente ese no era su día.

Primero la emparejan con Percy para el proyecto de Historia y ahora para el de Literatura.

Lo de Historia era relativamente fácil, hacer una investigación, presentar sus resultados y responder a las preguntas del Profesor Quiron, no debía mas que pasar unas horas con Percy para asegurarse de que no lo arruinara y eso era todo. Pero casi asesina al Señor Blofis cuando explicó en que consistía su proyecto.

-Van a representar una escena de una obra de teatro-. Dijo mientras proyectaba en el pizarrón la lista de parejas con su  obra de teatro asignada, buscando su nombre en la lista encontró el de su compañero primero y casi se cae de la silla cuando leyó el título de la obra que les había tocado.

Jackson Percy, Chase Annabeth -Romeo y Julieta, William Shakespeare

-¡¿QUE?!-. Gritó mirando horrorizada a Percy, quien se veía sorprendido pero no molesto igual que ella. Algunos de los chicos a su alrededor soltaron una carcajada ante su reacción, iba a ser ridículamente gracioso verlos como enamorados.

-Que buena broma Paul-. Dijo el chico mirando a su padrastro como si esperara que la cámara escondida saliera de su chaqueta.

-Hilarante Percy pero no es ninguna broma-.

-Entonces..

-¿Profesor podemos hacer otra obra?- saltó Annabeth buscando una salida obvia.

-Señorita Chase  las obras fueron elegidas al azar y...-comenzó a decir el profesor con calma.

-¿Y si cambiamos con alguna otra pareja?-.

-Lo siento pero no, si dejo que ustedes cambien tendré que dejar que todos lo hagan y no serviría de nada, tienen que aprender a lidiar con lo que se les asigna-. Annabeth no sabía que más hacer, sentía que si intentaba apelar la situación terminaría igual que en clase de Historia.

  -Ya resígnate listilla-.   

-Ademas piénselo señorita Chase, se podría sorprender con el joven Jackson-. Dijo el profesor usando el mismo tono que había usado Quiron esa mañana.

Resignada volvió la vista a su compañero que comía algo en su mochila.

Si

Literalmente EN su mochila. Tenía toda la cabeza metida en ella y solo se escuchaba el crujir de lo que sea que estuviera comiendo. Le dio un golpe en el brazo para llamar su atención y el chico sacó la cabeza sobresaltado con la boca y mejillas llenas de migas de lo que parecían galletas de chocolate pero las chispas eran azules.

-Demonios listilla, pensé que eras Paul. Tomé  todas las galletas esta mañana y no debe estar feliz por eso-.

-Quieres dejar de hacer tonterías? Esta prohibido comer en los salones de clases-.

-Relájate Chase, lo que no se sabe no daña a nadie-.

-Dímelo a mi-. Murmuró la chica.

-¿Que?-. Dijo limpiándose la cara con la manga de su chaqueta del equipo. 

-Nada. Haremos  la escena donde Romeo muere-.

-Muy graciosa listilla pero no olvides que después mueres por mi-.

-¿Conoces la obra?-. Su tono de sorpresa llamó la atención de todos en el salón pero Annabeth no lo notó, estaba demasiado sorprendida de que Percy supiera siquiera leer.

- Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo-. La intensidad con la que lo dijo, hizo quedarse a todos boquiabiertos, ella sabía que sus ojos eran hermosos pero nunca los había visto brillar de ese modo.

-Muy impresionante Percy pero...- dijo el Señor Blofis desde su escritorio, después de que un suspiro colectivo alcanzara a todas las chicas de la clase.

-Eso es de Hamlet, idiota-. Dijo Annabeth volviendo a la realidad y recuperando la compostura.

-En realidad es de Shakespeare, listilla-.

...

La campana sonó marcando el poco tiempo que tenía para dejar sus cosas en su casillero y cambiarse para la clase de gimnasia que desafortunadamente compartía con todo el grupo de Percy.

-Deben entregarme una copia de sus escenas para la siguiente clase, no lo olviden porque les daremos lectura, quienes no la traigan tendrán diez por ciento menos de calificación final-. Alcanzó a escuchar mientras salía del salón.

Genial, algo más? 

-¿Lista para gimnasia Listilla?-. Dijo Percy al tiempo que golpeaba sus libros haciéndola soltarlos.

-¡Eres un imbécil!-. Tuvo que tirarse de rodillas para levantar sus cosas mientras él se alejaba por el pasillo lleno de chicos que se reían de ella o pateaban sus cosas riéndose.

-¡Date prisa o llegarás tarde!-. Le gritó antes de doblar por el pasillo.

....

Llegó justo a tiempo al gimnasio para ser reprendida.

-Tarde señorita Charles, se quedará al final ordenando el material deportivo-. El entrenador Hedge ni siquiera levantó la vista de su sujetapapeles cuando ella se unió a sus compañeros junto a las gradas. Podías estar veinte metros lejos de el o estar a cinco centímetros y con un letrero con tu nombre en letras gigantes pero él siempre lo decía mal. 

-Si entrenador-. Dijo bajando la vista hacia sus zapatos deportivos desgastados mientras el grupo de Percy se reía.

-No se preocupe entrenador, Annie esta acostumbrada a ordenar cosas-. La voz de Rachel era tan chillona que a veces se preguntaba porque las ventanas no se rompían.

-Y a podar el césped, lavar la ropa, limpiar ventanas... prácticamente es una mucama, no Annie? Tu haces todo eso en casa no?-. Dijo Drew haciendo que casi todos rieran, algunos como Piper y Jason la veían con lástima y a pesar de que ella no levantara la vista sabía que era con "lástima".

-Suficiente-. Dijo el entrenador notando que estaban pasándose del límite- Gracias a la señoritas Tanami y Dale hoy van a dar vueltas en la pista-. Todos se quejaron ante esto y comenzaron a caminar de mala gana hacia las puertas del gimnasio.

-Esto es tu culpa Anniecienta-. Escuchó decir a Rachel mientras esta le daba un empujón y se golpeaba contra las gradas.

Suspiró resistiendo las ganas de estrangularla y caminó hacia el grupo. Apenas había dado tres pasos cuando se escuchó un rayo caer y la lluvia sobre el techo del gimnasio.

-Perfecto- sonrió el entrenador Hedge mirándolos a todos- Jugaremos quemados-.

-Dulce venganza-. Dijo Annabeth para sí misma.