Briar P.O.V
Desperté en mi cama, mi cabeza se sentía como si diera cientos de vueltas sobre si misma, mis ojos escocían. Mi cuerpo entero era un cardenal enorme, mi piel dolía, mi cuerpo ardía. Cerré los ojos de nuevo.
Sabía que había alguien más en la habitación, un ruido leve de golpeteos incesantes y preocupados no se detenía. Supuse que debería avisar de que me había despertado, pero el solo pensar en hablar ya era doloroso. Mi garganta ardía tanto como el resto de mi cuerpo y supuse que debía de haber gritado mucho.
No podía dejar de pensar en cuando caí inconciente, sabía que me había elevado en el aire y cuando mi espalda se curvó soltando un desagradable ruido de algo rompiendose, finalmente me invadió la sensación de despegarme de mi cuerpo y me desmayé. No tenía la menor idea de que podría haber ocurrido luego, podía haber aterrizado en el suelo como una muñeca de tela. O bien podía haber atacado a todas las chicas en la torre de astronomía.
Un golpe en la puerta hizo que "persona nerviosa" se encaminara hasta la fuente del ruido. El leve rozar de tabla con tabla me indicó que la puerta había sido abierta.
- Draco, sería mejor que te fueras -la inconfundible voz de Alec habló-. No puedes entrar... y ella no está ni despierta como para que la puedas saludar.
- Dejame... dejame verla cuando menos -mi novio, prometido, sonaba tan seco como siempre que se dirigía a alguien que no eramos Blaise, Blaine o yo misma-. Es mi futura esposa, deja que vea como se encuentra. Ya sabes, si muere necesito conseguir una nueva prometida.
Ese idiota. ¿Cómo se atrevía a decir eso? Si el cuerpo me hubiera dolido un poco menos y el orgullo me hubiera podido un poco más, ya me hubiera puesto en pie para asesinarlo.
Escuché a Alec bufar. Sabía en la poca estima que tenía a los matrimonios arreglados y en la también poquísima estima que tenía a Draco. Ese comentario no le había gustado sin ninguna duda.
- Draco, lo digo sin ningún apice de broma -por Salazar, si él no se marchaba ella le mataría ahí mismo-, vete o tendré que encantar tu preciosa cabellera platinada fuera de aquí.
- Yo lo digo igual de serio... vas a dejarme verla.
Tosí secamente.
Eso debería haber llamado su atención y efectivamente pude comprobarlo cuando un silencio se interpuso entre ambos slytherin.
- ¿Bry? -por un momento creí que la voz de Draco seguiría sonando tierna y preocupada-. Si estas viva haz algo, tengo que avisar a nuestros padres que la boda sigue en pie.
Draco fue capaz de desepcionarme nuevamente. Pero en ese momento me importaba tanto el dolor y evitar que Alec y mi "queridisimo novio" siguiera discutiendo -pues no habría nadie que pudiera solucionar mi dolor de cabeza luego de eso-, que fingí no preocuparme por la falta de tacto y otros multiples dones humanitarios que tenía Draco.
- E-estoy -mi voz sonaba como vidrio roto, cortante y quebrada- bien.
Mentía, a ojos vistos. Pero eso era otro tema.
Alec corrió hasta mi cama y abrió el cortinaje verde esmeralda, todo ese terciopelo que me separaba del mundo extrerior y de la horrible luz. La ventaja principal de vivir en las mazmorras era la poca luz que había siempre, una tenue iluminación verde de velas mágicas o la luz que entraba por las ventanas que daban a las profundidades del lago negro. Pero en ese momento, hasta la penubra más grande habría sido mucha luz.
Solo cuando la luz cayó sobre mi cuerpo noté, además de que seguía usando la ropa de cuando estaba en la torre de astronomia, como mis brazos estaba cubiertoa por moratones. Pero eso no era lo peor, en mi antebrazo se podía ver una calavera y dos serpientes: la marca de mi padre.
N/A: me disculpo por lo corto del capitulo, pero les aseguro tendra una segunda parte. He tenido vacaciones y luego examenes, no he podido escribir tanto cuanto me gustaría. Espero disfruten de como está yendo la historia y comenten que opinan.
Hasta la proxima herederos!
ESTÁS LEYENDO
La Princesa de las Serpientes
FanfictionUna obligación. Una decisión. Una vida. Todo son mentiras, nada es lo que parece, nada es lo que ella creía. No tiene vos ni voto en una vida que ya fue planificada, la suya. Ella es la Heredera. Algo increíble. Algo valioso. Algo peligroso. Algo q...