La Princesa de las Serpientes

Ponerse a la altura (minimaratón 3/3)

La noche había caído. Y con ella terminó nuestro día libre. La tarde se había pasado entre risas y bromas. Draco había lucido una mueca que casi llegaba a parecer una sonrisa si entrecerrabas los ojos y ladeabas la cabeza, algo increíble en verdad. Su mueca de asco había desaparecido y tenía los ánimos renovados.

Había que hacerle justicia, en el último año, este mismo, no se había comportado en absoluto como yo lo esperaría. No era un cambio de eso radical, no es que ahora él fuera adorable y tierno, en absoluto. Pero ya no parecía esa víbora venenosa capaz de saltarte a la yugular al notar que tú eres menos que él.

April había terminado en el agua del lago, todo gracias a una bromita de su nuevo no-novio. Bueno ahora las chicas y yo, todas nosotras, nos encontrábamos sentadas en corro justo en el centro del baño de chicas. Myrtle no nos había molestado en absoluto, lo que era raro, y se lo agradecíamos.

- Briar, ya te enamoraste de Draco? – soltó Juliet con tono preocupado.

Las cuatro le miramos atentas. Vi a la chica removiéndose incomoda en el frío suelo de piedra, bajo cuatro miradas atentas, entre ellas la mía. Se aflojó un poco el nudo de la corbata, en un claro gesto de nerviosismo que le había visto algunas otras veces.

- No – determinó al final –. No estoy enamorada. Puede que me llegara a gustar, pero desde que se que estoy obligada a casarme con él… solo tengo miedo cuando lo veo.

Mentía. Lo noté apenas lo soltó. Bueno, no creo que fuera una mentira planeada. Me parecía que ni ella misma sabía lo que yo pude ver en sus ojos, cuando lo veía… brillaban con luz propia.

- Bien… – Ligia tampoco le creyó, o eso supuse. Pero no insistió – La siguiente!

Era la primera vez, desde que estaba en el colegio, que veía esto. Veía nuestra amistad, era como que lo sabía. Sabía que por más que tomara todas las decisiones erradas que pudiera tomar, ellas iban a estar ahí para mí.

- Alexandra – fulminé a Briar con la mirada. Odiaba que dijera mi nombre completo –, qué es exactamente lo que tienes con Nott?

- Ya le dije a mi madre que no voy a casarme con Krum – sentí el sonrojo en mis mejillas–, pero ella insiste demasiado. Él está al tanto de mi situación, pero dice amarme. Y que nos casaremos…

Noté las miradas de sorpresa. Pero pronto se disolvieron para dar paso a una serie de chillidos de felicidad. Me felicitaron de todas las maneras posibles y me obligaron a prometer que todas y cada una de ella podría decir unas palabras en mi boda, que serían damas de honor, y madrinas. 

Y se los prometí.

- April, define lo que tengas y no tengas con Zabini – esta vez fue Briar la que habló. Pero al notar que la leona se iba a dar por desentendida agregó: –. Esclarécenos con tu relato.

Soltó una risita nervios y dijo lo siguiente: “Tener, en todos los términos, no mucho. No me a pedido formalmente que salgamos. Y tampoco se me ah declarado. Me gusta, y quiero que todo marche bien. Pero el no ah dado el paso”. Bry hiso un mohín y Ligia fue quien tomó la palabra, para soltar un discurso con toda la convicción de la que jamás le vi capaz.

- Este es el siglo XXI, no el XVII o XIX! Eres una mujer de este siglo! Las chicas usan minifaldas, los chicos no son caballeros. Las épocas de brillantes armaduras terminaron. No te vas a quedar sentada en este frío piso del baño de chicas junto a tus amigas y una fantasma llorona de poca monta, mientras haya afuera, tras esas paredes, se encuentra el chico al que quieres. Si eres una chica de este siglo, ponte a la altura! – acabó su discurso y tomó todo el aire que entraba en sus pulmones. Claro que no había parado para tomar aire a lo largo de todo ese conmovedor parloteo, así que ahora su cara tenía un divertido tono rojo.

- Saben qué? – April nos sonrió, se levantó, se arregló la capa y se dirigió a la puerta – Tienes tanta razón, que da miedo. Voy a dar el primer paso, y voy a darlo a lo grande.

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Se que es un capítulo muy, muy, corto. Pero tenía que subir y me encuentro agotada. Espero que lo entiendan. Me deprime un poco que las lectoras de antes hayan abandonado y ya no lean. Pero agradezco muchisimo que haya tantas nuevas lectoras, muchos menos fantasmas, y que les guste esto. 

Este capítulo lo escribí más para darme coraje a mi misma, y a todas las chicas que hayan olvidado quienes son y donde están. Recuerden siempre ponerse a la altura!!!

Las ama, Sophie xoxo

P.D: si alguien alguna entiende a lo que me refiero dejelo en los comentarios!!!!