Briar P.O.V
Ya eran cerca de las nueve de la mañana en la que se publicó ese patético anuncio, en el que se anunciaba mi compromiso con Draco. Claro que luego de despertarlo a las seis de la mañana, me había tranquilizado y me daba más gracia que rabia. Draco y Blaise caminaban junto a mi, mi querido novio (y aparentemente reciente prometido) me rodeaba con un brazo mientras nuestro amigo no dejaba de parlotear.
- Yo solo digo, que si sus padres ya lo arreglaron deberían sacarle provecho -decía Zabini.
- ¿Es que no te acuerdas? Estoy embarazada -bromeé.
Una voz molesta, irritante y que te daba ganas de sacarte los órganos por la boca para atarlos a una piedra y undirte en el lago negro -se entiende que hablo de Astoria Greengrass-; habló. Y como siempre, hubiera sido mejor que no abriera su horrenda bocota.
- ¿Cómo va la futura madre? ¿Preparada para quedarte gorda y fea? -Zabini ya estaba conteniendo la risa.
- No lo sé, pero si tengo alguna duda sobre como hacer cualquiera de esas dos cosas te pregunto a ti. Por cierto, queridisima amiga -llego el golpe de gracia-, ¿me prestarías algunas de tus prendas de embarazadas cuando mi ropa no me sirva?
- Vete al diablo, Cristalstairs -oh querida, eso quise hacer apenas escuche tu voz.
- Entonces te visito más tarde -finalmente se fue sacudiendo la capa indignadisima.
El silencio se instaló uno, dos, tres segundos en el pasillo de las mazmorras. Finalmente estallamos en carcajadas. Reiamos sin parar, unas niñas de primero pasaron a nuestro lado y me miraron susurrando "está embarazada", y eso solo nos arrancó más carcajadas. Nos doblabamos de tanto carcajearnos y las lagrimas corrían por mis pómulos.
Ocho minutos después, la risa menguó. Eso había sido tan relajante que toda la furia que había sentido se esfumó, era el momento perfecto para contactar con mi madre.
- Pobre Astoria, es demasiado tonta para batallar contra ti -Draco habló mientras volvíamos a caminar rumbo al comedor, en unas horas sería la segunda prueba del torneo de los tres magos.
Caminamos directo al Gran Comedor, me estaba muriendo de hambre. Como siempre la puerta era un tumulto de adolescentes revoltosos dando vueltas en circulo sin ir a ninguna parte, pero por una vez Zabini fue un genio.
- ¡Con cuidado, abran paso, aqui llega la futura madre! -y eso fue rápido, más que rápido, todo el mundo se corrió en un silencio estático mientras Draco y yo pasabamos con superioridad.
Un nuevo arranque de risa amenazó con escapar de mi boca pero evité que los novatos lo vieran. Puede que el título de "Princesa de Slytherin" fuera mera estupidez colegial y que no me importara en lo absoluto, pero una vez que lo tengo no iba a permitir que dijeran que soy una mala monarca.
Los de primer año me tenían miedo, cosa irónica ya que yo -a diferencia de muchos otros estudiantes de último año- nuncs les había hablado mal. De hecho no recordaba haber hecho nada además de saludarlos y disculparme cada vez que empujaba a alguno sin querer, o que Blaise y Draco lo hacían. E incluso con todo este esfuerzo, seguían sin conciderarme una reina bondadosa. Plebellos mal agradecidos.
- Hora de enfrentarnos a todo aquel que leyó la revista -dijo mi novio entrando al Gran Comedor.
Apenas poner un pie dentro se instaló el silencio y eso que silenciar el Gran Comedor es casi imposible. Todos voltearon a vernos. Bueno, esto es incómodo. Aparentemente Draco no opinaba lo mismo, ya que lucía aún más confiado que nunca.
- ¿Qué ven? Consiganse una vida y dejen de leer "Corazón de bruja", montón de mapaches -Ligia no entendía el concepto de que no todos los animales podían ser usados como insultos.
- Silencio -habló McGonagall alargando la letra e, todos la miramos alarmados, Minerva no solía intrometerse en discuciones inofencivas -. Lo dicho por la señorita Rita Skeeter es de dudosa procedencia; todo aquel que lo tome en cuenta para atacar a algún alumno será castigado severamente y su casa perderá... veinte puntos.
Ligia P.O.V
Bueno, eso no me lo veía venir... y por la cara de pasme que lucía la mayoría, creo que nadie se lo esperaba. Astoria parecía más indignada que otra cosa y tanto Draco como Bry no movieron un musculo para delatar alguna emoción. Nota mental: preguntarle a Bry y Alec si lo de parecer una piedra a nivel emocional es cosa de la casa o solo de mis amigas.
Como si tal cosa tomé una manzana acaramelada, la única forma en la que acepto ingerir esta fruta pues de otra manera las uso de arma. Harry y Ron estaban sentados justo enfrente pero no hablaban, cosa rara, y Ron no estaba comiendo como si la vida se le fueran en ello, cosa aún más rara. Pero lo peor, lo aún más raro que el hecho de que el cabello de Zabini pareciera una peluca, era que Hermione y Ginny cuchicheaban a mi izquierda. ¡Todos sabemos que Hermione Granger solo cuchichea en la biblioteca! Algo estaba pasando...
Es hora de que la detectivesca Ligia se meta donde no la llamaron y en asuntos que no le incumben (como siempre). Empiezo a pensar que solo los reyes de las casas tienen vidas emocionantes. Nota mental: comenzar a salir con el rey de Ravenclaw. Nota mental 2: averiguar quien es el rey de Ravenclaw.
Ya había terminado el desayuno, los chicos de Durmstrang eran insoportables hablando en su idioma diabólico y gruñendo todo el rato, hasta hubiera preferido que no se sentaran a nuestra mesa todos los días. Las de Beauxbaloquesea, notese mi habilidad en el campo de los idiomas, parecían la mar de contentas hablando con los Ravenclaw que obviamente hablaban Coreano tan bien como ellas. Nota mental: aprender que idioma hablan esas chicas extranjeras y cual es el idioma diabolico de los de Durmstrang. Nota mental 2: dejar de hacer tantas notas mentales porque luego me olvido de que había anotado.
Hacia mucho tiempo que no nos juntabamos todas las chicas y habría que hacer un falso baby shower para el falso bebé de Bry. Acabo de tener una idea excelente!
Alec P.O.V
Entré a la habitación, Bry debía de estar con Draco y Blaise estaba con Nott. Creía que mi malhumor iba a acabar conmigo, acababa de cruzarme con Krum y él me había asaltado a preguntas. Me negaba a dejar que entrara a mi vida, era mi prometido contra mi voluntad...
Miré mi cama y había un sobre blanco con letras rosa hechas a mano. Lo tomé y abrí leyendo.
《Se requiere la presencia, por medio de la presente carta, de la señorita Alexandra en la torre de astronomía a las siete de la tarde de mañana para celebrar el baby shower del futuro bebé Malfoy.
Atentamente,
Ligia》Vale, esto sería divertido.
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La Princesa de las Serpientes
Hayran KurguUna obligación. Una decisión. Una vida. Todo son mentiras, nada es lo que parece, nada es lo que ella creía. No tiene vos ni voto en una vida que ya fue planificada, la suya. Ella es la Heredera. Algo increíble. Algo valioso. Algo peligroso. Algo q...